Nos guste o no, la IA ya forma parte de nuestra vida diaria, incluso cuando tratamos de evitarla a toda costa. Nuestro feed de búsqueda en internet se crea a través de IA, nuestros smartphones y ordenadores ya funcionan basándose en IA y todos conocemos a alguien que usa habitualmente en su trabajo herramientas con IA (o incluso que ha perdido su empleo porque ahora es una IA la que le sustituye). Sea como fuere, nos toca vivir en esta realidad, pero la libertad para el uso de la IA acaba donde comienzan los derechos de los individuos.
O así debería ser, especialmente en cosas como el trabajo de los artistas. Todos podemos reconocer en un instante el trabajo, por ejemplo, del Studio Ghibli, un estudio de animación premiado al más alto nivel y cuya filmografía es reconocida y valorada en todo el mundo. Por eso duele ver cosas como usuarios en Twitter que promocionan el uso de la IA creando una película de Ghibli hecha por IA y alimentada y entrenada por el trabajo realizado a mano por artistas como Hayao Miyazaki o Isao Takahata.
El problema no pasaría de la anécdota si no fuera porque estas cuentas y las impresiones en redes sociales pueden ser monetizadas, obteniendo un beneficio económico y, por tanto, apropiándose de una IP ajena para lucrarse.
Sin un acuerdo global sobre la legislación de este tipo de "creaciones", será difícil acabar con ellas. ¿Crees que la IA podría sustituir algún día el trabajo y el guion de una película del estudio Ghibli?