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Rainbow Six: Siege

Rainbow Six: Siege: Operation Dust Line

El shooter multijugador de Ubisoft se está expandiendo constantemente. Le echamos un vistazo a su nueva actualización de contenido: Operación Polvorienta.

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Si tuviésemos que describir a Rainbow Six: Siege en pocas palabras, probablemente elegiríamos: estratégico, dinámico y metódico. Sin embargo, la palabra más importante seguramente sería "equilibrio". Los agentes deben ofrecer fuerza y debilidad en la misma medida; los campos de batalla deben mantener un equilibrio entre lugares dinámicos y áreas más sencillas y los equipos atacantes y los defensores tiene que mantener un equilibrio. Si la balanza se inclinase hacia uno de los dos lados, los jugadores ya no estarían jugando unos contra otros, sino que intentarán sacar ventaja mecánica de esa desventaja. Con la entrada de Rainbow Six: Siege en la escena de los eSports (y los cuantiosos premios en metálico en juego) este equilibrio se ha puesto bajo la lupa. Por eso siempre resulta emocionante ver cómo una nueva expansión o contenido va a cambiar el ritmo de este juego. Con un ojo puesto en esa balanza hipotética, le echamos un vistazo a la nueva expansión: Operation Dust Line (Operación Polvorienta).

Cuando empiezas el juego y aparece la nueva zona, la Frontera (Border), te invade un peligroso y agobiante mal presentimiento. Una columna de humo negro bastante densa cubre el cielo de fondo mientras avanzas hacia la destartalada casa de Oriente Medio. Como jugamos en primera instancia como equipo atacante, ahora tenemos que abrirnos paso entre el equipo defensor. Si quieres un punto de referencia, este área tiene el mismo tamaño más o menos que la Base de Hereford.

Dentro de la casa, la mayor parte de las habitaciones son prácticamente iguales, quizás debido al diseño con color arena. Sin embargo, no tardaremos mucho en aprendernos el mapa a la perfección y en preparar nuestras propias estrategias. El objetivo que tenían en mente los desarrolladores con el nuevo escenario era el de crear uno de los mapas más dinámicos del juego y la verdad es que lo consiguieron con creces. Alcanzaron su objetivo gracias a crear la arena más destructible con respecto a su tamaño. Tan pronto como un equipo atacante descubra una interesante ruta alternativa al edificio (y hay unas cuantas) obliga al equipo defensor a contraatacar. Quizás sea gracias a esta destructibilidad y al abanico de posibles estrategias que tenemos la sensación de que el nuevo mapa no va a ser aburrido. Será interesante ver cómo se va a utilizar la Frontera en la Pro League Tournaments Season 2, ya que creemos que podría ofrecer a los oponentes un mundo de posibilidades para sorprenderse entre ellos de manera que los equipos no sabrían que esperar cuando estuviesen atacando o defendiendo.

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Además de deleitar a los jugadores con un nuevo mapa de juego, otra cosa que Ubisoft nos ha prometido con cada DLC o temporada es que ofrecerá hasta dos nuevos agentes y este es el caso en esta entrega. Entre los defensores se encuentra Valkyrie y jugar con su personaje nos dio una maravillosa sensación de control. Hemos podido acceder a cuatro cámaras fijas (Sticky Cameras) que podemos colocar en donde queramos. Esto significa que mientras nos sentamos y escondemos a salvo en una habitación, podemos tener vigilado el tejado, una entrada principal e incluso tres o cuatro lugares en los que a los enemigos les resulte difícil detectar las cámaras rápidamente. De esta manera, sabemos exactamente cuándo tendremos visita de los atacantes y así podemos recibirlos con una cortina de balas a modo de bienvenida. Dándole la vuelta a la tortilla, tres miembros de nuestro equipo cayeron en la trampa de Valkyrie en una partida y a los tres nos mataron en cuestión de milisegundos. Parece un personaje muy fuerte que puede darle al jugador individual (y, por lo tanto, a todo el equipo) acceso a información fundamental y mantenerlo de esta forma al tanto para poder tomar decisiones bien meditadas.

