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Need for Speed Unbound

Análisis de Need for Speed Unbound

El equipo detrás de Burnout y Need for Speed: Hot Pursuit regresa a las carreras callejeras, pero se estrella en la primera curva.

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Recuerdo la primera vez que jugué a Need for Speed III: Hot Pursuit, en otoño de 1997. Me quedé casi anonadado por lo genial que era. Precioso, rápido como un rayo, desafiante, amplio y atmosférico, con coches fantásticos y una experiencia de conducción realmente satisfactoria. Para mí, fue la puerta de entrada a la serie de juegos y el comienzo de un amor duradero. Disfruté mucho de High Stakes (1998), me encantó Porsche Unleashes (2000) y adoré Hot Pursuit 2, que salió en 2002. Al año siguiente, EA lanzó Need for Speed: Underground, que sigue siendo uno de los mejores títulos de carreras de todos los tiempos, según el que suscribe. Absolutamente brillante. Jugué bastante a la secuela y también disfruté del Most Wanted de 2005.

Shift de 2009 también fue uno de mis favoritos, así como el remake de Hot Pursuit que salió en otoño de 2010, pero después de Shift 2: Unleashed, mis sentimientos empezaron a enfriarse. The Run, Rivals, No Limits, Payback y Heat fueron todos mediocres. Fórmulas agotadas que vivían de viejos méritos y que contenían una física de los coches molesta y ruidosa, mundos de juego monótonos y sin vida, y muy poco de ese emocionante espíritu de futuro y entusiasmo del que hacían gala los primeros juegos. El estudio Ghost Games tenía grandes ambiciones para la serie, pero todos sus intentos acabaron por aburrirme de verdad, y ya en 2015 había perdido las ganas de todo lo que llevara el nombre Need for Speed.

Need for Speed UnboundNeed for Speed Unbound

Nueva base, nuevo estudio y nuevo motor de física de coches, según Criterion. Cuando se mostró por primera vez Unbound, fui una de las personas que se entusiasmó. Se parecía un poco a Need for Speed: Underground 3 y, dado que el equipo que está detrás de él también está detrás de Burnout 3: Takedown y Need for Speed: Hot Pursuit (2010), me sentí confiado con que esto sería el comienzo de algo bueno, algo nuevo, para una serie de juegos que se ha quedado a un lado de la carretera con una bomba de sumidero rota mientras gigantes del género como Forza Horizon les han pasado a velocidades supersónicas por la derecha en los últimos años. Sin embargo, después de tres días con Unbound, lamentablemente no puedo hacer otra cosa que afirmar que este no es en absoluto el juego que Need for Speed, como serie de juegos, necesitaba tan desesperadamente. Ni de lejos.

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Need for Speed Unbound

Unbound tiene lugar en una versión ficticia de Chicago (en la que tomaron prestados un par de lugares famosos y luego utilizaron su imaginación en gran medida para crear un mundo de juego con entornos urbanos y carreteras rurales circundantes) llamada Lakeshore y cuando el juego comienza actúas como mecánico y piloto en el mundo de las carreras callejeras. Ya durante la introducción tú y tu jefe sois traicionados por tu colega Jaz, que con su nueva "banda", roba los cinco bólidos de carreras, incluido el que construiste en la media hora inicial, y desaparece en mitad de la noche. Ahora es cuestión de reunir unas cuantas piezas, comprar un viejo coche de desguace y empezar de cero, otra vez. Las carreras en Unbound están situadas por todo el mapa de la ciudad y durante las primeras diez horas se pagan con calderilla, lo que significa que lucharás, como un idiota, para reunir el dinero suficiente para poder mejorar el turbo, o los frenos.

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La traición de tu antiguo colega Jaz, los robos de coches y tu futuro como corredor callejero son temas que se tratan en el "modo historia" y el trofeo final gira en torno a una carrera contra el mismísimo Asap Rocky, que en su tuneado Mercedes-Benz 190E de 1988 (que posee en la vida real) ofrece una dura resistencia, por no decir otra cosa. Unbound intenta, de la misma manera que lo hizo en su día Underground, enmarcar las carreras callejeras y la cultura automovilística de hoy en día con grafitis, música, estilo de los coches, jerga juvenil y "personajes pintorescos" pero a diferencia de lo que ocurría en Underground y más bien de lo que ocurría en la irremediablemente mala Need for Speed (2015) es bastante tonta y mala, hasta el final.

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El guion parece decente, en principio. La historia evidentemente ha sido escrita por una o varias personas que no entienden para nada de carreras callejeras y tienen básicamente cero conocimientos de la cultura automovilística en sí. La forma en que se estructuran los diálogos, las cosas que se dicen y las que suceden recuerdan más a Gossip Girl que a cualquier otra cosa y realmente me puedo imaginar que el equipo de guionistas de Criterion hizo un par de pases con 2 Fast 2 Furious y con una temporada de Teen Wolf en segunda pantalla y luego decidió mezclar los elementos de allí en un cóctel sin sentido. Tampoco mejora si todos los actores de voz hacen un mal trabajo constante. Nadie se siente convincente, nadie se siente natural o creíble, sino que todo lo que se dice es igual de falso y artificioso que en Need for Speed (2015) o Need for Speed: The Run. Durante largos tramos, lo único que escupen los protagonistas son puros clichés de Fast and Furious que Criterion ni siquiera se molestó en reescribir, como "La familia lo es todo", y durante mis horas con Unbound en varias ocasiones lo sentí como una absoluta parodia.

