En los últimos años hemos recibido algunos juegos de coches con estilo retro y potenciador de sabor. New Star GP, 80's Overdrive, Slipstream, Horizon Chase Turbo - Senna Forever y Circuit Superstars, por nombrar solo algunos que han salido en los últimos tres años. Así que no es que el mercado esté carente. El próximo en la parrilla de salida es el reboot de la serie más antigua de Atari, Sprint, pero esta vez con el nombre de NeoSprint.
Por fuera es un jueguecillo muy chulo. Coches pequeños, que me recuerdan a los viejos Micro Machines de mi niñez, que hacía correr por pistas más o menos complejas. El ajuste predeterminado es una vista isométrica de todo el circuito, pero puedes hacer zoom para enfocar más a tu coche. No obstante, prefiero ver todo el trazado. Los controles son tan minimalistas como cabía esperar de un juego como este. Acelerador, freno, girar a la derecha o a la izquierda y con la ligera posibilidad derrapar. Puedes poner en práctica todas estas habilidades en el modo campaña, en las contrarreloj o en las carreras clásicas. Desgraciadamente, la parte online es casi inexistente. No hay ninguna posibilidad de correr contra otros en una partida en línea, pero sí que puedes jugar con cuatro amigos en el mismo sofá si te apetece.
Pese a que es entretenido durante un rato, lamentablemente no dura demasiado. La sensación de jugar durante un largo período de tiempo se desvanece. Es un título que se juega mejor por tramos. Se vuelve muy frustrante cuando el volante para ordenador del coche se comporta como si fuesen las carreras de demolición. Si te las apañas para placar a otro coche de la manera correcta, puedes volcarlo, pero vete olvidándote de pisar el podio. No obstante, tienen tendencia a quedarse atascados en las esquinas estrechas. Si te vas contra un muro, es como si este estuviese hecho de goma, porque rebotas a la pista de nuevo. Pero no importa demasiado porque la mayoría de las carreras son muy fáciles. Aunque solo hay tres vueltas en cada carrera en el modo campaña, estuve cerca de sacarle una vuelta al resto casi todas las veces.
Sin embargo, el nivel de dificultad sube en las llamadas pistas de obstáculos. Te encontrarás con derrames de gasolina, conos y otros elementos que tendrás que evitar. Hay carreras contrarreloj para intentar conseguir el bronce, la plata o preferiblemente el oro al completar una vuelta en el tiempo determinado. Si te llevas un cono por delante, te penalizarán con tiempo, quedarte atascado en un tipo de barro será un adiós a la medalla de oro. Requiere una conducción precisa, pero quizás sea ese, el modo de juego más entretenido. Las pruebas de tiempo utilizan el mismo concepto, pero sin obstáculos que se crucen en tu camino. La lucha por recortar medio segundo o una décima, vuelta tras vuelta, es divertido.
Por desgracia, del modo de campaña no se puede decir lo mismo. Confieso que no es de ese tipo de juegos y la trama está tan ausente que podrían haberla quitado. Elige una copa, en diferentes entornos y cines, corre cuatro carreras, la última de las cuales es individual, mano a mano. También encontramos con algún personaje, algo así como un jefe para toda la copa, pero apenas llegamos a conocerle. Aparece en las cuatro carreras, pero solo antes de la última, emerge esta cita: "¿Un desafío en mi terreno? ¡Vamos!" y cuando pierde hace un comentario triste: "¡Dios mío! ¡Eres como realmente bueno!" (el juego no cuenta con traducción en español de España y la de Latam deja un poco que desear). Eso es todo. Puede que sea una forma de hacer que cada copa sea personal, pero resulta innecesaria y así como comienza la próxima copa, el jefe anterior ya está más que olvidado.
Quizás el mejor añadido de todo el juego sea el constructor de niveles. Si se te da bien, o porque te apetece sin más editar circuitos, con este modo te divertirás mucho. ¿Un salto al principio, luego una horquilla que pasa por encima de una tribuna? Dale, no te cortes. También puedes compartir tus circuitos en línea, lo que de alguna forma añade valor al juego en general. Porque hay gente que es un as creando pistas divertidas. Yo no destaco en ese campo, como puedes ver en la captura de pantalla de abajo.
NeoSprint es un título atractivo en un género retro ya rebosante de juegos. No tiene nada que le haga destacar entre la multitud, pero al mismo tiempo ofrece lo más importante de un juego de coches: el placer (arcade) de conducir. Por lo menos durante un rato.