Por otra parte, entre los atacantes nos encontramos a Blackbeard, un agente que empuña un fusil y que, a cambio de una poca velocidad, puede colocar un pequeño escudo en su arma. Esto significa que puede asomar la cabeza en áreas que todavía no han sido exploradas e ir mínimamente protegido. Si juegas con Blackbeard, es difícil no sentir lo poderoso que es este agente, sobre todo cuando nos asomamos por el alféizar de una ventana o cuando nos encontramos con un tiroteo en un pequeño callejón: en estos momentos nos hemos sentido indestructibles. Sin embargo, cuando hemos jugado contra Blackbeard hemos tenido que tomar algunas decisiones poco convencionales. Dado que es un personaje tan fuerte cuando está vigilando desde una zona cubierta, defenderse de él a veces implica salir un poco de nuestra zona de confort y algo que puede ser muy efectivo es sorprender a Blackbeard cuando se encuentre a descubierto y sin protección.

Al jugar con estos dos nuevos agentes, hemos tenido la sensación de que se complementaban el uno al otro. Por ejemplo, Valkyrie se encargará de ayudar a los jugadores a obtener información vital que pueden utilizar para derrotar a Blackbeard. Además, este par podrá jugar en campos de batalla anteriores y, gracias a sus nuevas habilidades, los jugadores tendrán que redescubrir esos mapas y diseñar nuevas tácticas con estos nuevos personajes, y también contra ellos.

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En el livestream de presentación del DLC, uno de los desarrolladores expresó su preocupación con relación a la creación de posibles operadores que tienen demasiados poderes. Los dos nuevos personajes son asombrosamente poderosos y además mencionaron durante la emisión que probablemente no deberías excluirlos de tu equipo, si es que quieres tener alguna posibilidad de ganar. Dado que Rainbow Six: Siege es un juego con un meta que evoluciona en las manos de los jugadores, resulta complicado afirmar si un agente concreto va a ser visto como demasiado poderoso, ya que también depende de cómo los propios jugadores decidan utilizarlo.

Otro aspecto que abordaron los desarrolladores a medida que desvelaban los detalles del DLC fue el de los cambios y ajustes que le hicieron al juego. Rainbow Six: Siege seguirá evolucionando a lo largo del tiempo, con jugadores que encuentren nuevas formas de atacar o defender en cada arena y con cada agente. Por lo tanto, es importante que los desarrolladores sigan modificando lo que ya tienen con el fin de seguir manteniendo el equilibrio. Una de las modificaciones que más afectarán al juego es la adaptación de algunos de los agentes anteriores o menos populares. Por ejemplo, Montagne ha tenido la suerte de conseguir un escudo más grande, así que puede entrar por las puertas, recoger información para el resto del equipo y, al mismo tiempo, proteger a la persona que vaya detrás. Otro ejemplo es Cachanga, quien ahora tiene una ametralladora más manejable que es más fácil y más rápida de colocar. Y estos son tan solo dos de los cambios que nos esperan.

Operation Dust Line parece un contenido muy bien equilibrado, como debe ser. Aunque hemos disfrutado jugando con los dos nuevos agentes en el nuevo mapa de la Frontera, estamos impacientes por ver cómo afectan estos personajes a otras partes menos dinámicas del juego y cómo ayudan a evolucionar al meta. En esta entrega, se ha prestado atención tanto al contenido nuevo como al viejo y se han actualizado y pulido las relaciones entre los agentes individuales. Creemos que va a ser muy interesante ver cómo van a reaccionar los jugadores a los cambios y cómo van a darle forma al juego con su ingenio. Por último, también tenemos muchas ganas de ver cómo utilizan los profesionales a Valkyrie y a Blackbeard y qué nos depara la imprevisibilidad del mapa Frontera.

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