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Subiendo de nivel: habilidades y destrezas del gamer

"Transcend Humanity": Estudiamos junto a OMEN cómo el videojugador entrena diversas destrezas de forma natural para destacar sobre la media.

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Subiendo de nivel: habilidades y destrezas del gamer
El nuevo OMEN 15 presenta una imagen más elegante para que cualquier ser humano "suba de nivel".

Atrás quedaron los tiempos en los que los videojuegos se veían como poco menos que un invento del diablo. Más de cuatro décadas a sus espaldas siguen siendo 'pocos' años para cualquier industria que se considere completamente consagrada en todos los estratos de la sociedad, pero es madurez de sobra para demostrar el impacto positivo que han tenido, están teniendo y tendrán en diversos ámbitos, desde el empleo hasta la cultura y el arte, pasando por los beneficios que advierten los propios jugadores dado su carácter interactivo y su capacidad de implicación personal. Es en este último aspecto en el que nos queremos centrar hoy, aprovechando la iniciativa "Transcend Humanity" de OMEN.

OMEN Transcend Humanity: jugadores como seres humanos que suben de nivel

Puede sonar a ciencia ficción, quizá a escalofriante episodio de Black Mirror, e incluso la propia marca lanza un mensaje en tono relativamente vacilón para presentar esta campaña:

"Bienvenidos a un plano nuevo y exclusivo que pueden alcanzar los humanos normales acentuando sus destrezas mediocres a través del gaming. Nunca es tarde para transcender la humanidad".

Por supuesto que esto no se refiere al transhumanismo, ni a Matrix, ni a acoplarse aumentos corporales al estilo Deus Ex o Detroit: Become Human, pero hay algo muy cierto en el trasfondo de este eslogan: los jugadores habituales desarrollan cantidad de habilidades con el simple hecho de disfrutar de sus títulos favoritos.

Es un mensaje que OMEN concibió en 2019 y que ha ido desarrollando a nivel mundial en los últimos meses, y también un concepto con el que nos podemos alinear fácilmente en Gamereactor. Recordaréis aquel magnífico spot televisivo de "Achieve Gamefulness", del que ya se cumple un año. Pues bien, era parte de una campaña para mostrar a la masa social más escéptica (los que siguen pensando que jugar es una pérdida de tiempo) cómo los más de 600 millones de jugones chinos alcanzan un nivel de concentración superior con el simple "entrenamiento" de practicar su hobby favorito.

Subiendo de nivel: habilidades y destrezas del gamer
Parte de la campaña "Achieve Gamefulness" de OMEN.

Esto ahora se expande a todos los beneficios de los videojuegos, más allá del evidente aumento de la capacidad de concentración. A este respecto concreto, es interesante observar cómo la mayoría de títulos, desde los que exigen reacciones instantáneas milimétricas, a los más tranquilos y contemplativos, suponen un ejercicio ideal para las generaciones actuales, cada vez más incapaces de mantener la atención durante varios minutos seguidos. No es algo exclusivo de la mal llamada "ADD Generation" (generación del trastorno del déficit de atención y TDH), sino que demuestra a usuarios de todas las edades lo bien que sienta verse inmerso en los mundos virtuales sin el habitual martilleo de tareas por hacer, notificaciones y otras distracciones, de las que nos hemos querido rodear poco a poco en el mundo real.

Pero, ¿cuáles son todas las destrezas adicionales más allá de esas "mentes perfectamente concentradas" que destacaba el vídeo de OMEN? Podríamos enumerarlas y poner ejemplos de los juegos que las estimulan, pero siempre nos quedaríamos cortos (hay innumerables estudios y teorías sobre la materia) y vosotros, queridos lectores siempre atentos, también terminaríais perdiendo el hilo.

En lugar de ello, imaginemos, en la línea de ciencia ficción impuesta por OMEN Transcend Humanity, cómo es ese gamer venido del futuro próximo como ser humano, cómo ha evolucionado con los beneficios aportados por sus prácticas videolúdicas (una pena que los caracteres adquiridos no sean hereditarios, aunque ya veremos qué pasa con eso, amigo Darwin).

Nuestro gamer venido del futuro es nuestra gamer. Una chica que podría parecerse a Julia "Juliano" Kiran, por ejemplo, capaz de competir al máximo nivel contra cualquier rival o de divertirse con juegos de cualquier género. Una jugadora nacida cuando los videojuegos ya eran para todos los públicos, sin importar edad, sexo o identidad.

Subiendo de nivel: habilidades y destrezas del gamer
OMEN rediseñó su imagen este año para mostrarse como una marca más etérea e inclusiva con usuarios de todo tipo e intereses, pero manteniendo la potencia exigida por los 'hardcore gamers'.

