The Eternal Cylinder - Nuestro primer encuentro

En sus 12 años de existencia, ya es hecho habitual ver cómo el estudio Ace Team explora conceptos de lo más extraño. Podríamos decir que su mejor título hasta la fecha, Rock of Ages, conjugó a la perfección las mecánicas de un tower defense y las de los juegos de carreras, mientras que el proyecto con el que debutaron, Zeno Clash, era un híbrido de FPS y beat em' up. En su última propuesta, The Eternal Cylinder, también encontramos una mezcla de géneros bastante curiosa que en ocasiones parece una combinación entre Spore y Zelda. Hace poco, tuve la suerte de probar el juego, antes incluso del período de beta abierta (disponible en estos momentos), y pude sumergirme durante tres horas en su primer bioma.

En The Eternal Cylinder, controlas a una raza de extrañas y adorables criaturas llamadas Trebhum que huyen de un cilindro gigante que lo aplasta todo a su paso. Con ese "Cylinder" que amenaza con destruir toda vida a tu alrededor, depende de ti y de tus Trebhums explorar el mundo generado de manera procedimental para intentar detener la masacre. El título propone una historia de supervivencia bastante sencilla, pero un simpático narrador es quien nos la da a conocer, y de vez en cuando interviene para contarnos algo del trasfondo y para guiarnos por el camino correcto.

El juego te obliga a estar en constante movimiento ya que el cilindro, aunque lentamente, siempre va tras de ti, destruyendo todo lo que acabas de visitar. El planeta en el que te encuentras está dividido en diferentes zonas y en todas ellas se ubican unas torres antiguas. Una vez que pasas a través de ellas, pueden detener al cilindro, pero en cuanto quieres avanzar a la siguiente zona, el cilindro comienza a moverse de nuevo y a ir a por ti. Cada zona en la que entras se genera de manera procedimental y tanto la disposición de los diferentes elementos como los enemigos y los alimentos se encuentran en un lugar aleatorio en cada nueva partida.

"Una mezcla de géneros bastante curiosa que en ocasiones parece una combinación entre Spore y Zelda"

A lo largo de tu epopeya, descubrirás varios templos en los que se encuentran los ancianos del planeta y de ti depende descifrar los retos que se te presentan e intentar encontrarlos. Estos templos funcionan casi como los santuarios en The Legend of Zelda, ya que contienen algún puzle no muy complicado y algunas secciones de plataformeo. Aunque estas partes no parecen demasiado difíciles, me gustó el hecho de que introdujesen otras dinámicas de juego en la mezcolanza. Además, es divertido tener que aplicar ciertas mutaciones a mi Trebhum para poder avanzar.

Aparte de preocuparte por un cilindro enorme que te puede dejar más plano que una tabla, también hay mecánicas de supervivencia, así que no puedes descuidar a tus criaturas. Tendrás que usar la trompa para ingerir alimentos y para mantenerte hidratado y también tendrás que tener cuidado con el entorno, como con los abrasadores desiertos, por ejemplo. Lo bueno es que al alimentar a tu Trebhum llenas los niveles de hambre de todo el grupo. De todas formas, me dio la impresión de que disminuían demasiado rápido. Tener que estar moviéndome todo el rato y comiendo plantas y pequeñas criaturas no fue lo más divertido, en realidad, fue algo que me hacía desviarme del objetivo principal.

Por otro lado hay unos cuantos alienígenas de aspecto agresivo que intentarán hacer que formes parte de su menú. Uno de los depredadores con los que nos topamos estaba formado por nada más que un par de dientes gigantes y unas piernas; y otro era similar a un elefante que vomitaba un líquido tóxico. Los diseños de estas criaturas son fantásticos, pero algunas de ellas, debido a su gran tamaño, no me permitían ver con claridad el entorno al huir, lo que provocó más de una muerte que no debería haber ocurrido. Sin embargo, por suerte, las muertes no penalizan demasiado ya que puedes elegir entre reaparecer en el último punto de control y usar el guardado manual o el auto guardado.

Puede que la mecánica más interesante del título sea la de poder mutar a tus Trebhums consumiendo determinados objetos y así poder cambiar su apariencia y dotarlos de nuevas habilidades. Es posible mutar a cada Trebhum de forma individual, así puedes mantener equilibrado el grupo y hacer que unos sean mejores para el combate y otros para las plataformas y la exploración. Una mutación que conseguí hizo que mi Trebhum se volviese de un color verde fluorescente y brillara en la oscuridad, mientras que otra convirtió su cuerpo en un globo y le otorgó la capacidad de flotar. Hay más de 50 mutaciones diferentes y trastear con ellas y probar diferentes combinaciones es increíblemente divertido.

La forma que tiene The Eternal Cylinder de concebir el género de supervivencia es lo que hace que tenga muchas ganas de volver a jugar cuando salga de forma oficial. Lo que ofrece es una mezcla sorprendente de estilos, ya que combina plataformas, puzles y unas mecánicas parecidas a las que tenía Spore en cuanto a las mutaciones, y juntas dotan al título de una gran profundidad. A pesar de todo esto, encontré algunos problemas con la cámara y sus mecánicas de supervivencia me parecieron un poco tediosas. Aun así, quitando algún que otro fallo, estoy entusiasmado por que llegue su salida, que se producirá a lo largo de este año.