Spectra es un juego arcade decente, basado en conseguir la máxima puntuación posible y respaldado por una banda sonora espectacular de la mano de Chipzel, de Super Hexagon. Como en el juego de móvil, el trabajo de esta artista de Irlanda del Norte le aporta a la partida mucha energía y un toque ochentero; mientras que la estética del juego, simple a pesar de estar llena de luces de neón, intenta conseguir lo mismo en el aspecto visual.
Aunque las pistas del juego se generan por procedimientos a partir de la banda sonora, no se ve la misma fusión de actividad, gráficos y música que en Rez HD, por ejemplo, y tampoco se nota esa vibrante corriente de fondo que unía la música con los gráficos en otro trabajo destacado de Tetsuya Mizuguchi, Lumines.
En ese aspecto, Spectra se acerca más a la colaboración de Studio Liverpool con DJ Sasha en Wipeout 3; la música acelera el pulso de la acción que ocurre en pantalla. Aunque por su estilo es fácil compararlo con Tron, a veces Spectra es como un Wipeout de la generación Pac-Man: consiste en hacer carreras con una nave anti-gravedad por pistas simples, engullendo cubos dorados y evitando las barreras que podrían acabar contigo.
El juego ofrece 10 pistas, y se desbloquean trayectorias distintas si consigues superar cierto porcentaje de la actual. Completar estas diez desbloquea el modo Hardcore: la música y la pista son las mismas, pero hay muchas más barreras. Otro paralelismo con un juego de música: hace pensar en el modo Difícil de Guitar Hero.
La aceleración de la nave se escapa a tu control: de lo único que te tienes que preocupar es de guiarla a izquierda o derecha por cada pista de dos carriles. A la conducción de la nave le falta un poco de refinamiento, ofrece una precisión controlada similar al esquí de slalom.
La idea es zigzaguear constantemente, esquivando las barreras hexagonales y recogiendo cubos para aumentar tu puntuación. Los cubos que recoges tardan un poco en sumarse a tu puntuación total; si chocas contra una barrera antes de que lo hagan, los pierdes.
Se trata de encontrar el equilibrio y sopesar riesgo y recompensa en meros segundos. Golpear los paneles de bonificación aumentará el multiplicador de puntos, pero te restará tiempo para reaccionar a los peligros que vengan después. Si te acercas lo suficiente a las barreras recibirás puntos extra (y notarás una suave vibración en los gatillos del mando). También hay cubos metidos entre varias barreras, y en niveles superiores hace falta tener una coordinación de tiempo casi sobrehumana para conseguirlos.
Es un concepto simple, y ya ha habido varios juegos arcade muy adictivos que han partido de ideas similares. Sin embargo, mientras que otros títulos acompañan la acción 'old-school' con elementos modernos, Spectra no añade nada a su premisa inicial. Debido a esto, parece un juego muy básico.
Las pistas son visualmente idénticas. Además, incluso sin tener en cuenta que los controles no son perfectos, algunas zonas parecen imposibles de atravesar, con barreras tan cerca unas de otras que si chocas con una, sabes que vas a chocar con varias. Parece inevitable chocar con ellas, y en el peor de los casos, te sales de la carrera, caes al campo de estrellas y de vuelta al principio.
Hay dos indicadores de tu tiempo en la pantalla: un medidor del porcentaje que has completado y una cuenta atrás que indica lo que queda hasta el final de la pista; pero por raro que parezca, las carreras no tienen un fin visible. Aunque llegamos al 99.9% completado, todavía había barreras y cubos dorados ante nosotros. Esto resulta en una sensación de insatisfacción, a pesar de que hay varios 'pop-up' en la pantalla que te felicitan por tu puntuación y por completar el nivel, y te informan de si has ascendido en las clasificaciones.
Es un juego que solo podemos recomendar si eres fan de este estilo particular de juego, e incluso así, no te va a ofrecer diversión a largo plazo como otros ejemplos mejores de este género. Tras un par de partidas ya has visto todo lo que hay que ver. Es un primer intento decente por parte de Gateway Interactive, pero lo único esencial de Spectra es su banda sonora.