Red (Disney+)

Desde que empezó la pandemia hace dos años. La industria cinematográfica se ha tenido que adaptar a que la gente no pueda, o no quiera, ir al cine a ver los últimos estrenos. Para muchas productoras, esto ha significado estrenar las películas al mismo tiempo en cine y en plataformas de streaming, pero para Disney y la afamada compañía de animación Pixar, la estrategia ha sido descartar el estreno en cines y enfocarlo todo directamente a Disney+. Aunque esto cambiará en verano cuando llegue Lightyear, su última película, Red, que se estrena hoy, se ha lanzado directamente a streaming. La he visto y aquí va mi crítica.

Para los que no conozcáis Red, es una historia de maduración en la que una joven, Mei Lee (doblada por Rosalie Chung en la versión original) está teniendo dificultades para continuar siendo la hija perfecta, mientras también gestiona y asume su adolescencia y los retos que esto conlleva. Pero no es tan simple, porque Mei Lee también tiene que lidiar con una maldición familiar que hace que se transforme en un panda gigante cuando experimenta una emoción fuerte. No hace falta decir que todo se junta para crear una caótica y simbólica historia que trata de abordar la delicada naturaleza del crecimiento.

Y, en su mayor parte, de eso trata Red. Mei Lee es un personaje carismático, cariñoso, lleno de energía que se ve sobrepasada por las enormes expectativas de su madre, Ming (interpretada brillantemente por Sandra Oh). Tiene que ser una estudiante de diez, una trabajadora en el negocio familiar, ayudar en casa y además tiene que encontrar tiempo para sus amigos y para sí misma. Es una situación con la que es fácil identificarse, y la directora Domee Shi (conocida por el premiado corto Bao) y la actriz de voz Chung hacen un gran trabajo presentando a un personaje que nace de un acto de equilibrio muy, muy fino. Pero, entonces, el panda rojo entra en escena, y se produce el caos. Mei Lee tiene que enfrentarse a un desafío completamente nuevo, uno que le hace preguntarse quién es realmente, y el estado de la relación con su propia madre.

Es una historia emotiva y compleja que, de alguna manera, se las arregla para pasar sin esfuerzo a ser una película de monstruos en toda regla, todo sin renunciar a sus momentos reflexivos y pesados, e incluso se las arregla, de una manera muy estilo Pixar, para compensar la gravedad de los momentos más profundos con comedia ligera y payasadas tontas. Y créeme, Red no escatima en esto. Esta es una producción de Pixar que tiene como objetivo hacerte reír cada pocos minutos con situaciones totalmente extrañas que se elevan por las fantásticas actuaciones de cada miembro del elenco, y también por las animaciones y efectos visuales de primera que todos esperamos ya de las películas de Pixar.

Sin embargo, cabe señalar que esta no es una película de Pixar para todos. Como se puede argumentar que Onward, de 2020, fue en gran parte pensada para un público joven masculino, Red lo es para el sector joven femenino. Eso no quiere decir que no debas verla si no eres parte de ese grupo, pero sí que hay partes y argumentos que concuerdan con esta audiencia, como por ejemplo que Mei Lee y sus amigas de 13 años pierdan la cabeza por una boy band.

Dicho esto, Red sigue siendo una película fabulosa. Está magníficamente animada, es entretenida, divertida y reflexiva, y otra vez demuestra que Pixar es el estándar cuando se trata de películas de animación. También se trata de un debut cinematográfico estelar para Domee Shi, que había demostrado su excelencia en los cortos y ha transicionado perfectamente al complejo mundo de los largometrajes. Con Bao y ahora Red a su nombre, estoy impaciente por la próxima historia que Shi tenga que contar.