El renacimiento artístico de Nicolas Cage ha sido maravilloso. El regreso del famoso actor a la gran pantalla se ha hecho esperar, y su última película es otra razón más por la que todos necesitamos más Nic Cage en nuestras vidas.
Renfield, una comedia vampírica que comienza con una dinámica casi de buddy movie y rápidamente se convierte en un estudio en toda regla sobre el narcisismo y la codependencia, donde vemos a Cage retratar al que posiblemente sea el personaje de terror más icónico de todos los tiempos, el Conde Drácula, y explora cómo el vampiro existe en la sociedad moderna gracias a la ayuda de su inútil sirviente, Robert Montague Renfield, interpretado por Nicholas Hoult. Toda la narración de esta película gira en torno a Renfield, que intenta distanciarse de las crueles y sanguinarias costumbres de su amo, pero al final le resulta mucho más difícil de lo esperado, ya que Drácula no se toma a bien a los familiares desobedientes. Al final, la historia se las arregla para entrelazar a toda una familia criminal de Nueva Orleans y luego conectarla con un joven oficial de policía que está decidido a acabar con esa familia, y así es como Renfield, Drácula, Rebecca Quincy (Awkwafina) y la familia Lobo se conectan. Y sí, como era de esperar, Renfield lucha por hacer una narrativa verdaderamente convincente en sus poco más de 90 minutos de duración debido a todas estas partes interconectadas.
Pero que la historia tenga sus claros fallos no significa que Renfield sea un desastre. Los diálogos tienen momentos hilarantes y la forma en que se cuenta la historia ofrece muchas oportunidades para que el reparto aproveche el momento cómico. Las escenas de acción y lucha son también tan exageradas y ridículas que es difícil no quedar realmente encapsulado por ellas (ver a Renfield empalar a un hombre a una pared con el brazo desmembrado de otro hombre permanecerá conmigo en el futuro inmediato). Pero la verdadera estrella de esta película son los momentos en los que Renfield y Drácula son los únicos protagonistas. Hoult y Cage están brillantes en estos papeles y se compenetran a la perfección para crear escenas hilarantes, cautivadoras y emocionantes que hacen que cualquier otra parte de la película parezca de segunda categoría. Y como el resto de Renfield está bien en el mejor de los casos, realmente vienes a esta película sólo para ver a la pareja protagonista en acción.
Al mismo tiempo, resulta increíblemente refrescante ir a ver una película de acción independiente y dura 90 minutos. Me encantan Marvel, Star Wars, John Wick, DC, Avatar, James Bond o Fast and Furious tanto como al que más, pero estos éxitos de taquilla se producen a costa de proyectos más pequeños como Renfield, así que el hecho de que esta película exista y cuente con grandes momentos e interpretaciones es algo que debería celebrarse en la era del cine moderno.
Así pues, ¿te va a impactar Renfield? No, pero, ¿es una película ideal para quien quiera ir al cine a pasar un par de horas sin pensar en nada? Sin duda alguna. Es tonta, tiene algunos momentos brillantes y, sobre todo, es divertida. ¿Qué más se le puede pedir a una película de hora y media?