Esta jugadora desarrolló su psicomotricidad fina por delante de sus compañeros, porque aparte de las actividades de educación infantil y de toquetear la tablet como todos sus amigos, desde los 3-4 años empezó a jugar con dispositivos de entrada independientes de la pantalla táctil. Imaginad que probaba Minecraft en un OMEN 15: empezó a ver cómo sus acciones en teclas, ratón, sticks y botones tenían respuesta inmediata en el monitor, y así comprendió cómo funcionan tantas otras cosas y se vio lista para manejarlas. Por supuesto, a nivel creativo veía que podía llevar las construcciones que solía hacer con LEGO a una escala impresionante e ilimitada, para luego compartirlas con los demás.

Al mismo tiempo, afinó su orientación, su visión espacial y su capacidad de leer mapas ya en la infancia. Desarrolló las capacidades cognitivas para ordenar objetos tridimensionales en el espacio simplemente jugando, y así estimuló su curiosidad e incluso generó ciertas inquietudes profesionales para la edad adulta.

En la línea de lo afirmado por otro estudio reciente en Reino Unido, nuestra jugadora es capaz de leer más y mejor, y también ha desarrollado su propia escritura y expresión oral tras verse fascinada por los relatos de ciertas aventuras. No solo eso: sentirse en primera y tercera persona dentro del mundo de juego le hace empatizar con personajes dispares y comprender que muchos están compuestos de colores y muchos tonos de gris. Las experiencias narrativas interactivas cambian su juicio sobre los demás, y las ramificadas le permiten valorar causa y efecto.

Pero los personajes no solo son virtuales o guionizados. Sus relaciones sociales con personas reales también se ven enriquecidas con el aporte de sus amigos en línea y en local, jugadores de todo el mundo que se unen en partida para competir y cooperar, con los que entiende en español y también en inglés, mejorando sus idiomas desde casa sin esperar a viajes o intercambios. En estas comunidades descubre y valora el trabajo en equipo, la asunción de roles y el mejor espíritu deportivo y competitivo. Además, el contenido generado por los usuarios le abre un nuevo abanico de sensibilidades artísticas y formas de expresión.

Subiendo de nivel: habilidades y destrezas del gamer
Ahí lo tienes, "transcendiendo la humanidad". El gamer del futuro está en el presente, desarrollando múltiples destrezas mientras se divierte, casi sin enterarse, para subir a nivel Humano 2.0.

Fuera del entorno laboral o educativo, el mundo de juego sirve a nuestra gamer del futuro próximo para encontrar nuevas formas de aprendizaje, progresión y superación. Transciende las burbujas competitivas del día a día para aprender a saber perder y a saber ganar, para marcarse objetivos de otra forma y organizar mentalmente las tareas. Desarrolla su memoria, agiliza la toma de decisiones y amplifica su inteligencia emocional. A lo tonto, la posiciona para el teletrabajo y la multitarea muy por encima de la media en su entorno.

Desde niña, antes de cumplir 10 años, como el piloto de Fordzilla Abel Torres, esta gamer ha aprendido a conducir en un entorno totalmente seguro. Los simuladores de carreras, vuelo e incluso de aspectos sociales y de gestión de recursos le preparan para la vida real mucho antes y mucho mejor que la mención fugaz en los libros de texto, y lo mismo pasa con cantidad de cálculos y estimaciones relacionadas.

Y no hemos mencionado la Realidad Virtual. En su OMEN Reverb G2 se ha metido en la piel de astronautas, científicos e incluso personajes históricos. Y en los momentos de escapismo ha encontrado nuevos estímulos sensoriales en Tetris Effect y ha mejorado sus reflejos, su coordinación y su forma física bailando con Beat Saber.

Este gamer del futuro en realidad se está desarrollando desde hace unos años, en el presente, y ya ha roto los arquetipos del sector. El mensaje de OMEN Transcend Humanity tiene el toque de ciencia ficción y la broma de los "humanos normales" que se quedan atrás con sus "habilidades mediocres". Pero quizá no es tanta broma, y pensad que aquí solo hemos recogido una serie de "mejoras" adquiridas por nuestra jugadora modelo venida de pasado mañana. Los beneficios más allá de la diversión (y potenciados junto a ella) son evidentes, y los usuarios que se desarrollan jugando se empiezan a mostrar más ágiles, veloces, ingeniosos, e incluso más jóvenes de cuerpo y mente. Ahora solo nos queda pedir o soñar con que el OMEN Command Center, centro de mando de todos los equipos de gaming de la marca, terminará registrando todos estos progresos en una interfaz para sus usuarios. ¿Demasiado futurista? Al tiempo.

Para más información sobre los valores positivos de los videojuegos, os recomendamos la iniciativa The Good Gamer de AEVI, dirigida a padres, profesores, médicos e instituciones.



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