Primeras impresiones con Lost in Random: The Eternal Die, ¡está en racha!

No he jugado al Lost in Random original, pero en los últimos dos meses he estado jugando a dos juegos de estudios diferentes que tiene desarrolladores que han trabajado en este juego de acción y aventura en 2021. Curioso, ¿no? The Midnight Walk de Moonhood Studios cambia la aventura y acción en tercera persona por una aventura narrativa en primera persona o VR, manteniendo su toque de fantasía, pero en un mundo diferente. El juego de Stormteller Games, Lost in Random: The Eternal Die, está directamente relacionado con el juego original, aunque cambia de género.

En vez de esa fórmula de aventura y acción en tercera persona, nos encontramos con un roguelite con una perspectiva cenital, similar a Hades. Lost in Random: The Eternal Die no es una secuela directa, pero continúa los eventos acontecidos del juego original. Traicionada por el nigrodado, la reina Aleksandra es absorbida por este, entrando a un reino que combina un cuento de hadas y Alice in Wonderland. Ella encoge de tamaño y debe derrotar al nigrodado, también conocido como Caballero Delirio (¿lo pillas?), para escapar y volver a su mundo.

El juego transcurre como otros roguelites de acción con perspectiva cenital que ya habrás jugado. Comienzas con un arma sencilla y, poco a poco, la vas mejorando tras luchar en una serie de salas, la mayoría con enemigos. Los ataques puedes ser ligeros o pesados, los primeros hacen un pequeño combo. Puedes arremeter para salir de apuros, tirar a tu dado Fortunata para hacer daño extra, y acceder a una habilidad especial de carta que cambia dependiendo la carta que recojas. Desde lanzar una ola de arena que atrapa a los enemigos en el tiempo hasta transformarse en una bola de rayos, estas habilidades son poderosas, pero tienen que cargarse con ataques normales.

En lo que llevo jugando el combate es rápido y divertido. Quizás no sea inmediatamente tan gratificante como los mejores del género, es decir, como Hades, del cual The Eternal Die parece estar claramente influenciado, pero es fácil de aprender y jugar si buscas jugar una partida rápida, o dos. Las mejoras añaden profundidad al combate, ya que en tu partida completarás un tablero con potenciadores que tienen distintos colores. Los rojos aumentan los ataques básicos con armas, los morados potencian los efectos de conjuro, los azules el daño del dado, ya te haces una idea. Consigue tres del mismo tipo y obtendrás un potenciador permanente según el color, lo que permite planificar tu estrategia en cada partida, pero todavía no he encontrado una buena sinergia con estas habilidades.

Como era de esperar en un roguelite, no se trata de jugar partida tras partida, sino que tienes una base donde conoces a un variado elenco de personajes que te permitirá conocer más sobre la historia y nuevas habilidades. Teniendo en cuenta de que en el pasado Aleksandra era una reina malvada, resulta bastante interesante conocer a la gente que previamente atrapó en el nigrodado, y algunos están dispuestos a ayudar en su misión de destruir al Caballero Delirio. En la base también obtendrás mejoras permanentes y nuevas armas. Aunque la mayor parte del tiempo mantuve la espada básica. El arco ocupa el segundo lugar, pero la lanza y el garrote, al ser más lentos, pueden hacer que recibas demasiados golpes extraños, especialmente en las peleas contra jefes.

Hablando de combates contra jefes, hasta ahora solo llegué a dos, y ambos, son claramente los que destacan en sus zonas. El Duque y la Duquesa de Sixtopia, una pareja fantasmal desterrada en el pasado por Aleksandra, representan un verdadero desafío como primer enemigo dificil, ya que en su segunda fase tienes que enfrentarte a los dos jefes a la vez. Luchar contra el gran sapo Craana también es muy divertido, aunque quizás un poco menos entretenido debido a su falta de diálogo en comparación con el Duque y la Duquesa Doble. Ninguno de los dos combates me dio la sensación de que el juego fuera demasiado fácil o difícil, ya que la victoria siempre parecía viable, incluso si sabía que tenía que volver a la base y conseguir algunas mejoras permanentes de salud, daño y más para poder ganar.

Lost in Random: The Eternal Die no aporta ninguna novedad, pero la personalidad de su mundo ayuda a mantener el interés. A pesar de no haber jugado al original, los personajes y los escenarios me parecieron maravillosos. Cada personaje cuenta con su propia voz, y la mayoría funcionan como la absurda contraparte de la seria misión de Aleksandra para derrotar al Caballero Delirio. Puedes encontrarte con estos personajes a lo largo de la partida y devolverlos de vuelta a la base, lo que al final definirá el rumbo de Aleksandra, si optará por la venganza cueste lo que cueste o si emprenderá el camino de la redención.

Es complicado destacar en el sobresaturado mundo de roguelikes y roguelites. El género ha ganado popularidad rápidamente gracias a juegos como Hades, Dead Cells, Darkest Dungeon entre otros. Competir con ellos no es fácil, y aunque no estoy del todo seguro que Lost in Random: The Eternal Die compita, me he divertido mucho con su combate rápido y peculiar, y todavía sigo fascinado con su mundo tan maravillosamente extraño.