The Bear - Temporada 2

Cuando devoras series y películas una detrás de otra, es muy fácil que te acabes haciendo un lío. Hay mucho donde elegir en un océano infinito de contenido que no para de expandirse con proyectos muy quemados que no merecen la pena. Por esta razón, es fácil perderse las joyas perdidas en ese océano y The Bear es una de esas joyas imprescindibles que debes ver sí o sí.

La serie gira en torno a Carmy, un joven chef que intenta reconstruir y modernizar el problemático restaurante de su difunto hermano. Cuenta con un elenco de estrellas desconocidas y narra una historia emocionante, llena de tensión y rebosante de ese tipo de estrés y ansiedad habitual tras los fogones de categoría de todo el mundo. Es caótica y ruidosa, pero también es personal y encantadora, con un reparto que, en su conjunto, realiza una de las mejores interpretaciones que he visto en mi vida.

A la cabeza de este fabuloso elenco nos encontramos con Jeremy Allen White, quien interpreta a Carmy. White es la estrella de cualquier escena en la que aparece, acaparando la atención del espectador tanto en los estresantes momentos de cocina como en los más tranquilos de desarrollo de personaje en los que salen a flote los defectos de Carmy. Esto último se ve reforzado gracias a Claire, un nuevo personaje interpretado por Molly Gordon. White estuvo excelente en la primera temporada de The Bear y, lejos de bajar el listón, en esta nueva temporada ha conseguido estar aún más cómodo en la piel de Carmy, comprendiendo mejor quién es y cómo se siente. Esto ha hecho que su interpretación sea mejor aún si cabe.

A estos dos personajes se suman Sydney (Ayo Edebiri), Richie (Ebon Moss-Bachrach), Sugar (Abby Elliott), Marcus (Lionel Boyce), Tina (Liza Colón-Zayas) y Neil (Matty Matheson), entre otros. No es que cada uno de los miembros del reparto y sus respectivos personajes encajen a la perfección en The Bear, sino que su presencia en esta segunda temporada es absolutamente fundamental. No ves a ninguno de ellos pensando «anda, ya está aquí el irrelevante este», ya que esta segunda temporada dedica episodios enteros centrados en el desarrollo de personaje de algunas de estas estrellas secundarias.

Los 20 minutos en los que vemos a Marcus viajar a Dinamarca para que Luca, interpretado por Will Poulter le enseñe sobre postres son unos minutos maravillosos que ni si quedan cortos ni te hacen perder el ritmo. Es un momento que cuenta con un ritmo perfecto y que desvía la atención por un rato del ambiente ajetreado de Chicago (al que terminas acostumbrándote). A pesar de esto, no creo que se trate del mejor episodio de la temporada, ya que creo que ese título corresponde al episodio de Navidad en el que se reúne todo el reparto al puro estilo de los Vengadores. Me pegué nervioso todo el capítulo: Jamie Lee Curtis, Bob Odenkirk, Jon Bernthal, Gillian Jacobs, Oliver Platt, John Mulaney, Sarah Paulson y los típicos Carmy, Richie y Sugar se reúnen en un episodio épico de una hora de duración en el que no se baja el listón en ningún momento y en el que tu ritmo cardíaco no tendrá ni un segundo para calmarse. En definitiva, una hora completa sin parar de sentir cosas. Como puede intuirse, The Bear lleva los ritmos a las mil maravillas. Su creador, Christopher Storer, junto con el resto del equipo han elevado este nivel de brillantez a otro todavía superior, lo que convierte a The Bear en una de las mejores series de televisión del momento.

Antes de finiquitar el tema de las interpretaciones me gustaría volver a hablaros de Richie, la que es para mi la gran revelación de esta segunda temporada. Su evolución hace que pase de ser uno de los miembros más insoportables del equipo (gracias a la fantástica interpretación de Moss-Bachrach, todo hay que decirlo) a toda una estrella. Cada vez que Richie aparece en pantalla es sinónimo de momentazo, ya que saca lo mejor del resto de personajes, llevando las riendas de la serie en los momentos en los que Carmy no está presente.

Pero la cosa no queda aquí, ya que las interpretaciones y el guion no son la única maravilla de The Bear. La escenografía es excelente y la manera de rodar que se usa en la serie te hace sentir como si estuvieras allí: que si en el restaurante, que si cobrando a los clientes, que si Carmy gritándote porque has tardado tres segundos más de lo previsto en preparar un plato... Aunque se trata de una versión dramatizada del mundo culinario, la serie ha hecho sus deberes sin ninguna duda, consiguiendo como resultado un producto auténtico y real. Esto resulta aún más evidente en esta nueva temporada conforme Carmy y el resto del equipo pasan de un mugriento local de comida basura a un restaurante de categoría.

Da igual si has oído hablar de The Bear antes o no. Da igual si te gusta o no la temática culinaria. De verdad, da igual. Tienes que ver esta serie sí o sí. Y punto. Ya la primera temporada me pareció excelente, pero esta segunda se ha superado, ofreciéndome una de las mejores experiencias de la televisión de mi vida. Mi única preocupación es ver cómo se las van a apañar para mantener este nivel de excelencia de cara a una próxima temporada, pero vaya, teniendo en cuenta que no han tenido ningún problema para pasar (y superar) a una segunda temporada, no dudo de que una inevitable tercera temporada será aún mejor.