Shazam!

Los orígenes del universo cinematográfico e interconectado de DC se remontan al estreno de El hombre de acero, allá por el 2013. Desde entonces, resulta evidente que han tratado de emular la exitosa fórmula de Marvel. De por sí, las películas cumplen a la hora de entretener, pero tras haber visto desfilar por la pantalla a sus héroes (y villanos) más destacables, es obvio que a DC le cuesta alcanzar el listón marcado por su rival. ¿Y a qué recurre DC cuando ya ha quemado sus mejores cartuchos? Pues le pasan el testigo al menos célebre Shazam para que protagonice una película de corte más cómico. ¿Que si funciona? Digamos que ayuda más que estorba.

Shazam también es conocido bajo el nombre de Capitán Marvel (ya ves que nada es lo que parece), y todo sabemos que hay cierta superheroína por ahí haciéndole la competencia. Así es, tanto el universo de DC como el de su némesis están capitaneados por su correspondiente Marvel, o Maravilla. Y aquí los pioneros fueron DC (o más bien Fawcett Comics, a quienes compraron la licencia en 1972). A fin de evitar la confusión y posibles disputas legales, en DC han optado por rebautizar al personaje como Shazam, la palabra mágica que transforma a Billy Baston en un superhéroe. Dicho esto, nos parece que estrenar la película bajo ese nombre es una decisión acertada, que de paso nos ahorrará algún que otro quebradero de cabeza.

¡Shazam! nos presenta al joven Billy Baston (Asher Angel), un huérfano al que le cuesta encajar con alguna familia de acogida mientras busca a su madre biológica. Tras meterse en una pelea con otros chavales, es transportado de buenas a primeras al misterioso reino de los magos, donde un barbudo hechicero (Djimon Hounsou) anda buscando a alguien que se las dé de héroe para salvar el mundo de los siete pecados capitales. Al decir "Shazam", el joven Billy deja de ser un adolescente para convertirse en un superhéroe fortachón (interpretado por Zachary Levi), sin que su personalidad o capacidad mental se vean afectadas. Apenas tendrá tiempo para familiarizarse con sus nuevos poderes, puesto que tendrá hacer frente al malvado Dr. Sivana (Mark Strong).

El que Billy siga siendo un adolescente por dentro cuando se transforma en Shazam da pie a multitud de situaciones graciosas. Es más, son estas la que hacen que la película fluya, y nos sorprende ver que, por suerte, cumplen con esta labor en todo momento. La interpretación que hace Zachary Levi de Shazam es muy divertida, y hace que, por simplona que pueda parecer la idea de un adolescente metido en un cuerpo de adulto, acabes pasando por el aro gracias a las escenas tronchantes y el saber hacer del reparto. La dirección también se ha mostrado hábil al apostar por escenas de duración moderada. Y así es como DC ha hecho bien su trabajo al haber creado una comedia de superhéroes como es debido, algo que escasea últimamente (puede que Deadpool, si me apuras) aunque hay quien dice que existen casos como el de Thor: Ragnarok que también tienen hueco en esta categoría. No obstante, y a diferencia de estas, ¡Shazam! se engloba primero como comedia y luego como película de superhéroes.

Su principal reclamo consiste en ser una peli entrañable y divertida, que nada tiene que ver con las tenebrosas entregas que abrieron la veda en este universo de DC. Y aunque se agradezca el carácter oscuro de películas como Batman v. Superman: El amanecer de la justicia (es de lo poco que se salva), Shazam nos transmite el buen rollo que ya vivimos con las películas de Superman protagonizadas por Christopher Reeve a finales de los 70 (algo que queda de manifiesto de cara al final). Los temas de trasfondo, como el papel de la familia y su significado, hacen que sea fácil de digerir, y da gusto ver cómo una película de superhéroes no tiene por qué llevar al extremo lo cómico, lo osado o lo tétrico para hacernos pasar un buen rato. ¡Shazam! es una propuesta que funciona a grandes rasgos, amén de una película de superhéroes para toda la familia, algo que no abunda en un género algo sobreexplotado hoy en día. No hace falta que todas las entregas sea como esta, pero resulta agradable ver que hay algo que desentona para bien en este sentido.

Así y todo, a pesar de estas virtudes, no deja de tratarse de una película sobre los orígenes de un héroe, con todas las flaquezas que esto implica. Le cuesta un poco arrancar, y los primeros 30-45 se tornan algo aburridos. El malo de turno, el Dr. Sivana interpretado por Mark Strong, parece uno más del montón, y no es que derroche personalidad. Los efectos especiales digitales parecen rescatados de películas de hace una década. Es un aspecto en el que Marvel siempre sobresale y DC apenas logra un aprobado raspado.

Como fans de DC Comics, apenas sabíamos de Shazam más allá de su aparición en algún número crossover, como en Crisis final. Es por eso que nuestras expectativas eran bajas, pero lo cierto es que estamos muy contentos con el resultado. ¡Shazam! es una película de superhéroes simpática, a la que no le costará arrancarte más de una sonrisa. Además, el hecho de que nos haga echar la vista atrás hacia una etapa del género ya extinta no hace sino reforzar esa impresión. Puede que ni Aquaman ni ¡Shazam! se cuelen en lo más alto del ranking de mejores películas de superhéroes, pero sí que han servido para dar un empujón muy necesario al futuro de este universo conectado de DC.