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Opinión: el premium del mañana, la duda de hoy

Que nadie se engañe, las suscripciones de pago como PS Plus y Xbox Live Gold no viven su época dorada; aún está por llegar.

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Que Sony nos deleita a cada mes que pasa con su magnífico trato al cliente en PS Plus no es descubrir la sopa de ajo. Que Microsoft contó con mejores épocas gracias a un sistema online estable que justificaba la suscripción a Live, pero que ha ido viendo como las quejas hacia la empresa nipona han ido desapareciendo hasta convertirse en piropos, también lo sabe todo el mundo. Pero lo que a muchos les ronda por la cabeza es qué será lo próximo, qué ocurrirá cuando la nueva generación se haya asentado y no exista la necesidad de mimar a un cliente que, sine qua non, pagará si quiere poder jugar en línea.

Para entender qué nos viene encima es necesario echar la vista atrás. Érase una vez, Microsoft dominaba el mundo de las suscripciones online frente a una Sony que, entre el famoso ‘hackeo' de abril de 2011 y un Playstation Home que seguía (y sigue) dándose de bruces contra la realidad de su fracaso, no era capaz de ofrecer un servicio digno de pago a su PS3. Poco después y tras diversas reticencias por unirse a dicha lucha, Nintendo lanzaría Nintendo eShop para potenciar su portátil y empezar a convertirla en lo que es hoy, un éxito rotundo. Ya le gustaría poder decir lo mismo a su hermana mayor.

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El servicio de pago PlayStation Plus y la PlayStation Network.

Pero las cosas empezaron a hacerse bien en Japón. El catálogo de clásicos de PSOne ofrecía unos precios que dejaban en ridículo las hinchadas cifras de una Nintendo que, aún así, libraba aún su batalla por el despegue final de 3DS. Además, la compañía de Kazuo Hirai empezaba a ofrecer un buen catálogo fílmico, un navegador decente, un multijugador en línea cada vez más estable y apostaba por las primeras descargas digitales de juegos AAA. A partir de aquí, todo cambió hasta el día de hoy.

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La manera más significativa de certificar el reinado de PS Plus durante los últimos meses es ver cómo han respondido los de Redmond. Remontémonos al pasado E3; sí, hubo más bombazos que aquél gameplay que nos dejó boquiabiertos con Titanfall. Playstation ampliaba su política de buen trato al suscriptor de pago con más y mejores ofertas. Al mes siguiente, Xbox Live Gold lanzaba el 'notición': ofrecería la descarga de dos juegos gratis cada mes hasta final de año, títulos que formarían parte de nuestro catálogo de manera permanente. Dicha oferta fue una contramedida a corto plazo a lo que Sony venía ofreciendo, que además no ha surtido efecto.

Live Gold abrió en julio de este año con Assassin's Creed II y Halo 3 como juegos gratuitos y de descarga permanente. Hablamos de juegos que salieron al mercado en 2009 y 2007 respectivamente. Mientras, suscritos a PS Plus podemos disfrutar de Uncharted: El abismo de oro y Gravity Rush de manera gratuita e indefinida, por nombrar dos juegos más recientes y ni tan siquiera hablando de PS3. Y eso es porque para demostrar que Plus está muy por encima de Gold sólo nos hace falta hablar de la oferta de Vita, porque si nos ponemos a hablar de lo que se ha ido ofreciendo para PS3 hace falta, como mínimo, un párrafo aparte.

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Playstation Network ha bendecido a sus suscriptores de pago con variedad y calidad para PS3. Desde clásicos, a superventas, y pasando por títulos sorprendentemente recientes, se han dejado caer diversas joyas a lo largo del verano, convirtiendo lo que suele ser una sequía en cuanto a novedades en un perfecto momento para probar todo aquello que no pudiste -y quisiste- en su momento, ya sea hace años o hace meses. Todo aquel que no tuvo la oportunidad, hace años, de catar el magnífico ICO o Shadow of the Colossus lo ha podido hacer, además en su versión HD. El que haya oído hablar hasta la saciedad de Drake y su pandilla puede saber a qué se refería la crítica jugando a la tercera parte de la trilogía. Y para trilogías, también tiene a Jack and Daxter. Quien, hace menos de un año, vio a la crítica maravillarse por las bondades de Xcom: Enemy Uknown, también puede descubrir que sí era para tanto. Pero lo más gordo está por caer y eso lo digo cuando Battlefield 3 se ha dejado ver hace apenas un mes.

Hace poco llegaron Far Cry 3 y Street Fighter x Tekken para PS3 y Vita respectivamente. Mientras, Live Gold ofrecerá títulos al nivel de Rainbow Six: Vegas y Dead Rising 2, buenos, pero antiguos si los comparamos con Sony. Far Cry 3 fue, sino la mayor, una de las más gratas sorpresas del año pasado, y el 'crossover' de Capcom ya no es sólo eso, sino que se ha asentado como uno más confirmada ya la intención de dar a luz una secuela. Paralelamente, Nintendo sigue ampliando su oferta ciñéndose en gran parte a su hondo catálogo de clásicos y a versiones digitales de sus top ventas.

Pero llegados a 2014 y con sendas nuevas plataformas de nueva generación ya a la venta... ¿qué veremos? Queda claro que las ofertas de hogaño quedarán desfasadas a corto/medio plazo. Además, se sigue descuidando al usuario fiel que está 'al día' de los grandes títulos que han ido saliendo. Por ahora el más beneficiado es el consumidor medio-alto, que disfruta de aquellos imprescindibles pero siempre le queda alguna joya en el tintero por catar. ¿Harán algo Microsoft, Sony y Nintendo con aquel 'gamer' que desembolsa sus 60-70€ con toda producción AAA que sale a la venta? Creo firmemente que el dilema está ahí y que como yo, muchos suscriptores tienen la impresión de estar aprovechando a medio gas aquello por lo que han pagado. Sin duda hace falta un cambio. Y tengan cuidado con Steam, teniendo en cuenta sus tres recientes bombazos: Steam Machines, SteamOs y Steam Controller.

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