Ya sabíamos que el negocio es matar y que, obviamente, matar acaba siendo simplemente un negocio. El futuro que pinta Syndicate, el último y esperado trabajo de Starbreeze Studios, es ciertamente lóbrego. El valor de una vida humana depende prácticamente del chip que lleve implantado en su cabeza, por lo que las políticas de las corporaciones ordenan el asesinato en nombre de los beneficios y las acciones de mercado.
EA retrasó estratégicamente el anuncio de Syndicate para que se apartara del camino de Deus Ex: Human Revolution el año pasado. Son juegos similares en la temática, pero realmente diferentes cuando hablamos de jugabilidad. Ya lo habíamos presagiado, pero es algo que queda especialmente patente cuando juegas en la modalidad cooperativa de Syndicate.
Como si la suerte fuera también co-op, este modo de juego fue el centro de atención en el último evento al que atendimos en Estocolmo, a menos de una hora de las oficinas donde se afinca Starbreeze. Las misiones cooperativas se describen como inspiradas en el juego original, pues ponen a jugar a cuatro participantes o agentes en misiones en las que deben robar secretos de otras corporaciones (todas son malas, así que no te sentirás mal). El jugador es un agente que trabaja para una nueva corp, Wulf Western, que desea tragarse toda la competencia que pueda lo antes posible. En total habrá hasta 9 misiones co-op en la versión de lanzamiento de juego, todas tomadas del título original, y en esta cita pudimos jugar un tercio de ellas.
El primer mapa que jugamos fue Europa Occidental (ese mapa que ya puedes probar en la versión demo para PSN y Xbox Live). Es el primer capítulo de la campaña cooperativa, así que va directo al grano. No es que los otros sean demasiado complicados, pues aunque hay diversas decisiones tácticas, nunca debes tomar grandes decisiones estratégicas en plena acción. Las estrategias se emplean cuando usas puntos para mejorar a tu agente o sus chips, aplicaciones de hackeo y mejoras de armas. Lo que sí nos echó un poco para atrás fue la complejidad del sistema de liberación de elementos y cómo debes ir progresando. Cosas como el auto-apuntado son realmente mejoras, y mientras vas avanzando para equipar a tu agente con diversas aplicaciones de violación, van surgiendo estilos de juego más avanzados a tu disposición.
A primera vista, el co-op de Syndicate es muy parecido al juego Brink, sobre todo si te fijas en cómo se mueven los personajes o en el énfasis en el juego de equipo, pero también hay elementos que diferencian esta experiencia. Una vez más, la forma en que se emplean las tácticas avanzadas durante las batallas de Syndicate es algo que destaca y que no encontrarás en otro juego.
El siguiente mapa, Colorado, pedía que transportáramos cierto material de contrabando hasta un helicóptero que esperaba. Eran cuatro paquetes, uno para cada jugador, pero como sólo puedes usar una escopeta mientras llevas los paquetes, había que irse turnando para cubrir a los compañeros consecutivamente. Una comunicación regular por nuestra parte resultó en que no hicimos precisamente el mejor trabajo en esta sección del nivel. Según nos adentrábamos en el nivel, fuimos desactivando algunos controles en una terminal, a la vez que nos enfrentábamos a varias oleadas de enemigos. La modalidad de juego tiene una gran sensación de propósito, y si siempre queda claro lo que hay que hacer: tu chip te ofrece objetivos y flechas, y transmite el 'feeling' de que parte de ti es una máquina. Tu DART sobreimpreso te permite ver y 'violar' enemigos que podrían no estar en tu campo de visión más evidente, y es útil si enfocas el juego de forma cautelosa. Sin duda, es un aspecto que nos gustaría explorar a fondo, una vez esté disponible el juego completo. De momento, nos limitamos a correr y tirotear.
El juego te obliga, sí o sí, a jugar como un equipo. Aunque hay aplicaciones de hackeo que te permiten escudarte o curarte, no puedes ir por ahí por tu cuenta y siempre debes asegurarte de que puedes ver y violar (curar) a tus compañeros de equipo. Si caen, puedes reinicializarlos corriendo a su lado e iniciando un hackeo: lo bueno aquí es que no necesitas quedarte pegado a ellos durante el proceso, así que correr, iniciar el reinicio y salir por patas es una buena táctica para evitar que te maten mientras realizas tareas médicas.
Finalmente, el mapa que quedaba en el evento era Argentina. Se trata del penúltimo mapa de la campaña cooperativa, y como tal ponía las cosas difíciles hasta en la dificultad más baja. Nuestro squad fue derribado en varias ocasiones al principio, cuando nos acompañaba algún tipo de vehículo sin nombre o almacén de munición rodante (no sabría muy bien cómo denominarlo). A cierta altura nos enfrentamos a un complicado enemigo blindado, delatando la erosión de nuestras tácticas. Después de un par de intentos asumí el papel de violar la armadura del enemigo, todas las veces que podía, mientras también intentaba acceder (sanar) a mis compis de equipo, según iban cayendo por adoptar una estrategia más directa. A estas alturas me quedé sin munición, y aunque luego me contaron que había cajas por ahí cerca, me centré únicamente en mantener a mis colegas con vida y en evitar el daño. Hay que destacar que curar a tus compañeros te otorga una jugosa cantidad de puntos (de esos que se usan para las mejoras).
Es fácil divertirse con el modo cooperativo de Syndicate: la hora que jugamos se me pasó volando. Podría parecer bastante brutal y una experiencia co-op muy directa, pero pronto adviertes que tiene mucho más. Esperamos que funcione realmente como un buen camino alternativo respecto a la campaña en solitario del prometedor Syndicate.
Más impresiones sobre el co-op de Syndicate en el siguiente vídeo exclusivo de Gamereactor/GRTV: