En 1973, Roger Moore tomó el relevo de Sean Connery en el papel de 007, James Bond, y solo unos años después, la estrella de las primeras Mad Max, Mel Gibson, fue contactado por MGM para tomar el relevo. Algo que no quiso, y lo rechazó. La idea de un joven Mel con esmoquin en el papel del mayor espía del mundo es ciertamente tentadora, ya que en Gamereactor pensamos que podría haber asumido el papel bastante bien. Esto fue lo que comentaba el actor al respecto:
"Me ofrecieron hacer las películas de James Bond cuando tenía veintiséis años, es decir, hace cuarenta. Y me dijeron, 'oye, queremos que seas el próximo James Bond'. Y me lo pensé; estaba en Australia, estaba trabajando con Peter Weir. Y lo pensé, y en cierto modo lo rechacé - por esa razón. Porque pensé, mira lo que le pasó al pobre Sean, se quedó atascado allí como tres décadas."