Análisis de The Talos Principle: Reawakened

Me encantó The Talos Principle 2, absolutamente todo. Puede resultar extraño que la primera cosa que haga en una reseña de una reedición refinada del primer juego sea mencionar su secuela. Pero hay una razón para hacerlo. No pretendo restar importancia a los logros de un juego de puzles porque tenga una secuela fantástica. La cuestión es que se nos ofrece una remastererización del primer juego, y esta versión sale después de haber jugado a su secuela, que es incluso mejor. Creo que esta perspectiva sigue pareciendo un punto de partida razonable. Si eso afecta a la clasificación general es una ecuación imposible de hacer.

Una vez aclarado esto, no significa que The Talos Principle: Reawakened sea en absoluto un peor juego. Pero cuando juego a este remake, me resulta imposible no ver cómo ha evolucionado y mejorado la saga en la mayoría de aspectos desde entonces. Toda la premisa es realmente la misma; caminas por entornos extravagantes y dentro de pequeñas áreas cerradas hay un puzle complicado. Comienzas solamente con un inhibidor que inutiliza los componentes electrónicos. Puede ser un campo eléctrico que impide que te acerques o, por ejemplo, una bomba flotante que explota si te acercas demasiado. Desactiva estos obstáculos con el transmisor y podrás llegar al final del puzle para recoger tu premio con forma de bloque de Tetris.

Estas piezas se recogen para desbloquear zonas nuevas. Pero también sirven para desbloquear nuevos objetos que te permiten completar los numerosos puzles del juego. También hay habladurías sobre una torre alta y una voz oscura, autoproclamada omnipotente, que dicta que no debes explorar bajo ninguna circunstancia porque significaría tu muerte.

Dejando a un lado los puzles, The Talos Principle profundiza en gran medida sobre la filosofía y las preguntas existenciales. La mencionada voz oscura te habla como si fuera un dios, y los distintos entornos están llenos de ordenadores que cotillean sobre la desaparición de la humanidad. Aunque en The Talos Principle controles a un robot y seas una ojalata, se plantea mucho sobre el libre albedrío y hay una historia subyacente que no se cuenta directamente. Si lo deseas, esa historia es tuya para que la descubras y te sumerjas en ella a través de terminales y recuerdos dispersos que se pueden encontrar entre los diversos entornos.

A pesar de todo esto, los puzles del juego son el centro de atención y la estrella principal con la que entretenerse. Aquí, The Talos Principle consigue ser todo lo ingenioso y fantástico que un amante de los puzles podría desear. El juego se desarrolla en primera persona en tres dimensiones, y necesitas estar atento a tu entorno, pero sobre todo, tienes que conocer los objetos que tienes a tu disposición. Cada vez que entras en una nueva zona, la mayoría de los casos deberás explorarla primero para encontrar las herramientas necesarias para resolver el puzle, pero también para hacerte una idea de cómo deben colocarse las cosas. Además de los inhibidores que he mencionado antes, hay algunos otros objetos que se repiten y se utilizan a menudo. Uno de ellos es un acoplador que te permite unir la luz de rayos láser de distintos colores. Luego, también hay puzles que se basan en dirigir correctamente el sonido para abrir una puerta o activar algo. Otros objetos en torno a los cuales se construyen los puzles son un cubo que puede utilizarse como placas de presión o para que tú u otros objetos podáis alcanzar una mayor altura.

Después tenemos lo que, en cierto modo, sea quizás el objeto más avanzado del juego: un terminal en el que puedes grabar lo que haces. Al principio, es bastante sencillo ya que inicias la grabación, realizas una acción y luego, cuando pulsas "play", todo se repite tal y como lo has hecho. Es como una copia visual de tu robot haciendo exactamente lo que acabas de hacer. Para ejemplificarlo, podemos imaginar que hay una placa de presión sobre la que hay que pararse para abrir una puerta. Pulsas grabar, te pones encima, y cuando la reproduces, tu copia hace lo que hiciste antes y la puerta está abierta para que la atravieses. Gracias a una ingeniosa función, también puedes crear pequeños puntos de pausa para no tener que apresurarte, y puedes reanudar las acciones que acabas de hacer cuando quieras. Como todos los puzles empieza siendo muy sencillo, pero rápidamente se vuelve mucho más difícil.

