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Wild Hearts

Análisis de Wild Hearts

¿Podrá el nuevo RPG de Koei Tecmo aspirar a ser el nuevo rey de la caza de monstruos?

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Imagínatelo: estás dando un paseo tranquilo por el bosque cuando, de la nada, un jabalí del tamaño de tu supermercado local empieza a cargar hacia ti. En un mundo normal, solo rezarías al dios en el que creas antes de ser aplastado, pero en Wild Hearts, estás equipado de sobra para enfrentarte a estas bestias. No solo podrás utilizar tus armas contra ellas, sino que también podrás conjurar muros gigantes para bloquear sus ataques y enormes mazos para golpearles en la cabeza.

Esta es la esencia de Wild Hearts, la propuesta de Koei Tecmo y EA (con su sello Originals) a la franquicia Monster Hunter. En Wild Hearts serás un cazador encargado de proteger la aldea de Minato y la tierra de Azuma de los Kemono, grandes bestias impregnadas de los poderes de la naturaleza y que pueden alterarla a voluntad.

Es evidente que Wild Hearts y Monster Hunter se parecen, sobre todo en el hecho de que Azuma está lleno de grandes monstruos y tu trabajo consiste en su mayoría en darles caza, tanto en solitario como con un par de amigos. Sin embargo, Wild Hearts hace todo lo posible para no ser considerado una copia de Monster Hunter, por lo que cuenta con varias mecánicas distintas para diferenciarse de los otros juegos en los que tienes que matar criaturas gigantes. Por ejemplo, los Karakuri son las herramientas de construcción que obtienes al principio del juego. Estas pueden utilizarse de muchas formas. En combate, pueden darte un respiro sirviendo como muelle para saltar lejos de los enemigos, o como apoyo si tienes una pequeña caja. También pueden darte acceso a campamentos que actúan como puntos de viaje rápido, lianas voladoras con las que puedes acercarte al kemono que estés cazando y forjas con las que tienes la oportunidad de cambiar y mejorar tu equipo. Dispones de un sinfín de opciones con karakuri, tanto en la caza como en el resto de aspectos, incluso puedes combinar los objetos de construcción básicos para crear otros como las barricadas y Pounders que ya he mencionado, que son muy ventajosas para luchar contra el kemono adecuado.

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La mecánica de los karakuri es la clave de este juego y una de las mejores cosas de Wild Hearts, además de mostrarnos hasta dónde puede llegar. La división Omega Force de Koei Tecmo ha mostrado una clara dedicación a crear Wild Hearts, convirtiéndolo en un importante primer paso de lo que podría ser una serie de éxito. Las armas de este título son otra forma de comprender lo profundo que es, ya que una vez estés listo para mejorar tu arma, verás un enorme abanico de posibilidades que se abre ante ti, repleto de diferentes opciones de personalización y construcción. Estas mejoras no solo son excusas para machacar kemono y farmear materiales, porque dependiendo del camino que elijas, acabarás con un arma totalmente distinta de otra persona que haya escogido la misma arma base. Desde mazas de fuego hasta katanas envenenadas, hay montones de formas de personalizar tu estilo de matar kemonos, si a esto le sumamos las opciones adicionales que ofrecen los karakuri, el combate de Wild Hearts cuenta con muchísima variedad que resulta increíblemente emocionante para aquellos a los que les guste experimentar con armas y herramientas. Puede parecer mucha cosa al principio, pero después de las primeras horas de juego, todo irá sobre ruedas.

Es cierto que el principal atractivo de un juego como Wild Hearts son sus monstruos, pero aquí no encontramos una gran cantidad de Kemono en el juego. Esto es debido a que han prestado mucha más atención a las criaturas más modestas que merodean por las tierras de Azuma. Cada una de ellas es única, tanto en su diseño como en sus movimientos, y tendrás que aprender a lidiar con ellas. Varían en tamaño, velocidad y fuerza e incluso algunas tienen sus propias variantes regionales, como el Icetusk, pero todas son increíblemente peligrosas y requieren un equipo adecuado y una gran habilidad para acabar con ellas. Sobre todo, te darás cuenta más adelante, cuando te encuentres con las versiones poderosas de cada Kemono. Al luchar contra los Kemono puedes hacerte una idea de la amenaza que suponen estas criaturas para Azuma y Minato, pero cazar en solitario puede ser muy agotador, ya que tienes que perseguir a tu objetivo por el mapa cuatro o cinco veces antes de abatirlo. Esos momentos en los que básicamente te ves corriendo hacia el siguiente escenario de combate te sacan de la emocionante inmersión de cacería, especialmente al tener de fondo la increíble banda sonora de Wild Hearts.

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A medida que avanza el juego, al perfeccionar tu equipo para hacer mucho más daño, esto se convierte en un problema menor. Si tienes la oportunidad de jugar con un par de amigos constantemente, puede que ni siquiera sea un problema. Algunas veces da la sensación de que Wild Hearts está más orientado al modo multijugador que al individual. No es imposible enfrentarse a los kemono en solitario, pero decir que el tsukumo (un pequeño robot de madera ayudante que consigues al principio) es tan útil como otro jugador sería mentir. El gran daño que pueden causar los kemono significa que un equipo completo tendrá mucha más ventaja que un jugador en solitario, ya que el daño se repartiría entre tres.

Es cierto que la mayoría no elige Wild Hearts por su narrativa, pero el juego tiene una historia principal y no está nada mal. Cuenta con muchos elementos interesantes en el mundo de Azuma, ya sea explorando las ruinas de un castillo que antaño estaba habitado o escuchando rumores sobre la política de tierras lejanas a Minato. Sin embargo, aunque la historia principal es aceptable y tiene algunos momentos cinemáticos increíbles, no es su punto fuerte. La mayoría de sus personajes son demasiado planos, que no es que eso los haga desagradables, pero al final ninguno de ellos me cautivó especialmente.

Wild Hearts es un primer paso muy importante para la última incursión de Koei Tecmo en el mundo de la caza de monstruos. No va a hacer que el grueso de los jugadores se pasen a este género, pero es una gran opción para aquellos que busquen una alternativa a Monster Hunter. Ahora mismo es una pena que se vea empañado por problemas de rendimiento, bugs y problemas gráficos, especialmente en PC (y también en la versión de Xbox Series X), pero esperemos que se solucionen pronto para poder disfrutar de Wild Hearts en todo su esplendor.

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07 Gamereactor España
7 / 10
+
Combate divertido. Gran diseño de criaturas, un mundo profundo y atrayente.
-
Problemas de rendimiento. Las cacerías a veces son extremadamente largas. Personajes muy planos y vacíos.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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