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Racing Dreams: Las 10 mayores decepciones de juegos de coches

Tras hablar de los mejores party games, los mejores arcades y los simuladores de carreras, ha llegado el momento de enumerar los mayores chascos del género.

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Si eres fan de los juegos de carreras, probablemente hayas estado siguiendo nuestra serie "Racing Dreams", en la que les hemos echado un vistazo a los mejores arcades, simuladores de carreras y party games de carreras del mercado. Pues bien, hoy seguiremos con la serie hablando de las mayores decepciones del género de carreras (no necesariamente relacionado con nuestro reciente análisis sobre Need for Speed Unbound). Pero antes de entrar en harina, echadle un vistazo a nuestros anteriores artículos de Racing Dreams:

Racing Dreams: Las 10 mayores decepciones de juegos de coches

10. Gran Turismo 6

Creíamos que Gran Turismo 6 para PlayStation sería un gran avance para la franquicia superventas de Sony, pero con él la popular serie de carreras de Yamauchi acabó dando un importante paso atrás. El coche en GT6 tenía una física rígida y sosa basada en un modelo de neumáticos tan desactualizado, limitado y a menudo destartalado, que hacía que el juego pareciera por momentos una larga e interminable tomadura de pelo. La calidad del modelo era horriblemente irregular, el motor hacía un ruido desagradable y la carrera en sí era tan estéril e impersonal que parecía que el tiempo se hubiese detenido.

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9. Forza Motorsport 7

Turn 10 se inspiró quizá demasiado en sus vecinos de Forza y creadores de la serie Horizon, Playground Games. También se inspiraron demasiado en el mundo de los juegos para móviles con "loot boxes" y micro-transacciones forzadas que sabotean casi cualquier juego que tocan, exprimiendo al límite Forza Motorsport 7, que sin duda es el juego de Forza más flojo. La física del coche era lamentable si se comparaba con la maravilla que nos habían ofrecido en Forza Motorsport 4, y la forma en la que se centraron en cualquier otra cosa que no fuesen las carreras no hizo más que enfadarme. Esperemos que Forza Motorsport 8 (o Forza Motorsport a secas) sea significativamente mejor que Forza Motorsport 7, o de lo contrario lo mejor sería que lo dejasen de una vez.

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8. Ridge Racer: Unbounded

Cuando el equipo detrás de la serie Flat Out unió fuerzas con Bandai Namco para insuflar en la franquicia unos cuantos cientos de galones de alto octanaje de Ridge Racer, muchos lo celebramos. Al principio, Unbounded tenía muy buena pinta, y parecía una violenta explosión de Ridge Racer, Burnout y Need for Speed, aderezada con kilométricos circuitos de asfalto. Pero sí... el juego resultó ser una decepción monumental y la peor entrega de la gran franquicia de juegos de carreras de Bandai Namco, debido en gran parte a los circuitos insulsos y a unos controles mortalmente aburridos.

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7. Mario Kart: Double Dash

Mario Kart 64 fue una obra maestra. Una maravilla. Brillante. Pero, ¿cómo puedes mantener el listón tras uno de los party games de carreras más aclamados, vendidos y jugados de todos los tiempos, que ha sentado las bases de lo que Mario Kart puede, y quizá incluso debe, hacer? Con un juego efectista como Double Dash obviamente no. Para mí este título es la oveja negra de la franquicia Mario Kart y uno de los juegos de carreras más decepcionantes que haya probado jamás. Pierde todo el encanto de Mario Kart y, teniendo en cuenta lo difícil y caótico que es, no hay nada que merezca la pena en él. Cada vez que Nintendo comenta que el próximo Mario Kart 9 también estará basado en un "cambio", rezo para que no vuelvan a hacer un juego basado en truquitos defectuosos, como ocurrió con Double Dash.

