Análisis de Xiaomi Watch S4

Xiaomi se ha establecido en un tiempo casi récord como una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, tan grande que en 2014 consiguió convertirse en la mayor empresa de telefonía de China. Toda una hazaña si tenemos en cuenta que lanzaron su primer teléfono sólo tres años antes, un año después de su fundación. En el mercado europeo, su submarca Redmi es probablemente más conocida. Si el mercado libre hubiera sido una competición de culturismo, sin duda habría habido un control antidopaje. Como actor principal del mercado, tiene sentido tener y ofrecer a los clientes un ecosistema completo, y eso incluye los smartwatches.

Xiaomi siempre se ha esforzado por ofrecer la mejor y más reciente tecnología al precio más bajo posible, y el S4 Watch no es una excepción. Aquí el precio baja hasta los 150 euros. Sin embargo, me cuesta un poco entender la nomenclatura de Xiaomi. Su otro reloj se llama Watch 2, hay versiones GT y Pro, y las demás variantes que tienen están bajo la marca Redmi.

Por el precio relativamente ajustado de 150 euros, obtienes una pantalla AMOLED de 466x466, 1,43", y un reloj sorprendentemente bien construido. El diseño es muy clásico y, aunque es muy individual, en realidad me alegro de que hayan intentado utilizar iconos grandes en lugar de los pequeños, que son ilegibles en muchos otros relojes. La densidad de píxeles es relativamente alta, 326 PPI, y el reloj tiene 1.500 nits de brillo, con una opción de pico de 2.200 nits. Mi única crítica es que los colores, o más bien los colores de los iconos, son un poco apagados; me gustaría que se utilizaran colores más vivos. La corona del reloj puede girar, pero eso en sí mismo no es revolucionario, a menos que estés escribiendo argumentos de venta para este reloj en concreto.

Una de las características distintivas del reloj es su capacidad para cambiar de aspecto. No estamos hablando solo de una correa nueva, sino que también se puede cambiar la propia esfera, e incluso puedes conseguir paquetes completos en los que todo encaja y hace juego. Sí, algunos artículos no se pueden comprar por separado, sino que únicamente se pueden adquirir como un paquete completo. Es bastante elegante y me encanta el concepto. Por defecto, viene en varios diseños y con un bonito marco de aluminio. Es bonito, pero la calidad de fabricación y especialmente la interfaz de usuario del reloj necesitan algunos retoques para estar a la altura de los modelos más caros. La duración de la batería es impresionante y conseguimos más de dos semanas con un uso regular.

La aplicación que la acompaña se llama Mi Fitness y tengo que decir que el número de permisos necesarios para que funcione es bastante abrumador. Es funcional, pero eso es todo. Está todo un poco demasiado estandarizado, y me habría gustado que se hubiera dedicado más tiempo a desarrollar un diseño de aplicación más atractivo, por no hablar de unas cuantas esferas de reloj más, de las que carece. Sin embargo, como he dicho, es bastante funcional. Es compatible con unos 150 deportes, GPS dual, e incluso tiene un modo dedicado al esquí con alerta de caídas y todo eso.

A diferencia de otros, también es compatible con pagos con VISA y Mastercard a través de un chip NFC. Sin embargo, tengo que admitir que no lo he probado localmente por la sencilla razón de que no me gusta pagar con el reloj, simplemente hace que sea demasiado fácil gastar dinero.

Existe un software mejor llamado Xiaomi Smart Hub, pero solo está disponible con un smartphone más reciente de la misma marca que admita HyperOS 2. No sé qué se pierde en cuanto a funcionalidad de esa forma, pero omitir toda una aplicación y vincularla al uso de la misma marca de teléfono móvil parece un poco extraño.

Donde falla el reloj -y bien podría ser yo que tengo una copia defectuosa u olvidé una actualización importante- es en la medición de la frecuencia cardiaca... No es buena. De hecho, no funciona en absoluto, a menos que me haya puesto en forma mágicamente y pese 20 kg menos de lo que pensaba que debía pesar. Lo mismo ocurre con la reproducción Bluetooth desde la memoria interna del reloj: tose y tartamudea como un viejo remolcador y se llena de ruido digital como una vieja conexión a Internet por marcación a través de cables telefónicos. Simplemente no puede estar bien, debe ser un error. Sobre todo porque hace que el reloj sea completamente inútil para hacer ejercicio, lo que no tiene mucho sentido, ya que cuenta las calorías y los pasos como debería. Y en mi opinión, el registro del ejercicio y la actividad es probablemente una de las cosas más esenciales que debe hacer un smartwatch.

Así pues, ahora daremos una puntuación, y si hay una actualización que solucione estos errores tan básicos antes de que se devuelva la muestra de prueba, la reseña y la puntuación se modificarán para reflejarlo. Hemos probado productos Xiaomi antes, incluso recientemente, y no suelen tener problemas de funcionalidad.