Willow - Episodios 1 y 2

Si hay algo que no creí que fuera a ver jamás es una secuela de Willow, la película de fantasía de 1988. No me malinterpretéis, la cinta es genial, pero como han pasado casi 35 años desde que se estrenó en cines y teniendo en cuenta que otras franquicias de Lucasfilm como Star Wars e Indiana Jones han seguido prosperando mucho después de su apogeo en los 80, Willow había quedado en el pasado como una reliquia querida. Sin embargo, Disney ha estado limpiando el polvo últimamente y realizando secuelas de películas y series de todo tipo, y la última propuesta en esta línea cuenta con Warwick Davis de vuelta como el mismo personaje aprendiz de mago con el que despuntó su carrera.

A diferencia de algunos de los últimos trabajos de Disney, no se trata de un spin-off, sino de una secuela directa que recupera varios rostros y personajes de la película original, y continúa la trama que comenzó con la película de 1988. Básicamente, el mal está de vuelta en el mundo, y después de años de proteger y mantener a salvo a la niña de la profecía Elora Danan junto a la reina Sorsha, el peligro llama a la puerta y lleva a un grupo de aventureros a adentrarse en el mundo oscuro para salvar a un príncipe capturado, donde pronto se descubren importantes secretos y se forjan vínculos eternos.

En este sentido, parece la típica historia de fantasía, muy al estilo de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo. Pero también tiene un encanto y un nivel de carisma en la serie que la lleva más allá de la fantasía rudimentaria y genéricamente friki, y se inclina hacia el humor y el drama. Hay muchas diferencias con la película original y bastantes aspectos, incluyendo estas regiones mencionadas, pero también en su tono, que se presenta como más maduro y oscuro, con personajes que son jóvenes que se enfrentan a los desafíos de la responsabilidad adulta, y villanos que son repugnantes, feos y horripilantes (con cierto parecido a los Uruk-Hai de la obra de Tolkien).

El reparto es variado e interesante, y cada uno de ellos tiene su propio trasfondo y personalidad que entra en conflicto con las demás, y hacen que el drama sea atractivo. El equipo más joven es enérgico y animado, lo que funciona bien con la actuación más madura de Davis. Willow ahora es un personaje más centrado, a pesar de seguir persiguiendo y protegiendo el bien sin descanso. La actuación de Davis puede resultar a veces un poco monótona y plana, sobre todo si se compara con la de otros personajes, pero esto se ve compensado en gran medida por el maravilloso mundo de fantasía que lo rodea.

Entre los decorados, el vestuario y el maquillaje, la animación por ordenador, etc., todo da lugar a un mundo fantástico maravillosamente bien realizado, que se funda en la visión de la película original y la mejora. Mientras que algunos mundos de fantasía resultan sucios y medievales, este tiene más bien la ligereza y el brillo de los cuentos de hadas de Disney.

Se trata de una serie de fantasía que nunca creí que fuera a necesitar o que, francamente, no me llamaba especialmente la atención, pero que ahora ya me resulta más prometedora, lo cual es algo bastante inusual si se tiene en cuenta el estado de muchas de las obras de Disney en los últimos tiempos. Si te gusta la fantasía, o eres un viejo fan de la película original, entonces definitivamente merece la pena que la veas si cuentas con una suscripción a Disney+.