Puede que no sea el género más de moda hoy en día, pero si hay algo por lo que los juegos de plataformas han sobrevivido al paso del tiempo, es por haber sabido captar siempre el espíritu del juego en su concepción más pura. Me explico: no importa lo profunda o simple que sea una historia, no importa lo detallado o tosco que sea un escenario, e incluso no importa si existe algo más que un punto en una pantalla. Un título de plataformas es un viaje en el que el jugador tiene que llegar hasta el final, y Promenade, de Holy Cap, nos pide hacer ese viaje, que será tan divertido como desafiante, dando un buen paseo.
Lo cierto es que ya tuve la oportunidad de conocer este juego en una versión de prueba durante la pasada Gamescom, convirtiéndose de hecho en uno de mis títulos favoritos de la feria. Ahora que ya he tenido más tiempo para profundizar en él, me he fijado en que mis primeras impresiones fueron efectivamente acertadas, pero también me parece que debería haber afinado un par de aspectos para convertirlo en un imprescindible.
Promenade (que significa "paseo" en francés) es un título de plataformas y desplazamientos lateral 2D que nos lleva a un viaje onírico con su joven protagonista Nemo y su acompañante, un pequeño pulpo rosa, mientras buscan la forma de ascender por el Gran Ascensor hasta la cima en un mundo poblado de pequeñas criaturas, colores vivos y recuerdos. Enseguida se puede llegar a la conclusión de que lo que estamos viviendo es un viaje a través de la imaginación de un niño con un trasfondo algo oscuro, pero salvo por alguna escena concreta, todo el "paseo" lo haremos entre nubes, cojines, juguetes y escenarios coloridos, bonitos y amables.
Resulta curiosa la comparación que voy a hacer precisamente con un exponente del género en 3D, pero hay bastante de Super Mario 64 en Promenade. Para poder ascender por el Gran Ascensor, debemos ir recuperando fragmentos para ir reparando nivel tras nivel la plataforma con la que vas elevándote. Esta zona del ascensor actúa también como un 'hub' entre los distintos niveles o secciones de la memoria de Nemo, donde están las piezas dispersas. Conseguir las piezas suele depender de atravesar una zona mediante saltos y esquivas a los enemigos y huecos con caída hasta recogerla, pero otras serán por unir las piezas de ingeniosos puzles de perspectiva, memoria o desafíos contrarreloj. Hablaba antes de Super Mario 64, porque además de los diseños de algunas de estas pruebas, cada una tiene su propio nombre para llevar el cómputo en el álbum de Nemo, similar a cuando ibas consiguiendo las estrellas en el Castillo de Peach.
Promenade es también un juego bastante pacífico, ya que nuestro personaje no muere en ningún momento. Sí que puede quedar debilitado (tenemos un contador de golpes que irá disminuyendo si nos tocan los enemigos en pantalla), pero los 'checkpoints' son comunes, así que no te va a quebrar la cabeza el transcurso general, al menos hasta que te encuentres los las peleas contra "el jefe". Estos niveles son verdaderas pruebas de habilidad en las que tendremos que poner a prueba todo lo aprendido hasta ese momento, incluyendo los dobles saltos, esquivar y rodar , y el uso en el momento exacto de nuestro amigo octópodo. Se nota que estos puntos son la entrada a un peldaño superior de dificultad, pero al mismo tiempo cada una de estas peleas desbloquea una habilidad nueva para el pulpo, como un gancho para agarrarse a unos garfios, y así abrir atajos o nuevas secciones donde encontrar más fragmentos.
Hasta aquí no tengo ninguna objeción, ya que es evidente que Promenade quiere ser una aventura accesible y agradable para todos los públicos, pero quizá hay un par de cuestiones de fondo para la consecución del objetivo que oscurecen la colorida experiencia. La progresión y la complejidad de las pruebas y los saltos pronto empiezan a subir de intensidad, y aunque el sistema de doble salto interactuando con objetos (que primero debes agarrar con el pulpo, pieza central para moverse e interactuar con el entorno) que presentan en el tutorial suele ir bien, me he visto en más de una ocasión notando como el tiempo de respuesta entre pulsar el botón y la acción en la partida no es todo lo preciso que me gustaría. No es limitante, no rompe el avance en ningún punto, pero me parece que Promenade podría tener un ritmo mucho más cómodo sin tener que repetir tantas secciones porque a veces esos tiempos no son exactos. Afortunadamente, la carga instantánea del punto de guardado es casi instantánea incluso en la versión de Nintendo Switch que hemos empleado para el análisis, así que no todo es malo.
Del mismo modo, entiendo que la decisión de que conocer el lenguaje contextual y los puzles ambientales es también una decisión para apoyar la narrativa de la historia de Nemo, pero es fácil que te encuentres perdido en varias ocasiones, en especial porque no hay un mapa general al que poder acceder, y tengas que bajar a secciones anteriores para abrir nuevos caminos con las herramientas nuevas. Hay un elemento metroidvania, sí, pero no es imprescindible del todo para llegar a los créditos finales, pues hay muchas más piezas de las necesarias, y esta rejugabilidad es para los que busquen el desafío completo.
Pero que estos puntos menos brillantes no os lleven a error. Promenade es un juego estupendo que me sigue pareciendo igual de sólido y atractivo como cuando lo conocí por primera vez. Si os interesa un plataformas diferente y que ofrezca una dosis extra de puzles, este es sin duda uno de esos indies que no debes perderte cuando llegue el 23 de febrero de 2024 a PC, PlayStation, Xbox y Switch.