En el hipotético caso de que no os hayáis dado cuenta, las GPU, incluso para resoluciones 1080p, tienen una demanda altísima, y no es que haya stock precisamente. Usando un die nuevo y más pequeño para la GPU, AMD está pudiendo elaborar muchas más tarjetas gráficas con una oblea del mismo tamaño que antes. Así, sigue ofreciendo 2048 Stream Processors, 32 CU, 32 Ray Accelerators y una absurda cantidad de fps en la mayoría de juegos battle royale, FPS y/o competitivos del momento. Además, con la arquitectura RDNA 2, puedes incluso sacar partido de la solución Fidelity FX SuperResolution para aumentar el rendimiento, con una pérdida mínima de calidad gráfica, al menos teóricamente. Con todo, también es compatible con Smart Access Memory, lo que implica todavía más rendimiento en el caso de tener una CPU AMD también.
Todo esto es lo que da como resultado la MSI Radeon RX6600 XT, construida para jugar a 1080p en Ultra con altas tasas de refresco. La idea es hacer una tarjeta que sea tanto interesante para muchos consumidores como lo suficientemente pequeña para asegurarse más suministro y, con esa plataforma RDNA 2 totalmente escalable, ofrecer un rendimiento de alto nivel.
Eso es un arma de doble filo, y AMD lo ha enfocado de una forma bastante interesante. En primer lugar, no hay tarjetas de marca AMD. Todas son de proveedores terceros, como es el caso de MSI. La pregunta ante esto es por qué y, aunque en Gamereactor tenemos varias teorías, nadie afirma ni desmiente nada. Lo segundo es el balance de rendimiento contra precio. Esta tarjeta no es barata, con un precio de venta que ronda los 474 euros, algo bastante caro para jugar en HD.
Sin embargo, hay que tener en cuenta dos cosas:
Ahora, después de haber despotricado un poco sobre cómo están las cosas, vamos a echar un vistazo a lo que firma MSI.
Como su nombre indica, tiene 8 GB de memoria GDDR6 y usa un conector de 8 pines a 160 W. Bueno, en realidad, suelen ser unos 145 W, pero la cuestión es que no vas a necesitar una fuente de alimentación de 1500 W para que la tarjeta funcione. Además, la iluminación RGB con la que cuenta está hecha con mucho gusto, dibujando la forma de un logo retroiluminado.
La refrigeración recurre al sistema Twin Frozr, que ya va por su octava generación. Utiliza ventiladores Torx emparejados, que hacen que el flujo de aire sea mucho más direccional; 'heatpipes' cuadrados para garantizar el máximo contacto, y bordes de aleas curvados para evitar las turbulencias del aire. Todo esto se combina con disipadores, una enorme placa trasera de metal y hasta un circuito impreso de 2 oz, con fusibles extra por si jugáis a New World. Funciona realmente bien, quizá demasiado bien. El ruido solo alcanza los 31 dB, con temperaturas en torno a los 49 grados en uso normal y sobre los 63 grados trabajando al máximo.
La tarjeta cuenta con un soporte antiflexión incorporado, pero de solo 886 gramos y un tamaño más que decente, no creo que sea necesario. La tarjeta usa 4 ranuras PCIe 4.0, y tiene un pequeño overclock en comparación con las velocidades estándar de AMD, un 'boost' de reloj de 2607 MHz, con un reloj central de 2428 MHz. A pesar de tener solo un bus de memoria de 128 bits, es capaz de ofrecer imagen a 4K y 120 Hz vía HDMI 2.1, aunque la mayoría usarán alguno de los tres puertos Display 1.4. Con solo 27,7 x 12 x 15,1 cm, es una tarjeta con un tamao normal, pero, en comparación con la generación actual, resulta pequeña y compacta.
Y, ¿qué puede hacer la RX 6600 XT? Su objetivo es ofrecer buen rendimiento jugando a 1080p en perfiles de calidad Ultra, pero, en muchos casos, es una opción bastante viable para jugar a 1440p. Aquí están las puntuaciones que hemos obtenido en los benchmarks habituales.
A continuación, los FPS con las configuraciones gráficas más altas en los juegos actuales.
Es totalmente injugable con Trazado de Rayos, así que estos resultados son con el Ray Tracing desactivado ya que, incluso a 1080p, no superaba los 20 FPS.
Así que, en resumen, esta tarjeta puede ir desde los 1080p hasta la luna, o al menos hasta los 1440p. Sí, también hemos probado con Counter-Strike: Global Offensive y similares, y llegó a 343 FPS a 1080p y 144 Hz. Su bajo consumo energético la vuelve ideal para buenas configuraciones ITX, pero no despunta a 1440p debido a sus limitaciones de memoria, y el Ray Tracing con ella es más algo teórico que práctico.
La tarjeta es mucho más cara de lo que acostumbramos al hablar de GPU orientadas al juego a 1080p, y la oferta de la competencia es, en teoría, más barata y ligeramente mejor. Pero, en realidad, es raro encontrar una y, si das con ella, probablemente te cueste al menos un 50% más que la RX 6600 XT. Por lo tanto, actualmente es la única tarjeta que se puede conseguir, y sin tener que pagar precios exagerados, por lo que se le puede perdonar el precio que tiene. Como la crisis de los chips no parece que vaya a terminar en un buen tiempo, puede que no sea la mejor opción, pero puede ser una de las poquísimas soluciones a tu alcance si estás muy desesperado por renovar pronto.