Tetris (Apple TV+)

Es difícil no sonar como un viejo cínico y amargado cuando se habla del Hollywood moderno y del hecho de que las ideas recicladas parecen primar sobre las originales. Está claro que hoy en día se echa en falta la creatividad, y quizá por eso no sorprende que una adaptación cinematográfica de la historia de Tetris sea más de lo mismo. Lego, Barbie, Transformers, Hot Wheels ¿y ahora esto? Uno se pregunta: ¿qué será lo próximo, Corn Flakes con Adam Sandler como John Harvey Kellogg?

En resumen, me acerqué a la adaptación cinematográfica de Jon S. Baird con una buena dosis de escepticismo, porque aunque la historia subyacente de Henk Rogers y Alexey Pajitnov es realmente interesante, Tetris parecía un proyecto imposible sobre el papel. Taron Egerton, en uno de los papeles principales de la película, no ayuda en absoluto a mejorar la situación, ya que alguien en su sano juicio hizo una audición con este hombre y exclamó alegremente "¡lo queremos a él!". Eso, para mí, es un misterio tan grande como la construcción de las pirámides.

Pero, sinceramente, a pesar de lo extrañamente flojo y vergonzosamente inflado que pueda ser Tetris en su manejo del material original y de lo exagerados y casi caricaturescos que puedan parecer los personajes, era condenadamente difícil dejar de sonreír ante el maravilloso y perfecto caos que se desplegaba ante mis ojos. En resumen, Jon S. Baird ha conseguido lo imposible: ofrecernos una película excepcionalmente emotiva, inteligente y trepidante, aderezada con espionaje, comunismo, intrigas y bloques digitales que se caen.

Tetris sigue la búsqueda del diseñador de juegos holandés Henk Rogers de los derechos del juego titular después de que inesperadamente se lo mostraran en el Consumer Electronics Show de Las Vegas. Fue el momento eureka de su vida, un relámpago salido de la nada, y para Henk estaba claro: Tetris es el futuro con un potencial de ventas aparentemente infinito. Pero, ¿quién tiene realmente los derechos para publicar el título en ordenadores, máquinas recreativas y consolas? Cuando Nintendo entra también en el campo de batalla y pide a Henk que le organice los derechos de su nueva consola portátil Gameboy, las apuestas aumentan considerablemente.

Es el comienzo de un juego del gato y el ratón, una batalla no solo contra el reloj, sino también contra el editor británico Mirrorsoft y el accionista de terceros, Robert Stein. Es un viaje que lleva a Henk al corazón del comunismo, una URSS al borde del colapso en la que Henk se encuentra en rumbo de colisión con el KGB y un amigo inesperado en el creador de Tetris, Alexey Pajitnov, un hombre que es muy consciente del potencial de su creación, pero que también alberga un profundo desprecio por su patria. En la batalla por la creación de Pajitnov, las culturas y las ideologías chocan entre sí.

Tetris es una película fantásticamente equilibrada, y aunque Jon S. Baird se toma libertades con frecuencia y a menudo embellece un poco la verdad, la interpretación que hace de la historia es liberadoramente desenfadada. Taron Egerton brilla como el apasionado Henk, cuya vida se debate entre la familia, el trabajo y las aguas comunistas infestadas de tiburones de la URSS. Su compromiso y encanto son impresionantes, sobre todo durante las numerosas y duras negociaciones a las que se ve obligado Henk con las agencias gubernamentales rusas. Estas escenas, curiosamente, proporcionan algunos de los mejores momentos de ingeniosas bromas de la película, en las que las distintas partes intentan constantemente ser más astutas que las demás.

Junto a Egerton, el resto del reparto también contribuye con convincentes interpretaciones, sobre todo Nikita Efremov como el creador del Tetris Alexey Pajitnov, pero Igor Grabuzov también es encantadoramente encantador como el granuja y jefe del KGB Valentin Trifonov. Toby Jones también está, como de costumbre, fenomenal, y su sentimentalismo tradicionalmente británico encaja a la perfección con el personaje de Robert Stein y las frustraciones que se ve obligado a soportar en las negociaciones con los comunistas y el realmente canalla Robert Maxwell.

En resumen, Tetris ofrece personajes, conflictos y amistades en los que te involucrarás rápidamente. Los antagonistas están diseñados con la dosis justa de exageración y Henk y Alexey representan el corazón de la película con lo que en última instancia roza el puro bromance. Es el alocado y vertiginoso viaje de dos empollones hacia la inmortalidad, mezclando hormigón gris con bloques de colores y estética pop contemporánea. Una furiosa mezcla de caos controlado y alegría en lo que, en última instancia, es una historia de amistad poco veraz pero sensacionalmente emocionante.