Análisis de Street Fighter X Tekken

Estas cosas no pasaban antes, pero vaya que si habrían molado. A mediados de los 90, en pleno brote de los juegos de lucha poligonales, series como King of Fighters depuraban su fórmula probada para seguir acaparando atención en los salones recreativos. Se vivía una especie de transición: de los tradicionales y enormes sprites saltarines a los golpes lentos y llaves realistas con los pies en el suelo (de escenarios desolados). Como toda transición, esta coyuntura provocó emociones de todo tipo y la explosión definitiva del género. Había jugadores que seguirían fieles a Ryu y repudiarían traiciones como Street Fighter EX. Otros se sentirían más cómodos o "en la onda" apuntándose a las modernas 3D de Virtua Fighter, Dead or Alive o Soul Edge. Todos probarían nuevas técnicas y vivirían una época difícilmente repetible.

Si le hubieras contado a uno de aquellos chavales que casi veinte años después se cruzarían dos de las series de lucha más queridas de la historia, se habrían congelado como Kartman hasta marzo de 2012.

Street Fighter X Tekken es una realidad desde el mes pasado. Básicamente, y como siempre han dejado claro sus compañías responsables, se trata de un juego de lucha por parejas que sigue el estilo y las reglas de la serie de Capcom. Para el juego 3D estilo Tekken con personajes de Street Fighter habrá que esperar algo más (2012 es "el año de Tekken" y Namco tiene mucho lío antes del crossover). Este primer cruce podría definirse en líneas generales como un Street Fighter IV por equipos y con luchadores invitados de la serie Tekken, también manejados al estilo Street Fighter. Aun así, ahora veremos que esa definición se quedaría incompleta.

Resulta que el nuevo sistema por parejas y los toques de Tekken separan a este juego de Street Fighter IV, otorgándole una personalidad propia. A lo mejor el ritmo y los movimientos típicos resultarán familiares a los acostumbrados a Street Fighter, pero el factor 'cross' impregna toda la experiencia. Sin tener mucho que ver tampoco con la serie Marvel vs Capcom, las peleas suben una marcha en todos los sentidos.

Aquí, todo va de las técnicas 'cross'. Como no cambies tu forma de luchar, estás muerto. Aunque parezca una incorporación arriesgada, la idea es que este juego aporte algo nuevo y distinto, y Capcom ha tenido muy claro que todo tiene que partir de estos cambios en el sistema de lucha. No puedes jugar como lo hacías en Street Fighter, y mucho menos al estilo Tekken. Creemos que es algo muy bueno.

En Street Fighter X Tekken deberás estar pendiente de la barra de cross y del estado de tu compañero. Puedes terminar una combinación lanzando al enemigo hacia arriba, para que rápidamente llegue tu pareja, te dé el relevo y siga el combo. Puedes, como en cualquier juego por parejas, cambiar cuando estás sufriendo e intentar responder con tu pareja mientras te recuperas. Los ataques especiales se pueden combinar de forma espectacular, e incluso se puede sacar a la pareja en "piloto automático" para pegarle al rival en un injusto y apabullante dos contra uno.

Si antes hablabas de "focus", "super" o "ultra", ahora tienes que pensar en las artes de equipo sí o sí. Para ayudarte a digerir los cambios en el sistema de lucha, Capcom ha preparado un estupendo tutorial, sin duda uno de los puntos estelares del juego. Además, la forma de llevarlo es amena y cachonda: Dan abandona el eterno papel de 'sparring' para convertirse en tu mentor, explicándote paso a paso todas las técnicas sin dejar de decir tonterías. Este tipo de entrenamientos debería incluirse en más juegos de lucha.

De todos modos, aunque tengas claras las nuevas técnicas y te manejes con los juegos de lucha, SFxT es complicado de dominar. La cantidad de personajes y las combinaciones posibles con cada uno o por parejas alcanza números mareantes, y el juego no levanta la mano a las primeras de cambio. Quizás asuste a los jugadores eventuales o primerizos en el género, pero sin duda tiene mucho valor escondido a la larga. Es un arma de doble filo.

La pena es que los que realmente consiguen hacerse maestros de este sistema por parejas no lo tienen nada fácil para demostrarlo online. No se trata de una cuestión de competencia, sino de un código de red otra vez limitado y fallón. Si eres de los que entrenan para ganar por Internet, te advertimos que esto no es SSFIV: alguien ha olvidado pegar aquel código y han puesto uno que deja mucho que desear, estropeando el resultado general.

Hablando de temas técnicos, en primer lugar sorprende la cantidad de detalles y efectos que aparecen en pantalla. Todo ese espectáculo es difícil de creer, pues pone el doble de carne en el asador que el juego sin parejas, sin perder soltura y ganando complejidad. Del lado negativo, hay que pagar unos tiempos de carga son bastante desagradables y cortan el punto.

Artísticamente, aunque las animaciones son aún más exageradas y desternillantes (muchísimas creadas para la ocasión), quizás el resultado general ha quedado algo sucio, con algunos efectos fuera de lugar y una música rara y machacona, que no acaba de honrar a unas melodías legendarias. Finalmente, aunque es loable el esfuerzo por equilibrar dos creaciones tan distintas (y es gracioso ver a los personajes de Tekken 'streetfighterizados'), el plantel de Namco pierde mucha fuerza sin el apoyo de sus responsables.

Señor Harada, Ono-san ya ha hecho su "first attack". Es divertido, espectacular, tiene un genial estilo propio y está a la altura de los sueños de aquellos chavales. Ahora le toca a su equipo Tekken responder. Y nosotros, encantados de disfrutar de lo que salga.