Análisis de Starcraft II: Nova Covert Ops Mission Pack 1

Hace años que Blizzard anunció Starcraft: Ghost, un videojuego con un aire a Splinter Cell ambientado en el universo Starcraft. En este, jugabas con el personaje de la agente fantasma Nova y podías combinar una mezcla de escurridizos movimientos de sigilo con poderes psiónicos para luchar contra tus enemigos. El juego parecía enormemente prometedor, pero el desarrollo descarriló y Blizzard acabó aparcando el proyecto.

Desde entonces, Nova ha aparecido en un papel secundario en Starcraft II y también se podía jugar con ella en Heroes of the Storm. Sin embargo, han pasado ya 11 años desde que frenaron Ghost y es ahora cuando Nova consigue convertirse por fin en la estrella de su propio lanzamiento.

Dicho lanzamiento se trata de Starcraft II: Nova Covert Ops, un pack independiente de misiones DLC al que puedes jugar sin tener en cuenta los juegos o expansiones de Starcraft II que tengas. Este título ofrece un total de nueve misiones repartidas equitativamente en tres paquetes, el primero de los cuales ya se encuentra disponible.

Nova Covert Ops es Starcraft II en estado puro. Igual que sucede en el juego principal, las misiones varían entre aquellas en las que tienes que construir tu base para congregar un ejército y derrotar al enemigo, y entre otras en las que tienes que controlar únicamente a un héroe, probablemente junto a otras unidades básicas.

Las misiones de la base suelen tener algún tipo de trucos, como por ejemplo tener que defenderte de un montón de enemigos Zerg, solo que los Zerg se desplazan a través estrechos cañones y esto te permite jugar con la ventaja de usar las zonas altas. Es una fórmula que ya conocerás si has jugado a otros juegos de Starcraft II y es fácil de entender por qué los diseñadores se habían atascado, dado que por muy obvios que parezcan, estos trucos se aseguran de que exista cierta variedad en un tipo de juego que, de otra manera, podría parecer bastante monótono.

Sin embargo, hasta ahora las mejores misiones son aquellas en las que controlas solo a Nova. Como ya hemos mencionado, se trata de un personaje con raíces en videojuego del tipo Splinter Cell que nunca llegó a ver la luz, y esas raíces se hacen patentes enseguida. Puede que a Starcraft se le pueda etiquetar como un juego de estrategia en tiempo real, pero Covert Ops tiene verdaderas misiones de sigilo en las que tienes que ir escabulléndote sin que te detecten, a la vez que vigilas a las unidades que pueden ver a través de tu traje de invisibilidad y evitas sus campos visuales.

También hay un par de momentos bien ejecutados en los que los desarrolladores hacen alarde de la flexibilidad del motor de Starcraft II. Por ejemplo, hay una secuencia de escape que podría haber funcionado perfectamente como intro, pero sin embargo los desarrolladores optaron por convertirla en una secuencia típica de un 'shoot them up'. Volvemos a lo mismo, la variación parece haber sido un aspecto clave para los diseñadores.

Igual que en los anteriores juegos de SC2, tienes la opción de modificar tus unidades entre cada misión. Tanto Heart of the Swarm como Legacy of the Void le dieron un giro a esta idea con respecto al juego base Wings of Liberty, y Nova Covert Ops sigue esta línea. Si persigues a objetivos secundarios y exploras el mapa, te irás encontrando equipamiento que te permite cambiar las habilidades de las diferentes unidades. Uno de ellos te permite ponerle cohetes aceleradores a los tanques de asedio, lo que hace que sean capaces de escalar acantilados (lo cual resulta bastante útil). Puedes ir intercambiando este equipamiento entre distintos tipos de unidades cuando no estés en una misión y, aunque no todos los tipos de herramientas son válidos para cada unidad, existen bastantes opciones.

El primer capítulo de Nova Covert Opts solamente cuenta con tres misiones y puede parecer una experiencia más bien breve que puedes terminar en hora y media o dos horas de juego. No obstante, está genial que puedas comprar el pack de tres misiones por unos 15 euros.

Nova Covert Ops mantiene el nivel de entretenimiento que introdujeron los otros tres juegos de Starcraft II y simula bastante bien sus valores de producción, incluso si "solamente" se trata de un paquete DLC. Si disfrutaste las campañas en solitario de Starcraft II, esta entrega es algo que no puedes dejar pasar.