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6. Split / Second

De primeras tenía muy buena pinta. El equipo detrás de Pure había incluído todo lo que el género de carreras arcade tenía para ofrecer en ese momento, y la mezcla entre Flat Out, Ridge Racer, Burnout y Need for Speed logró captar mi atención. Split / Second se situaría en el límite entre las carreras y la acción, y el punto era que los circuitos tendrían más importancia que en otros títulos del mismo género, por lo que todos en Gamereactor contábamos los días para su salida el 19 de noviembre de 2010. Por desgracia, el producto final no era bueno. Las carreras se basaban en trucos baratos, jugarlo no transmitía ninguna sensación más allá de indiferencia, y las competiciones eran aburridas y monótonas.

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5. Grid (2019)

Race Driver: Grid (2008) es en mi opinión uno de los arcades de carreras más completos y entretenidos de todos los tiempos. Codemasters lo clavó totalmente con este título, y las expectativas para el "soft reboot" que saldría en otoño de 2019 eran altísimas, puede que incluso astronómicas. Por desgracia, Grid (2019) resultó ser una simple copia barata del original, pero sin la misma sensación de conducción, atmósfera, variedad y velocidad perfectas de su predecesor. Esto lo ha convertido en uno de los mayores chascos de la historia del género: ni Fernando Alonso pudo arreglarlo.

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4. Project Cars 3

Puede que Project Cars no fuese perfecto, pero estaba muy bien. Era un simulador de carreras que se mejoraba continuamente con las aportaciones de los fans, ¿qué más podíamos pedir? Project Cars 2 fue, en cierto modo, el juego en el que tenía que haberse convertido el original. Aunque había algún que otro problema con el motor de diseño propio Madness Engine, era un título muy bueno que podía competir sin problema contra los gigantes del género como Gran Turismo y Forza Motorsport. Pero Ian Bell perdió el rumbo en algún punto durante el desarrollo de la tercera entrega. El propio Bell y el productor Andy Tudor promocionaron Project Car 3 como "el juego de carreras más realista del mundo", cuando en realidad no era más que un juego de carreras arcade inestable y aburrido, sin ningún tipo de realismo. La física era muy rígida, la sensación de velocidad era tan excesiva que a veces recordaba a F-Zero, y habían sacado los diseños de un juego gratuito para Android.

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3. Driveclub

El juego para PS4 del equipo de MotorStorm, Driveclub, no estaba mal. Nada mal. Sin embargo nunca llegó a ser lo bastante bueno, y para mí se ha convertido en una de las mayores decepciones del género que haya podido encontrarme. Se esperaba que los clubes incorporados en el juego fueran a revolucionar el formato de carreras e incluyeran a millones de jugadores, que competirían juntos creando una gran comunidad de carreras, pero la cosa no cuajó. Driveclub fue, y aún es, una maravilla para la vista, pero eso es todo.

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2. Dirt 5

Colin McRae: Dirt, Colin McRae: Dirt 2 y Dirt 3 fueron arcades de carreras brillantes centrados en proporcionar habilidades de conducción entretenidas, hermosos gráficos y una variedad increíblemente refinada. Dirt 4 intentó parecerse a Dirt Rally, lo que le hizo un flaco favor, pero no llegó a ser tan malo como lo fue, y todavía es, Dirt 5. Se corona como el absolutamente peor juego de carreras creado por Codemasters, debido a su terrible física del coche y a unos gráficos y decorados espantosos, que hacen de él el título más aburrido de entre todo lo que el género ha ofrecido en los últimos diez años.

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1.Need for Speed (2015)

No es un secreto que el estudio de Gothenburg, Ghost Games, no ha hecho precisamente maravillas con los cinco juegos de la serie Need for Speed que han ido sacando a lo largo de diez años. La mayoría eran mediocres y ninguno llegó a la calidad que ofrecían títulos como Most Wanted, Underground o Hot Pursuit, y el reboot de Need for Speed de 2015 fue el que más me decepcionó. Quisieron formar parte de las corrientes del momento, basadas en la cultura de la construcción de coches de los Estados Unidos llamando a todo Hoonigan, Singer y Markus Walker, y en teoría las carreras debían rebosar de espíritu y carácter, pero nada funcionaba bien en ese juego. Nada en absoluto: estaba plagado de bugs, la competición era insípida y monótona, y su retorcida historia daba vergüenza.



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