Aquellos que habéis leído cómics con entusiasmo en los 80 seguro que esperaban ver aparecer a Jennifer Walters en el universo cinematográfico de Marvel, y ahora dicha espera ha terminado. El tráiler y los avances no es que me hayan causado mucha impresión, pero tras ver los primeros cuatro capítulos estoy bastante sorprendido. Al menos de momento.
Sin decir demasiado sobre la serie ni spoilear ningún dato importante, She-Hulk, Abogada Hulka va sobre la abogada Jennifer Walters, quien, junto a su primo Bruce Banner, tiene un accidente de coche. El impacto hace que la sangre de Bruce se mezcle con la de Jennifer, lo que hace que ella también sienta la ira del monstruo verde y se convierta en la versión femenina de Hulk. Salvo que ella, a diferencia de Bruce en su primer año, puede controlar su temperamento desde el principio.
Esta serie se diferencia de otras de las producciones de Marvel Studios en muchos aspectos. Para empezar, la serie a veces parece antigua, como las clásicas Friends o Seinfeld, donde cada episodio gira en torno a cosas diferentes. Por ejemplo, en un capítulo Jennifer, cansada de la vida de soltera, prueba las citas en línea, mientras que en otro intenta ganar un juicio contra un hechicero que abusa de la magia que Wong le enseñó.
Tal y como indica el título, muchas cosas giran en torno a la legalidad y es, en su mayoría, entretenida. Por eso los capítulos no tratan mucho el tema de la acción como en muchas otras series del MCU, sino de cómo Jennifer maneja su "nuevo yo" y su papel como abogada superheroína. En cuanto salió el tráiler de She-Hulk, la gente fue rápidamente a criticar los efectos especiales. Por suerte, dichos efectos no son tan malos como lo eran al principio, pero siguen sin ser de primera. En algunas escenas, Hulka parece bastante creíble, pero basta que haga una mueca para que, en segundos, su cara parezca una deformación de la de Hulk, e incluso su pelo parece una maraña enorme y negra a veces. Pero en su mayoría está bien.
El que no está tan bien hecho cuando hablamos de estas grandes figuras es Abominación, el que hace su primera reaparición en el universo cinematográfico de Marvel desde El increíble Hulk (a excepción de los pocos segundos que apareció en la película de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos). Una vez más, Tim Roth interpreta a este personaje y no hay nada malo en el diseño, pero por otro lado se ha convertido en un villano malote con una manera de hablar y un comportamiento muy horteras que hacen que no se sienta tan desagradable como en El increíble Hulk. En otras palabras, ha tenido el mismo desarrollo de personaje como el que tuvo Hulk en manos de Kevin Feige. Y en mi opinión, eso no está bien.
Por el momento, todos sabemos que el humor de las películas y series de Marvel varía en cuanto a cómo de gracioso y apropiado sea el momento. En el caso de Hulka, diría que lo han manejado bastante bien. Como muchos de nosotros sabremos, es bastante común que Jennifer Walters rompa la cuarta pared, lo que también pasa aquí. Tanto como para hablar con nosotros como espectadores como para darle algo más de vidilla a las escenas haciendo diferentes muecas. Se hace raro al principio porque no estamos acostumbrados a ver este tipo de cosas en las películas de Marvel, pero uno se acostumbra rápido, y a mí me ha pasado relativamente pronto.
Teniendo en cuenta lo que he visto hasta el momento soy, como he dicho, positivo en cuanto a She-Hulk: Abogada Hulka. Es una serie fácil de digerir y muy encantadora que trae consigo una variedad de personajes que ya habíamos visto antes y, definitivamente, veremos alguna que otra cara familiar más en el futuro. Solo espero que los siguientes capítulos sean tan buenos como los primeros 4, todos dirigidos por Kat Coiro.