The Dark Pictures: House of Ashes - impresiones primera hora

Tras Man of Medan y Little Hope, llega ahora House of Ashes, la tercera entrega de la antología The Dark Pictures. Ya en la última tuvimos una pista sobre dónde se desarrollaría esta tercera parte, y parece que el desierto es todo un acierto.

Continuamos con el mismo inicio que en anteriores ocasiones, el Conservador se encuentra en su biblioteca y, aunque en la demo no se dirige a nosotros, sabemos que es una suerte de consejero de las decisiones que tomamos, y de las consecuencias que éstas pueden traer.

Y cuando el juego comienza tomamos el mando con Nick. Somos un miembro de los marines al que durante un ataque sorpresa enemigo durante la guerra de Irak, cae por un agujero de forma repentina. Una vez nos recomponemos de la caída, vemos que parece haber una red de cuevas que nos lleva a una construcción antigua y olvidada. Nuestro objetivo será encontrar al resto de nuestro equipo y salir de allí. Pero parece que no va a ser nada fácil, porque algo se mueve en la oscuridad, gruñendo. No es humano, y está claro que no nos quiere allí. No podemos verlo con claridad, a veces un movimiento por el rabillo del ojo o una sombra proyectada sobre nuestra linterna en la pared de arenisca. En este punto parece que han combinado conceptos vistos en el cine, como el escenario de El Exorcista: El Origen, o la criatura parcialmente vista, que evoca a ese primer xenomorfo en Alien: El Octavo Pasajero.

Lo primero que vemos es que si en Little Hope ya hablábamos de que la niebla era un personaje más del juego, aquí el negro de la oscuridad y nuestra linterna serán el núcleo fuerte de la experiencia. Da la sensación de que en Supermassive Games han dado un salto importante en cuanto a calidad técnica, tal como nosotros mismos le pedíamos en el análisis de Little Hope, con unos detalles de iluminación realistas y nítidos. Nuestra visión no va más allá de nuestra linterna, que activamos con el gatillo izquierdo y dirigimos hacia donde queramos, y algunas bengalas que lanzaremos, por lo que hay que vigilar bien cada paso.

Al poco tiempo, tras encontrarnos con nuestro compañero, tenemos la elección de contarle que hemos visto algo raro en las cuevas, o transmitirle seguridad para reagruparse con el resto y pedir la evacuación. No parece que sea una decisión trascendental, porque en un par de minutos al encontrar a otros dos miembros del equipo, algo acaba con ellos tirando desde las sombras. Realizamos un QTE, también con interfaz renovada, para intentar calmar a uno de los compañeros, y así evitar que la criatura los detecte. Parece que tenemos éxito, porque tras una ráfaga de disparos la escena se cierra con los supervivientes avanzando por un túnel.

En ese momento cambiamos a Salim, otro personaje jugable. Es curioso porque este es miembro de la guardia republicana iraquí (es decir, el enemigo de EEUU en la guerra) y podremos descubrir seguramente cómo se relacionan adversarios que no tienen ni el idioma en común, pero para sobrevivir deben trabajar juntos. El conflicto personal será interesante porque podremos verlo desde ambas perspectivas. Nos detendremos aquí, ya que aunque la historia sigue un poco más, no queremos arruinar la experiencia de descubrirlo por vosotros mismos.

En House of Ashes parece que el resto de mecánicas vistas en anteriores juegos de la saga están igualmente presentes: Grupo reducido de personajes bien perfilados, toma de decisiones, pulsaciones rápidas de botones, atmósfera asfixiante... pero con un notable lavado de cara a nivel técnico, donde no hemos notado tirones ni movimientos extraños. Parece que este Dark Pictures sí ha hecho los deberes con el feedback recibido, y tendremos una aventura de terror a la altura el próximo 22 de octubre. Nosotros seguiremos probándolo, en las sombras, con mucha expectación...