Mientras los vientos helados azotan la vasta y desolada extensión del archipiélago de Svalbard, se avecina una tormenta diplomática. Tras las acusaciones de Rusia de que Noruega ha estado militarizando las islas, Noruega negó firmemente las acusaciones (vía Reuters).
Esta disputa alcanzó nuevas cotas el viernes, cuando Rusia convocó al embajador noruego en Moscú, instando a Noruega a cesar cualquier acción que pudiera socavar el estatus legal internacional del archipiélago.
Sin embargo, Noruega contraatacó rápidamente, afirmando que sus actividades en la región son plenamente conformes con el Tratado de Svalbard, que otorga al país plena soberanía sobre las islas, respetando al mismo tiempo las restricciones del tratado sobre su uso militar.
La controversia sobre la presencia militar no es nueva, ya que Rusia acusó anteriormente a Noruega de intensificar las tensiones en este territorio ártico. Por ahora, está por ver cómo se desarrollará la situación.