A veces los puzles se construyen en torno a un solo objeto. A veces están mezclados y, a menudo, hay varios objetos iguales en los entornos. Todo para desafiar, variar y crear nuevas ideas. Porque así es como funciona The Talos Principle. Un puzle te introduce las mecánicas y luego se añaden más elementos, o hay menos elementos pero cada vez se vuelven más difíciles de completar. Tienes que encontrar los ángulos correctos en los rayos láser, hacer las cosas en un orden determinado, y averiguar cómo llevar un objeto más lejos para utilizarlo en una fase posterior. Y así sucesivamente. Hay muchos puzles que ponen los pelos de punta, pero siempre son lógicos y, por supuesto, factibles, a veces de distintas formas. Sobre todo, son muy astutos y entretenidos.

Lo único que me molesta un poco son los puzles que contienen un objeto que podría calificarse como amenaza mortal. Las bombas flotantes que mecioné antes y también un arma colgada en lo alto de las paredes que actúa como una cámara y vigila una zona. Si entras en su rango, te dispara y pierdes. Gracias a un ingenioso sistema de rebobinado, siempre puedes volver a empezar justo antes de que te mate una bomba o una ametralladora, pero el hecho de que hayan eliminado completamente estos elementos en la secuela delata un poco que quizá no estuvieran del todo satisfechos con su función. Todo funciona mejor cuando puedes resolverlo a tiempo sin que ningún tipo de guardias patrullando y obstaculizando tu progreso. Aunque, por supuesto, estos también añaden un elemento complicado que tienes que averiguar cómo superar.

Otro pequeño inconveniente es que la posibilidad de crear tus propios puzles, o compartir otros, no está disponible en consola. Esta vez sí que está disponible en la versión de PC, así que lo menciono por si es algo que te resulte particularmente interesante. Aunque la posibilidad de crear tus propios puzles no se hubiera incluido en consola, habría sido de agradecer poder importar lo que otros han hecho. Pero en realidad no hay de que quejarse con el contenido. Porque Talos Principles: Reawakened incluye la expansión Road to Gehenna, pero también un añadido totalmente nuevo llamado In the Beginning que, además de puzles realmente ingeniosos, también añade mucha historia de fondo a toda la construcción del mundo de la saga.

En muchos sentidos, una remasterización consiste en darle un lavado de cara al juego. El límite entre remasterización y remake, a menudo, puede resultar difícil de juzgar, pero dado que el juego, aparte de algunos pequeños aspectos, conserva exactamente los mismos puzles y la misma sensación, probablemente esté más cerca de una remasterización, aunque el apartado visual haya recibido una gran mejora. No se trata solamente de una mayor resolución, sino que se ha realizado un trabajo sólido. Las texturas, las fuentes de luz, los detalles y, sobre todo, la vegetación de los entornos han recibido una verdadera mejora. Todo esto sin que parezca un nuevo juego, ya que la mayoría de los entornos y la arquitectura son los mismos que en el original. También hay una música increíblemente atmosférica que lo enmarca todo de forma magnífica.

Si has jugado al original y recuerdas muchas de las soluciones a los puzles del juego, esta es quizás una de las razones por las que no se siente indispensable adquirirlo. Dado que todos los puzles son básicamente iguales, los entornos bien decorados quizá no sean algo que haga que valga la pena. Pero como paquete, con expansiones y nuevos contenidos, es muy completo. Es un juego más reducido y ligeramente más sencillo que su brillante segunda entrega, la cual realmente amplió cada parte y, en mi opinión, es mejor. Pero si lo reduces todo, sigue siendo el mismo concepto. Te ofrece unos puzles fantásticos y un lavado de cara realmente agradable que hace que merezca la pena probarlo. Aunque luego le siguiera algo más grande e incluso mejor.