Sim City - impresiones Gamescom

"Todo forma parte de la simulación". Maxis se atreve a hacer este tipo de afirmaciones acerca de Sim City, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de detalles que simula el motor de juego. Todo lo que vemos en pantalla forma parte de la simulación, nada ocurre porque sí, todo tiene un motivo.

Esta es una de esas afirmaciones que, como jugador, es difícil de comprobar. Normalmente no nos queda más remedio que creernos todo lo que los desarrolladores nos cuentan, pero en esta ocasión, estando aquí sentado, haciendo clic aleatoriamente sobre los habitantes de mi ciudad, tengo la sensación de que es realmente cierto.

Si hago clic sobre un coche puedo saber de dónde viene y adónde va. Uno de los coches transporta a un empleado de una fábrica que va de camino al trabajo. Otro lleva a un hombre al que le apetece comer una hamburguesa, pero que vuelve a casa porque no encuentra una hamburguesería (nota mental: construir más establecimientos). En el campo de fútbol los ciudadanos juegan, sorprendentemente, al fútbol.

Pero voy a dejar de curiosear las vidas de mis ciudadanos, porque solo me quedan 20 minutos de demo y tengo cosas más importantes que hacer. La mitad de mi ciudad no tiene agua, el servicio de bomberos es insuficiente, mi planta de tratamiento de aguas residuales no puede mantener el ritmo, necesito construir casas, tiendas, y fábricas. Gracias a las notificaciones y los cuadros de diálogo que se muestran en el ayuntamiento y sobre las cabezas de los ciudadanos puedo saber lo que mi ciudad necesita.

La cantidad de información que se debe asimilar en el juego es simplemente abrumadora, incluso en esta demo en la que mi ciudad cuenta con poco más de 2.500 habitantes, pero que se muestra al jugador de manera elegante. Tenemos a nuestra disposición una cantidad ingente de información, pero el juego nunca nos proporciona más de la que necesitamos. Los colores de cada distrito solamente se muestran cuando tengo la herramienta de distrito seleccionada. Si selecciono las plantas de aguas residuales puedo ver literalmente los excrementos a través de las tuberías, si el sistema está colapsado y el lugar exacto del problema. Este mismo principio se aplica a las centrales de energía, al cuerpo de bomberos, al suministro de agua, lo que sea. Da gusto jugar así.

Hago clic, clic y más clic. Pongo aquí una casa familiar, una carretera por allá. Este terreno es para construir tiendas, este para el polígono industrial. Estoy recaudando mucho dinero y mis ciudadanos están felices. Estoy expandiendo mi ciudad tan rápido como puedo.

Me ofrecen una misión: el hombre del tiempo dice que se aproxima una ola de calor, lo que aumentará el riesgo de incendios. ¿Acepto el encargo? Me ofrecen una recompensa de 50.000 dólares si supero la misión (y mis ganancias actuales son de 3.000 dólares la hora, así que es un montón de dinero), pero rechazo la oferta. Lo único que quiero hacer es construir, construir y construir, ya que mi tiempo de juego es tan limitado.

Antes de poder probar la demo, los desarrolladores de Maxis presentaron aquí, en la Gamescom, algunas de las nuevas características del juego. Mostraron el Citylog, inspirado por el Autolog y el Battlelog de Need for Speed y Battlefield, donde puedes ver qué hacen tus amigos y aceptar retos basándote en sus datos. El juego tiene un sistema de economía global, basada en la oferta y demanda. Esto hace que, por ejemplo, el precio del petróleo esté en alza (¿no os resulta familiar?), y permite los jugadores previsores puedan ganar mucha pasta al especializar su ciudad en la producción de los bienes y servicios que demanda la economía. Asimismo, el juego cuenta con desafíos globales que los jugadores pueden resolver en equipo, como por ejemplo aumentar el paro para que la creación de nuevos puestos de trabajo se convierta en algo de importancia fundamental.

Pero ahora tengo toda mi concentración puesta en las casas familiares. No sé si construir una circunvalación desde la zona oeste de mi ciudad, que está muy poblada, hasta el polígono industrial en la zona este, para que la calle principal no esté tan colapsada. Construir, construir, construir. Clic, clic, clic. Estoy enganchado de verdad. "Todavía no es una versión definitiva", explicaron los desarrolladores al hacer referencia a los errores de programación o anomalías que todavía pueda tener el juego. Si los hay, yo no me he dado cuenta. Podría llevarme este demo a casa y ser el hombre más feliz del mundo, eso es lo que creo.

Pero justo cuando estoy intentando mejorar mi ayuntamiento, lo que me permitirá construir mejores plantas de tratamiento de residuos (ahora mismo todos los desperdicios van a parar literalmente a un agujero en el suelo), se dispara una alarma y comienzan a parpadear unas luces rojas. ¡Una lluvia de meteoritos se acerca a mi ciudad! Observo impotente cómo los pedazos de roca del espacio en llamas impactan contra mi creación, uno tras otro, incendiándolo todo mientras mis ciudadanos gritan de terror. "Gracias por jugar a Sim City", me dice la demo, que, según parece, tenía activada la cuenta atrás. De nada, ¡pero sal pronto!