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Por supuesto, esto podría haberse pasado por alto, en gran medida ignorado, si la conducción en sí hubiera sido realmente buena. Tan buena como lo fue en su día en lo que se refiere a esta histórica serie de juegos. Se habló de antemano sobre cómo hacer el doble de cálculos de lo que sucede en el coche en comparación con las partes anteriores de la serie y que todo sería reconstruido desde cero, pero por supuesto tengo que ser honesto aquí también, y afirmar que se siente más o menos exacto como Need for Speed: Heat con un poco de Crazy Taxi tirado en lo que respecta a cómo el peso y la velocidad se presentan. Hay mucho par motor en los coches, lo que resulta divertido, sobre todo cuando se trata de los muscle carts primordiales, pero por lo demás la conducción es insatisfactoria de una manera difícil de describir.

El enfoque está muy centrado en el drifting y solo entonces aparecen los efectos de grafiti de dibujos animados bajo el coche, pero al igual que en Dirt 5, por ejemplo, se reduce tanto la velocidad cada vez que se derrapa que, por el bien del dinero, siempre es mejor conducir apretado y aplastar los bancos del parque en la curva interior que asomar la parte trasera e intentar derrapar en el vértice. Claro que obtienes Nitro si derrapas, que por supuesto puedes usar Mid drift para contrarrestar la ralentización del coche por la fricción, pero sigue siendo contraproducente y extraño en un juego que se ha alejado tan obviamente de todo lo que se llama realismo. En su lugar, Criterion debería haber invertido en una mecánica de drifting que premiara más al jugador, en la que la cuerda en sí fuera más floja y en la que el reto viniera en forma de posicionamiento antes del drift iniciado y luego de la salida del mismo, con paradas con la dirección y la marcha adecuada en la salida. Más como Ridge Racer, menos como Dirt 5.

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Si a esto le añadimos la forma en que tu coche actúa como un freno de pared y simplemente derriba por completo el resto del tráfico, los árboles, los arbustos, los bancos del parque, los setos, las paradas de autobús, las farolas y los peatones, hace que Unbound se sienta como Need for Speed: Heat - Crazy Taxi Edition. Cuando saltas por encima de un aparcamiento en el centro de Lakeshore, el coche obtiene unas alas gigantes de color amarillo brillante dibujadas a mano durante el vuelo (con el texto BIG AIR!) y luego aterriza en una vía de tren, se hace evidente que hay un desequilibrio y una falta de coherencia en la forma de mezclar la diversión arcade tipo Crazy Tax con el deseo de simular la fricción, y el desplazamiento del centro de gravedad durante el derrape real, y eso arruina gran parte del encanto.

Las persecuciones policiales también están sacadas directamente de Need for Speed: Heat, incluyendo el sistema Heat en su totalidad, y son tan aburridas como lo eran en el juego de 2019. manera que todo Unbound, por desgracia, lo hace. Esto bien podría haber sido un juego de 2005 y cuando Forza Horizon 5 en particular redefinió el subgénero de las carreras de mundo abierto, esto se siente un poco como un título gratuito trivial en lugar del gran juego muy esperado que pondría a Need for Speed en el mapa, de nuevo. El hecho es que Unbound no tiene ninguna posibilidad en comparación con, por ejemplo, el DLC LS Tuners para GTA Online, que ofrece en ambos casos divertidos mundos de juego, mejores sensaciones de conducción y divertidas persecuciones policiales. Y eso lo dice todo.

Afortunadamente, al menos los gráficos son realmente bonitos. Y con eso quiero decir que son súper bonitos. El motor Frostbite es tan capaz como siempre y esa iluminación gris-azulada y fría de Battlefield hace de Lakeshore un mundo de juego increíblemente bonito. Los modelos de los coches también están súper bien hechos, el modelado de los daños está bien hecho y fluye muy bien en PlayStation 5.

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El sonido también es bueno. Los coches suenan mecánicos y retumbantes y aunque la banda sonora con música de Palace, Shaba, Booty, Kolo Kolo, Apricots, Babushka Boi, Split, Trophy, Militant, Wicked, Curse 4 U, Racked y Asap Rocky no es realmente para mí (no he oído hablar de ninguno de los artistas excepto Asap Rocky) la calidad del sonido es buena y la variedad realmente buena. También me gusta la presentación y cómo han mezclado la ciudad de Frostbite-Battlefield y los coches fotorrealistas con los efectos de grafitis dibujados a mano como el humo de los neumáticos celshading y demás. Ese contraste funciona, creo, pero no da la sensación de que esté anclado en mucho más, lo que me hace estar un poco indeciso. Los personajes súper sencillos, sin sombreado y con caras con celshading, tampoco encajan realmente con todo lo demás, lo que, junto con la extraña mezcla entre emulación de fricción y carreras de Crazy Taxi, hace que Unbound parezca un poco un popurrí. Y no es plato de buen gusto.

Realmente esperaba que Need for Speed: Unbound fuera realmente bueno. Quería que fuera tan bueno como lo fue Hot Pursuit, o Underground. Sin embargo, después de tres días con lo último de EA, no puedo evitar afirmar que creo que esta serie de juegos ha hecho su trabajo, y por supuesto eso es triste.

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05 Gamereactor España
5 / 10
+
Gráficos pulidos. Precioso modelado de los coches. Buen sonido. Funciona realmente bien.
-
Historia horrible. Guión estúpido. Mal trabajo de los actores de voz. Docenas de horas de grindeo absurdo. Multijugador mediocre.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Petter Hegevall

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