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Star Wars: Squadrons

Análisis de Star Wars: Squadrons

Es hora de abrocharse los cinturones y luchar para ambos bandos tras la Batalla de Endor en una galaxia muy, muy lejana.

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Star Wars: Squadrons

Squadrons es una nueva esperanza de EA para sacarle el mejor partido a su licencia para hacer videojuegos de Star Wars, y tras passarme la campaña y librar unas cuantas batallas multijugador antes del lanzamiento esta misma semana, celebro poder contaros que este nuevo juego de naves está en muy buena forma, si bien no alcanza la potencia necesaria como para hacerse el corredor de Kessel en menos de 12 parsecs.

Lo primero es lo primero: me puse el casco y me abroché los cinturones para vivir la campaña de cabo a rabo. Durante sus 14 misiones conducidas por la trama (16 si incluyes el prólogo de dos partes), invita al jugador a irse poniendo de ambos bandos de la división imperial. Así, la historia puede ofrecer las perspectivas de la Nueva República (que son básicamente la Alianza Rebelde con un nuevo nombre desde que se cargan la Estrella de la Muerte y al Emperador Palpatine) y de lo que queda del Imperio. El relato está bastante bien, pero al ver que podría haber sido una evaluación brillante y llena de matices sobre la humanidad que muestran los soldados de ambas facciones, no alcanza ese nivel de emoción y complejidad. De hecho, aunque hay momentos entretenidos, la facción del malvado Imperio b̶r̶i̶t̶á̶n̶i̶c̶o̶ termina pareciendo más caricaturesca que auténtica.

Las conversaciones in-game entre pilotos son, de largo, el recurso mejor empleado para describir las personalidades de tus aliados. Vale que puedes darte una vuelta por el hangar y charlar con los PNJ entre misiones, pero no son conversaciones reales ni hay opciones de diálogo; simplemente ves cómo un personaje solitario te suelta un monólogo o te conformas con presenciar la conversación de otras dos personas. Está bien, y algunas de las historias de trasfondo enlazan muy bien con los acontecimientos que todos conocemos, pero la ausencia de un intercambio real entre tru personaje y los demás hace que este juego sea tan interactivo a nivel narrativo como una audioguía.

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Las misiones de la campaña en sí no son nada de la otra galaxia en cuanto a shooter espaciales se refiere, pero como le ha pasado a esta licencia con otros géneros, el envoltorio de Star Wars hace mucho, mucho para mejorar sensaciones y ambientación. De hecho, diría que todos esos elementos tan familiares me ayudaron a mantener mi interés y seguir la campaña con una implicación que no creo que hubieran conseguido con una nueva IP de la que no conociera el universo.

La campaña me llevó unas 10-12 horas de juego, aunque estoy seguro de que algunos se la pasarán mucho más rápido. Dicho esto, si te planteas completar todos los objetivos secundarios, escuchar todos los monólogos de todos los otros personajes entre misiones, o superar el modo "difícil", podrías extender ese tiempo de juego total unas horas. Dicho esto, en mi opinión la dificultad "normal", con la experiencia de piloto estelar estándar (es decir, manteniendo algunas indicaciones en la interfaz y evitando el modo sin ayudas que está dedicado a los fans más puristas de los simuladores de vuelo) ofrece una experiencia bien equilibrada, con un par de picos de dificultad por el camino.

En el Modo Trama vuelas para dos escuadrones, el Vanguard de la Nueva República y el Titan del Imperio. Cada nave de las facciones tiene una especialidad y deja una sensación diferente a los mandos. Por ejemplo, los Cazas Tie y Ala-X son más todoterreno para hacer un poco de todo, pero luego cada bando también cuenta con interceptores, bombarderos y naves de apoyo. Igual que en juegos como Elite: Dangerous, es muy fácil reequilibrar los sistemas de la nave para que se ajuste mejor a tus necesidades inmediatas, por lo que si estás recibiendo daño y necesitas más potencia en tus escudos o motores, con un botón estarás derivando energía para potenciar ese sistema. Del mismo modo, si encaras un ataque frontal, puedes canalizar la potencia adicional a los láseres para máximo impacto. Entre misiones, también puedes intercambiar varios sistemas de naves para ser más efectivo en ciertas tareas. Parece una configuración bien balanceada, pues cada pieza nueva viene con sus pros y sus contras que deberás sopesar.

