¿Recordáis que estabais haciendo en agosto de 2018? Puede parecer una pregunta un poco tonta, pero es importante, porque el 21 de agosto de 2018 fue el día exacto en el que Ubisoft, como parte de su paso por la Gamescom de ese año, anunció The Settlers, un juego que supone el retorno de la emblemática franquicia tras casi 30 años desde su primer juego. A pesar de que el anuncio se hizo ya hace tres años y medio, Ubi ya está moviendo la maquinaria de su lanzamiento y, antes de que se estrene (el 17 de marzo de 2022), he podido probar una versión preliminar antes de que comience su Beta Cerrada el próximo 20 de enero.
Aunque hace tiempo que sabemos de The Settlers, Ubisoft ha sido un poco rácana a la hora de dar detalles, así que dejadme echaros un cable si estáis perdidos. The Settlers es un juego de estrategia en tiempo real que pide a los jugadores comandar y liderar un grupo de... colonos (sí, "settlers" en inglés) que se aventuran en una nueva tierra con el fin de establecer un hogar para su pueblo. A estas alturas puedes pensar que se trata de otro juego de estrategia 4X al estilo Civilization, pero no. Tiene elementos similares, como la exploración de nuevos territorios para expandir fronteras y obtener más recursos, sin embargo, la propuesta de Ubi ha sido diseñada pensando en el multijugador y el cooperativo. Lo que quiero decir con esto es que cada partida se juega siempre con facciones enfrentadas, con las dos partes compitiendo para eliminar a la otra de una isla en partidas que pueden durar hasta una hora o dos, dependiendo de lo rápidos que sean los jugadores a la hora de conquistar nuevos territorios.
Para que quede claro, aunque el juego completo incluirá una campaña al uso, en esta versión de prueba solo he tenido acceso al modo Escaramuza (Skirmish), que incluía la opción de jugar 1c1 o 2c2 contra otros jugadores o contra la IA, con dos facciones a escoger (los Elari o los Maru) en dos mapas distintos. Teniendo esto en cuenta, todo lo que comente aquí estará acotado por estos márgenes.
Dicho esto, ¿cómo suele transcurrir una partida en The Settlers? Bueno, empiezas con una plantilla bastante reducida: unos pocos soldados para proteger tus tierras, unos ingenieros para crear edificios y gente normal para hacer el trabajo monótono, como talar árboles, hacer tablones a partir de troncos y otras labores. A partir de ahí, el jugador debe crear una población capaz de protegerse y mantenerse. Para eso, hay que construir granjas que faciliten la producción de alimentos, canteras que sirvan como suministro de minerales, y torres y otras estructuras defensivas para protegerse de los rivales, entre otras cosas. La idea de expandirse es que te permita crear una civilización autónoma que recoja continuamente recursos de la tierra y, así, financiar y crear un ejército al que controlar para que defienda tus fronteras o, por el contrario, para que pase a la ofensiva y destruya las estructuras de tus oponentes. Todo esto, claro, con el objetivo de ganar la partida.
En cuanto a cómo se gana, por lo que sé (y digo esto porque los tutoriales del juego son francamente pésimos y no te enseñan apenas nada sobre cómo conseguir la victoria), es necesario destruir todos los almacenes de la facción contraria, que son unos edificios que hacen las veces de bases donde almacenar recursos. Generalmente, están bien protegidos y situados en el corazón del territorio enemigo, lo que significa que hará falta un buen ejército para avanzar, derrotar a las unidades enemigas, aplastar cualquier estructura defensiva y, por último, reducir a cenizas alguno de los almacenes.
Mirando a las mecánicas y al gameplay, no hay mucho en lo que hacer especial hincapié. La mayor parte de la construcción se hace eligiendo simplemente el tipo de edificio y colocándolo donde quieras. Los Ingenieros lo construyen y los trabajadores disponibles se asegurarán de que esté operativo para producir los recursos que buscas. Estos recursos pueden ser, por ejemplo, pescado como fuente de alimento; o barras de hierro, hechas de mineral de hierro y carbón, para fabricar las espadas que necesitas para formar a guerreros. Puede resultar complicado al principio, pero después de unas cuantas partidas, todo tiene mucho sentido.
En lo que respecta a la exploración y el combate, The Settlers goza de más libertad. Los ingenieros son un comodín, porque también funcionan para ampliar fronteras y explorar vetas de minerales para conseguir nuevos recursos, pero también pueden comprobar puntos de interés del mapa (como naufragios o campamentos de bandidos) para dar con objetos útiles que permitan el avance de la civilización. Por otro lado, los ejércitos y los soldados necesitan ser comandados. Hay que indicarles a quién deben atacar y cuándo han de hacerlos. El resto, blandir sus espadas y tensar sus arcos, ya sí es automático. En esencia, tu deber es el componente estratégico, mientras que el trabajo duro recae sobre los soldados controlados por la IA. Este juego, aun así, tiene un toque extra de profundidad que gira, sobre todo, en torno a las tropas más importantes, como son los sanadores o las unidades de asedio, ya que poseen habilidades especiales que se pueden usar directamente como órdenes o automatizarlas. Con todo, cabe destacar que el combate no es especialmente variado ni está repleto de elementos, se ha diseñado para ser lo más simple y sencillo posible para que resulte más fácil de entender... y para que en ocasiones parezca escaso de opciones.
De hecho, esa misma idea de que el combate carece de opciones se puede extender a casi toda la experiencia de The Settlers. Aunque el juego luce estupendamente, apenas tiene problemas de rendimiento y goza de cierto encanto, no puedo evitar pensar que, tras unas cinco partidas, ya he visto todo lo que puede ofrecer. Una vez más, cabe señalar que habrá más modos de juego cuando salga a la venta, pero, por lo que he probado hasta ahora, parece un poco limitado y rudimentario.
Esa naturaleza rudimentaria se extiende también a algunas opciones de diseño del juego, ya que el mapa anda escaso de recursos, aunque parezca que tenga muchos a simple vista. Hay árboles que se pueden talar y, como he mencionado antes, unas pocas (muy pocas) vetas de mineral y terrenos en los que cosechar. Sin embargo, al final no harás mucho más que esperar a que tus colonos reúnan recursos para hacer un ejército con el que ganar. A pesar de esto, mi mayor preocupación con The Settlers no es su limitado contenido, sino el ritmo de juego. A diferencia de muchos juegos de estrategia, al ser un título en tiempo real y muy competitivo, no hay botón de avance rápido, lo que significa que hay muchos tiempos de espera durante la partida, y eso puede ser cansado y aburrido.
No me disgusta The Settlers, de hecho, creo que es un concepto bastante interesante y único que no suele explorarse mucho en el sector (Dwarfheim puede ser lo más reciente que se parezca a él). Pero, al mismo tiempo, y ahora mismo, no veo que tenga algo realmente especial, porque le falta profundidad. Puede que la campaña le dé la vuelta a la tortilla; pero, si el modo Escaramuza es lo mejor que nos espera, no os emocionéis demasiado.