Análisis de Warhammer 40,000: Darktide

Los suecos Fatshark vuelven con una nueva aventura cooperativa para cuatro jugadores. Se basa en el modelo de Vermintide y Vermintide 2, que a su vez tomó prestadas ideas de Left 4 Dead. Esta vez no veremos ratas mutantes, bestias monstruosas que babean compulsivamente o musculosos guerreros de la muerte furiosos en una interpretación de fantasía oscura del universo Warhammer. En Warhammer 40.000: Darktide visitamos un futuro lúgubre, sucio, despiadadamente violento y oscuro donde solo reina la guerra y la miseria absolutas.

Tradicionalmente, en esta versión futurista del universo de Games Workshop solemos seguir a la facción de los Marines Espaciales con sus supersoldados genéticamente mejorados. Tu primer encuentro con el mundo es un prólogo que te lleva a una especie de mundo central, donde puedes hacer todo lo que necesites antes de salir de incursión. Puedes comprar y vender armas, visitar otros edificios importantes, y más. Tampoco no quiero revelar demasiado, pero el tiempo que emplees aquí entre misiones merecerá la pena.

Lo mejor de Darktide como título completo como este inicialmente es más bien los protagonistas que rompen un poco con el patrón de la propia licencia y se olvidan de esos Marines Espaciales. Fue un placer seguir a individuos más mortales con diferentes orígenes. Puedes jugar como un soldado normal, un individuo con habilidades psicoquinéticas poderosas (que sustituyen a la magia de los títulos anteriores), un fanático religioso, y lo que se describe mejor como un gran trol con un lanzagranadas. Este último se llama Ogryn y es una clase muy poderosa que puede soportar mucho daño. El Zelote puede utilizar sus poderes para apoyar al equipo y su capacidad cuerpo a cuerpo para dominar. Los Psykers, como también se les llama a estos "magos del futuro", son una clase muy frágil aunque poderosa que utiliza la "magia" para dominar el campo de batalla. Por último, tenemos al Veterano, que es bueno tanto en el combate cuerpo a cuerpo como con las armas para derribar a los enemigos. Las clases tienen una gran sinergia, algo en lo que Fatshark ha mejorado claramente con los años.

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Estos personajes, cuya apariencia puedes diseñar desde cero, se dejan caer en la ciudad para llevar a cabo misiones peligrosas. Esto puede implicar el hackeo de ordenadores, el asesinato de objetivos importantes y cosas similares; no me pareció que las misiones fueran muy diferentes de las obras anteriores de Fatshark. Sin embargo, las clases funcionan de forma un poco diferente y los escenarios difieren significativamente de los títulos anteriores. Me gusta el detalle de todo, desde las alcantarillas, las estaciones de tren y las iglesias, y cuando cuatro jugadores trabajan juntos, la experiencia es tremendamente divertida.

La música y el diseño de sonido realmente ayudan meterse de lleno en la matanza. Creo que Darktide se ha pulido bien en la mayoría de las áreas, y no bromea con el poder de las hordas de enemigos. Te pueden pillar desprevenido los infectados, los monstruos especiales y mucho más, y al igual que en Vermintide, se requiere que el equipo unido para sobrevivir, lo que queda aún más claro cuando intentas misiones un poco más difíciles. Aunque he disfrutado de mis partidas con desconocidos, enseguida comprendí que lo mejor es formar equipo con amigos. Es posible jugar solo y con bots como compañeros, pero no te equivoques, los bots no pueden sustituir a las personas y rara vez tienen éxito en su misión. Si querías una experiencia para un solo jugador, aquí no la vas a encontrar.

Aunque me encanta la estética, la música, las escenas y el encuadre, me he encontrado con montones de problemas técnicos. Durante los primeros días, el juego se me bloqueó mucho. En el tiempo que falta para el lanzamiento la situación ha mejorado, aunque todavía hay varios fallos y bugs que siguen afectando a la jugabilidad.

Al igual que en las obras anteriores de Fatshark, la repetición se impone muy pronto y la experiencia se vuelve rápidamente monótona. Aunque se puede aumentar la dificultad (a través de misiones más difíciles), no basta con completar los desafíos para desbloquear los trajes. Hablando de trajes, he notado que a veces se tarda demasiado en desbloquear nuevos trajes, sin embargo, se puede evitar esto pagando dinero real por la ropa en una tienda del centro.

Está claro que Fatshark se preocupa por la marca Warhammer 40,000, pero es una pena que la tecnología no la acompañe. Por el momento, estoy contento con el contenido que se ofrece. También he visto una mejora en el aspecto técnico con el parche, afortunadamente. Darktide es oscuro, los enemigos son grotescos y el mundo está increíblemente bien hecho. Creo que la experiencia de base es más sólida que lo que aportaron tanto Vermintide 1 como 2. A pesar de la evolución de su concepto, las sesiones pueden volverse un poco repetitivas y monótonas después de un tiempo, pero tengo que reconocer que me impresiona que los desarrolladores hayan incorporado una sensación de peso detrás de las armas. Tradicionalmente, muchos estudios tienden a fallar en el género de los shooters, pero aquí no. Darktide me demuestra que el concepto que Fatshark tenía en mente es mejor en un entorno futurista, en lugar de en el escenario de fantasía anterior.