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El multijugador consiste en dos modos, el típico duelo a muerte por equipos (Refriega) y uno más estructurado denominado Batallas de Flotas. Sinceramente, creo que por ahora me gusta más la simplicidad de los combates estándar, pero las Batallas de Flotas introducen un interesante cambio de ritmo, sobre todo si formas parte de un buen equipo que sepa comunicarse. De hecho, aunque sean unos pocos comentarios por el intercomunicador, ya marca una gran diferencia, pues no solo ap orta a la inmersión, sino que dota a tu equipo de una ventaja táctica crucial. Volviendo al modo Refriega, es muy intenso y espectacular, y te permite centrarte en los fundamentos de la batalla -así lo prefiero yo- porque en cuestión de segundos estás entrando y saliendo del peligro, alineando disparos con la mejor puntería posible y sintiéndote... pues eso, todo un piloto estelar.

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Las Batallas de Flotas se van moviendo por varias fases en la misma partida, y toca ir equilibrando la moral del equipo con el ataque a diversos objetivos. Cuando la moral está bien alta, todo el equipo puede pasar a la siguiente tanda de objetivos, lo que genera una sensación de tira y afloja muy curiosa en la acción. Las partidas también son más largas, pero eso de que estén divididas por fases significa un flujo de juego muy distinto, aunque a veces parezca que están reteniendo vuestro ataque porque sí.

La selección de planetas y localizaciones está bastante bien, incluyendo algunos telones de fondo ciertamente apabullantes. Los mejores, además, se reutilizan en el multijugador, desde detalladas bases metálicas que destacan sobre el oscuro espacial hasta campos de asteroides o una zona repleta de efectos ambientales chulísimos. Naturalmente, las naves son las verdaderas protagonistas del show, y quizá son mi aspecto favorito de todo el juego, desde sus diseños emblemáticos hasta sus interiores auténticos y elaborados. Como fan de los antiguos juegos de naves (como Star Wars: Tie Fighter), no podría pedir mucho más en cuanto a presencia y sensaciones, y como era de esperar los efectos de sonido, la banda sonora y el trabajo de audio en general no son más que la guinda del pastel audiovisual.

Existe un sistema de ranking que sirve para soportar la porción multijugador del juego. Aquí, lógicamente, cuanto mejor lo hagas, más escalarás en las clasificaciones mundiales online. Puedes ver tus estadísticas generales o intentar una serie de desafíos concretos para conseguir marcar puntos adicionales que luego puedes gastar en múltiples accesorios puramente estéticos. Lo que es más, también puedes invertir una moneda in-game diferente para desbloquear nuevas partes de las naves o mejorar su capacidad. Por último, es posible decorar el casco de las naves y también de sus cabinas. Como todo esto va sin microtransacciones y los accesorios parecen muy molones, todo es bienvenido.

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Un añadido de valor para los que quieran perfeccionar su pilotaje fuera de la campaña y el multijugador es la zona de entrenamiento en la que puedes ajustar el reto según tus necesidades. De hecho, si no necesitas el contexto argumental o el pique con otros jugadores, aquí también puedes pasarlo muy bien. Quizá deberían desarrollar esta porción del juego un poco más; en un universo ideal los jugadores tendrían más control y podrían hacer sus propias misiones de desafío para luego compartirlas con la comunidad. A lo mejor está en los planes post-lanzamiento, pero algo así habría potenciado la rejugabilidad ya de salida.

Aunque el juego está bastante pulido a nivel técnico, como cabe esperar de las compañías implicadas, hay que decir que no viene sin fallos. Tuve que reiniciar un par de checkpoints porque no se completaban los objetivos, en una ocasión no pude controlar mi nave y en la Misión 12 todo el juego se quedó colgado, forzando un reinicio. La verdad es que perdí unos minutos de progreso y poco más, así que fue más una puñeta que una molestia constante, pero advertí que el juego se queda un poco pillado nada más cumplir los objetivos (seguro que tiene que ver con el punto de guardado), aunque no descarto que todo esto también tuviera que ver con mi PC.

Quitando algunas imperfecciones técnicas, Star Wars: Squadrons me ha mantenido entretenido durante toda su campaña y también me lo he pasado genial en su multijugador, sobre todo en el modo más sencillo de las Refriegas. Teniendo en cuenta que no es un lanzamiento a precio completo, tiene contenido suficiente para echar unas buenas horas, aunque pensaba que a EA Motive se le habrían ocurrido algunas ideas adicionales para ampliar el interés de los modos multiplayer, en pos de la variedad y la longevidad. Dicho esto, la esencia del juego, la experiencia en la cabina, es la gran baza de Squadrons, tanto que creo que podría ser la base para algo más grande en el futuro.

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07 Gamereactor España
7 / 10
+
Gran sensación dentro de la cabina, un buen diseño de misiones que cobra vida con la temática Star Wars, el multijugador engancha.
-
Parte de la narrativa es demasiado rígida, algunos problemillas técnicos, le vendrían bien más opciones multijugador.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Mike Holmes

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