Outriders - Impresiones con las clases Ilusionistas y Piromantes

La amnesia ha sido un recurso argumental desde tiempos lejanos y, en un momento u otro, todos hemos tomado el control de un protagonista al que le han borrado la memoria y hemos intentado encajar todos los acontecimientos que sucedían a su alrededor (¿verdad, Link?). Esta es una buena estrategia para que el jugador y el personaje estén exactamente en el mismo punto, desvelando sus conocimientos compartidos por medio de la historia. En Outriders, la amnesia se ha sustituido por sueño criogénico (no muy distinto al de The Outer Worlds) y tu personaje estuvo cubierto de hielo durante años, hasta que se despertó en un mundo extraterrestre y extraño que había sido arrasado con violencia. Pero de todo esto quizá ya os hablamos en su día.

Es entonces cuando comienza la aventura en Outriders, el nuevo título de aventuras de ciencia ficción en tercera persona de People Can Fly, el estudio que trajo al mundo Bulletstorm y que, ahora, está trabajando en un shooter que pretende competir con Destiny y Warframe, con un arsenal de armas futurista y poderes especiales. Sin embargo, nuestra demo a los mandos no empezó con nuestro personaje despertándose confundido y sin información alguna en un mundo desconocido, así que quizá deberíamos hablaros un poco más de nuestra experiencia de juego.

Antes de echar mano al mando para nuestra demo remota (un hecho que se ha vuelto bastante común para nosotros durante estos días de aislamiento), nos preguntaron qué dos clases nos gustaría probar. Nuestra primera elección fue el Pyromancer (Piromantes), un especialista en el control del fuego (puede que hayamos pasado demasiado tiempo jugando con un pistolero en Destiny), aunque, al final, dejamos esta clase como segunda opción y empezamos con un Trickster (Ilusionistas). Fue una mala elección.

El Trickster, como su nombre de embaucador indica, tiene un par de trucos (o habilidades inusuales) bajo la manga. Adentrándonos en la ficción del juego, el planeta Enoch es el hogar de una extraña anomalía que otorga poderes a los que viven allí, incluido nuestro Outrider trilero, que puede ralentizar el tiempo de nuestros enemigos, convirtiéndolos en objetivos a cámara lenta que se pueden derribar a distancia. Es un buen truco, está claro, pero la clase en sí tiene más matices que las demás y, en combinación con nuestra falta de experiencia, conlleva que nos estuviésemos peleando con él durante la primera mitad de la demo.

La segunda ronda fue mucho más fácil. Jugar la misma parte de la trama fue de ayuda, al igual que la familiaridad con los controles que acabábamos de adquirir. En cambio, también cabe decir que el Piromante es una clase mucho más diestra al utilizar habilidades especiales de fuego que complementan las armas que hayamos elegido. De hecho, ni siquiera cambiamos la pistola inicial de nuestro Piro por otra que encontramos en un botín, porque con la que empezamos el juego nos resultaba muy útil, pues cuando moría un enemigo se nos transfería un pequeño porcentaje de su vida. Era muy práctico.

En cada partida teníamos que atravesar varias escenas guionizadas en las que íbamos variando entre el combate cuerpo a cuerpo y el de armas de alcance medio. Disparar a distancia no era tan práctico como el otro tipo de combate, ya que la visibilidad es reducida, aunque es díficil determinar si se debe a que es necesario optimizarla en el juego o a un defecto de la plataforma de streaming que estábamos utilizando para jugar la demo. De todas formas, el combate de largo alcance no es precisamente el objetivo del juego y nos hicimos una idea de lo que deberíamos hacer igualmente.

Volvamos a las dos clases que elegimos para la demo. Ambos personajes contaban con varios niveles y teníamos algunos puntos para repartir en un esquema de habilidades, que nos conceden boosts pasivos relacionados con el daño y la resistencia en todas sus formas. Entonces, como habrás visto en algún MMO o juego similar, hay que elegir las habilidades que quieres tener y asignarlas a tres botones (si juegas con el mando de Xbox, serían LB, RB y LB+RB) y, justo ahí, Outriders empieza a cobrar sentido. Verás, el juego está catalogado como disparos en tercera persona y no hay mucho que decir al respecto. No obstante, este shooter de People Can Fly brilla en todo su esplendor cuando empiezas a mezclar los tiroteos tradicionales con los ataques especiales que han creado.

Las diversas habilidades se muestran de diferentes formas, pero todas giran entorno a una clase concreta. Nuestro Piro, por ejemplo, podía lanzar una ola de llamas al enemigo, mientras que uno de los ataques de nuestro Ilusionista era una espada temporal con la que podías atacar al enemigo para ralentizarlo y bajarle la vida al mismo tiempo. Lo que hemos descubierto, sobre todo mientras jugábamos con el primero, es que el combate en Outriders es táctico, así que no puedes simplemente entrar ahí y vaciar el cargador contra tus enemigos. Tienes que encontrar la posición correcta, tener buena puntería y no parar de utilizar las habilidades, que tienen tiempo de enfriamiento y requieren un manejo cuidadoso.

Nuestra demo consistía en una serie de encuentros con grupos de enemigos, todos ellos liderados por una unidad mucho más fuerte o por un capitán. Como es natural, a estos seres hay que infligirles más daño para que caigan y, además, se curan cuando llegas al mitad de la batalla. Por lo tanto, se trata de encontrar el equilibrio entre los disparos tradicionales a cubierto y causar suficiente presión y daño como para bajar su primera barra de vida y, después, la segunda. Algunos combates eran muy difíciles (sobre todo en nuestra primera ronda, con el Ilusionista), pero a la larga nos sentimos bastante cómodos con las mecánicas y habilidades y fuimos capaces de seguir adelante hasta el final de la demo (que termina con una escena impactante que no se andaba con tonterías).

El tono de la historia y la forma de contarla, sugiriendo un trasfondo más serio, parece tal vez la parte más vulnerable de Outriders, lo que conlleva un riesgo de que todo el proyecto se acabe viendo como un mero juego genérico, ya que sigue un camino muy similar a Destiny que no se puede negar, con esa anomalía misteriosa que otorga poderes especiales, por ejemplo. People Can Fly tiene mucho trabajo por delante si pretende convencer a la gente de que su nueva entrega tiene suficiente carácter para mantenerse a flote en este subgénero tan competitivo. Nos ha gustado el escenario extraterrestre y la idea principal es mucho más interesante que una simple historia de amnesia, con un personaje que se despierta de un sueño inducido y se encuentra con que su especie está en un infierno en vida después de muchos años dormida. Tenemos mucha curiosidad.

Entonces, ¿será lo suficientemente bueno? El lanzamiento de Outriders está programado para finales de este año en PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X, que es un momento muy acertado para llegar con un título nuevo, pues habrá un montón de jugadores orgullosos de sus consolas recién adquiridas y en busca de obras originales e innovadoras para jugar en estas nuevas máquinas. Esto debería ser suficiente para que muchos se apunten a la aventura, pero si Outriders quiere demostrar que es más que un título interesante y establecerse como franquicia con más entregas (el santo grial de cualquier IP nueva de este estilo), es necesario ver cómo se presenta la historia y dedicarle más tiempo a las cuatro clases del juego y a su amplio arsenal de armas. En este aspecto, su potencial reside en el punto dulce entre las habilidades narrativas y el juego de armas sistémico, así que si People Can Fly encuentra el equilibrio adecuado e incluye esta dinámica de juego en una aventura de ciencia ficción significativa y original, Outriders podría convertirse en un éxito absoluto.