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Pikmin 4

Pikmin 4

Una década después, ¿se podía hacer más y mejor con un juego de Pikmin? Miyamoto estará contento...

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Hay dos aspectos concretos de Pikmin 4 que me agradan y que dicen mucho de lo que es capaz de hacer Nintendo como muy pocas otras compañías en el sector. Lo primero es su mera existencia. Un juego tan especial, que se podría considerar de nicho en su propuesta, como una idea feliz del genio Shigeru Miyamoto. Un concepto que parecía explotado, quizá exhausto en su máxima expresión con el maravilloso Pikmin 3 de hace diez años. Y, mientras los fans quizá en mayores masas potenciales, piden el retorno de franquicias más comerciales y populares como F-Zero (carreras) o Star Fox (naves), Nintendo decide poner más recursos que nunca en ese juego tan especial, en esa relajada aventura en miniatura de plantitas y estrategia ligera, para brindar a sus seguidores lo que ahora vemos que sí se podía hacer: una entrega aún más completa y más bonita.

Lo segundo tiene que ver con eso de "brindar a sus seguidores". Sí, es la cuarta entrega de una serie que, por cierto, ya se puede jugar entera en Switch, pero algo que Nintendo siempre cuida es la accesibilidad para que cada juego pueda ser el primero para muchos usuarios. Y lo hace con maestría, como algo que le brota de forma natural. Pikmin 4 es un ejemplo fantástico de esto: sabe introducir todos los elementos con simpatía y buen ritmo, haciendo de recuerdo sin molestia para los que llevamos con la serie ¡desde 2002!, pero permite que los no iniciados aprendan y que los expertos se suelten cuanto quieran. Es verdad que este empeño lleva a Pikmin 4 a uno de sus pocos puntos criticables (la gestión de la dificultad), pero siempre hay que aplaudirlo cuando se ejecuta así de bien.

Pikmin 4
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Y tú, ¿de qué grupo eres? Pikmin 4 recoge todos los elementos de sus predecesores y amplía la oferta de contenido y su variedad con algunas ideas nuevas. No demasiadas: no esperes una novedad radical, sino más bien sentirte como en casa y encontrar muchas formas de disfrutar de sus peculiares mecánicas.

Si vienes de nuevas, esto va de controlar a un pequeño astronauta humanoide (que ahora puedes personalizar) en escenarios terrícolas naturales y ahora también artificiales. Todo te queda muy grande porque apenas mides varios centímetros de estatura, y para sobrevivir y avanzar en tu misión de exploración y rescate deberás contar con un ejército de Pikmins, unos encantadores seres vegetales que son aún más pequeños, pero todos unos currantes cuando van en pelotón y los mandas a pelear, recolectar objetos, excavar o construir.

Como habrás visto, con el progreso en tu aventura podrás llevar hasta 100 y de hasta tres tipos distintos entre Pikmins rojos, amarillos, azules, blancos, morados, gélidos, pétreos, alados y luminosos. Cada tipo tiene su especialidad en relación con los elementos (fuego, electricidad, agua, hielo) u otros factores (fuerza, resistencia, volar, forma etérea). Perderás muchos Pikmin en tus aventuras a causa de los peligros o de unas criaturas que son tan letales como curiosas de estudiar. Pero también harás germinar decenas y cientos de ellos, e intentarás que adquieran su forma de flor, más potente y rápida, a base de néctar.

Pikmin 4Pikmin 4
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Al igual que en las entregas anteriores, en Pikmin 4 los objetivos principales consisten en recoger tesoros escondidos o enterrados por el escenario y también los bichos muertos resultantes de tus combates para hacer brotar más Pikmins. En esta ocasión las jugosas frutas, de aspecto aún más delicioso, también son tesoros, porque en lugar de hacer zumo para la tripulación la idea es procesar lustronio para mejorar la nave principal y su alcance.

Estas son las premisas que te pueden sonar muy familiares, pero en Pikmin 4 se ha hecho un trabajo encomiable en cuestiones de estructura, progresión y contenido para que todo resulte aún más variado e interesante.

Están la exploración tradicional para completar zonas concretas del mapa durante un ciclo de día a noche. Luego vuelve la exploración de cuevas presentes en esos mismos mapas, a un ritmo distinto y sin prisas, pero con peligros insospechados, Pikmins limitados y una estructura por pisos subterráneos. Más adelante se introduce la expedición nocturna, una especie de "modo horda" en el que defender las Lumilomas (como hormigueros de píldoras lumínicas) de los enemigos enloquecidos nocturnos, contando solo con los nuevos Pikmin luminosos. Y finalmente está la Batalla Dandori y el Desafío Dandori, como enfrentamientos contrarreloj o 1v1 que solo se superan con buena planificación y organización, siguiendo ese término nipón.

La forma en que Pikmin 4 tiene de ir presentando todas estas modalidades, conforme sus sistemas de progresión interconectados van aumentando la sensación de ir avanzando y ampliando las cosas que puedes hacer, es su gran triunfo a nivel de diseño de juego. Se trata, aparte de la tradicional limpieza de cada zona, de obtener recursos y saber gestionarlos. Vas rescatando personajes de tu tripulación (la Brigada de Rescate de Olimar) y civiles que van quedando en un campamento como base de operaciones. Esos personajes te van encargando misiones y a la vez vas completando la piklopedia (todos los seres vivos) y la tesoropedia (las descripciones extraterrestres de nuestras cosas cotidianas, así como los modelos 3D de estos tesoros, siguen siendo fascinantes). El lustronio va ampliando tu radar y capacidad de vuelo, la materia prima de distintas fuentes te permite construir con arcilla o comprar, el néctar de las lumilomas se usa para curar a los frondantes (más personajes rescatados con los que no puedes hablar hasta que no les liberes de esta enfermedad que les cubre de hojas), y luego ciertos personajes desarrollan y venden objetos muy necesarios o te invitan a repetir retos. Es un ciclo que se retroalimenta sin parar. Y aún no hemos hablado de Ochin.

Pikmin 4
Nos hemos pasado Pikmin 4 en el día 28 de la misión, tras unas 22 horas de partida. Ya os adelantamos que no ha sido al 100%... y que hay sorpresas y mucho contenido después del primer final y los créditos. Multiplica las horas por dos y los días por tres para hacer el 100%.

Ochin es el perrete bípedo y absolutamente adorable que has visto en la portada o en los vídeos de juego. Pero lo mejor es que su uso no es un mero reclamo por su ricura, sino que cambia completamente la dinámica de juego de la franquicia y se convierte en la mejor novedad de Pikmin 4. Con él puedes explorar mucho más rápido subiendo a tu personaje y a todos tus Pikmin a su lomo (no querrás ir a pie). Además, puede morder, saltar para acceder a ciertas zonas, excavar, transportar objetos y, sobre todo, embestir, un movimiento ideal para enfrentar a ciertos enemigos de un golpe seguido de un aluvión de Pikmin. Es tu compañero, se puede y debe ir mejorando también en el campamento conforme va adquiriendo experiencia (XP por cada rescate, entrando en el bucle de progresión), y finalmente se puede emplear a modo estratégico, por ejemplo ordenándole que guarde una posición o separando las acciones del astronauta y de Ochin, quizá cada uno llevando a una selección de Pikmins en paralelo.

Respecto al difícil equilibrado de la dificultad cuando quieres invitar a nuevos jugadores y complacer a los viejos, a Pikmin 4 se le ve algo indeciso en un par de ocasiones. La primera, que ese "modo horda" de las expediciones nocturnas no es lo emocionante, ni lo elaborado que podría ser, de modo que queda como un añadido menor por mucho que nos encante el aspecto fantasmagórico de los Pikmin luminosos. Por otro, hay cierto enemigo en algunas cuevas que se marca un homenaje a Pikmin 3 y que requiere un enfoque algo distinto, pero su implementación tampoco es la más fina ni elegante. Además, aunque no sea un paseo (perderás un buen puñado de Pikmin y te dolerá), el que venga de la trilogía campará casi todo el rato como Pedro Olimar por su casa, salvo algunas sorpresas tan impresionantes como desagradables, en el buen sentido.

Dicho esto, con las mencionadas novedades estructurales y a nivel de juego los desarrolladores de Nintendo EPD han conseguido que sea más divertido e interesante jugar a algo que ya habíamos jugado muchas veces, y por tanto Pikmin 4 coge el testigo del (aún genial) Pikmin 3 en aquello de "la máxima expresión" de la fórmula, de la franquicia. Por si fuera poco, todo lo demás también mejora: se ve y se oye más bonito que nunca y sus retoques en jugabilidad y accesibilidad (eso que ahora llaman mejoras de quality of life) hacen que se controle aún mejor y que comandar a todas estas criaturitas por el mapa sea un gustazo, por muy rebeldes y cabezotas que se pongan a veces.

He de confesar que no me esperaba que Pikmin 4 fuera capaz de subir el listón de su predecesor. Esta sorpresa, su encanto innato y todos los factores perfeccionados, sumados a mi amor por la serie desde sus inicios, han conseguido que disfrute aún más. El mimo, recursos y talento que ha puesto Nintendo en algo tan especial, junto con su experiencia relajada, singular, simpática y preciosista lo convierten en el juego del verano y, para mí, en uno de los juegos del año.

Pikmin 4
Pikmin 4
09 Gamereactor España
9 / 10
+
Se podía ser más bonito y encantador. Genial distribución del (mucho) contenido y sistema de progresión. Controles y accesibilidad mejorados. El perro Ochin lo cambia todo.
-
Los recursos que emplea para subir la dificultad no son los más divertidos. Algo borroso en portátil.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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