Después de jugar, en su momento, a las primeras versiones de Mortal Kombat X, tuvimos la ligera sospecha de que podría convertirse en algo muy especial y la última versión de este mítico título de lucha es justamente eso. Con esta última entrega, se puede observar que la franquicia ha evolucionado desde Mortal Kombat (9), pasando por el título de superhéroes Injustice: Gods Among Us, hasta llegar a Mortal Kombat X, su encarnación de nueva generación.
A la serie le hacía falta un cambio radical y el remake de 2011, Mortal Kombat (9) fue justo todo lo que los fans esperaban y más. El sistema de juego volvió a un plano 2D con gráficos 3D, simplificaron y modernizaron el sistema de combate con una estupenda respuesta y contundencia y, a diferencia de los exponentes nipones, se marcaron un elaborado modo historia bastante largo con muy buenas escenas de corte, algo que marcó el inicio de algo que nunca se había hecho en un videojuego de lucha hasta la fecha. Mortal Kombat X se basa en estos mismos principios, con algunas mejoras por el camino y aún mayor fluidez, posibilidades y variedad.
El modo historia, para empezar, se sitúa varios años después de lo ocurrido en Mortal Kombat, y se centra una nueva generación de luchadores, que tienen que enfrentarse a los problemas entre Earthrealm y Outworld (La Tierra y el Mundo Exterior).
Entre los personajes, conocemos a Cassie Cage, que es la hija de Sonya Blade y Johnny Cage; a Jacqueline Briggs, que es la hija de Jax; a Taskashi Takeda, que es el hijo de Kenshi, etc. Lo cierto es que la historia es bastante larga para un título de peleas y está llenita de escenas de corte geniales, pinceladas con el humor negro y absurdo que tanto caracteriza a la serie.
Estas secuencias, además de las escenas de pulsación de botones (o Quick Time Events, QTE), aparecen entre batalla y batalla. En el modo historia no podéis escoger con quien jugar, sino que iréis jugando con cada uno de los personajes y veréis su parte de la historia. La intención de los desarrolladores es presentaros a toda la plantilla de luchadores y las diferentes técnicas de lucha que hay en el título. Es, sin duda alguna, un movimiento muy inteligente para que los jugadores se familiaricen con todos los luchadores que tiene MKX y con su 'lore' o historia y universo.
La campaña os llevará unas siete horas aproximadamente y, aunque para muchos representa el atractivo principal del título, en realidad no es más que la guinda de un pastel mucho más grande y lleno de contenido y tripas. Por eso, la historia es una buena introducción, pero para perfeccionar las mecánicas, os recomendamos que echéis unas partidas al modo entrenamiento. En él aprenderéis los movimientos básicos y avanzados del sistema de combate, algo que el modo historia también podría haber incluido de alguna forma, la verdad.
Y aún con el nivel tan profundo de detalle que muestra el título, el modo entrenamiento os deja a vuestro aire mucho antes de lo esperado, aunque siempre podéis entrenar en campos específicos, con opciones que a muchos veteranos de los juegos de lucha les serán familiares. De hecho, hasta podéis definir diferentes comportamientos para los rivales y observar ciertos detalles de auténtico 'pro', como el número de fotogramas en la animación, el daño que causan, el tiempo de recuperación y mucho más.
No obstante, se puede observar una línea divisoria muy clara entre las técnicas básicas obligatorias para los novatos y las versiones más profundas y opcionales para los veteranos. Quizás habría sido mejor que hubiesen añadido más ejercicios o desafíos de entrenamiento y tutoriales para cada personaje para poder entrenar a los nuevos jugadores, es decir, para prepararlos más para lo que se van a encontrar cuando se enfrenten con jugadores reales. Tal y como está, si sois nuevos en esto, tendréis que aprender por las malas y llevaros unas cuantas palizas antes de poder responder. Con el tiempo podréis ser vosotros los que deis las palizas, pero os hará falta tiempo y paciencia.
Por otro lado, el usuario que quiera jugar solo tiene alguna opción más, como las Torres. Este modo sigue un formato parecido al del tradicional modo Arcade, en el que teníais que enfrentaros a varios enemigos seguidos con un personaje a vuestra elección. También está las versiones online y los retos especiales como Test Your Luck ("pon a prueba tu fortuna", en español) y Test Your Might ("pon a prueba tu poder", en español). En el primero, os enfrentaréis a varios enemigos con elementos aleatorios añadidos, como luchar sin bloqueos, escenarios reducidos y en movimiento y otras cosas extrañas que cambiarán por completo la forma de jugar al título. El segundo, por otra parte, es el reto de toda la vida en el que tendréis que cargaros varios objetos de un solo golpe.
Además, la otra opción disponible es Krypt ("Kripta", en español), un modo que ya apareció en las entregas más recientes de la franquicia, y que goza del cariño del público y está llenito de desbloqueables (desde elementos artísticos y trajes hasta nuevos fatalities).
En Mortal Kombat X, el modo Cripta se muestra como uno de esos antiguos juegos de aventuras en los que teníais que viajar por cementerios y cuevas buscando objetos para desbloquear. De hecho, hasta hay tesoros y criaturas a las que derrotar (con QTE, claro). Sin embargo, para desbloquear contenido de este modo, tendréis que gastar monedas de oro, que ganaréis jugando a los otros modos de juegos (aunque también podéis usar la app del móvil o invertir un poco de dinero real con un micropago).
Por último, también hay otro elemento en el que, a pesar de ser online, no tendréis que interactuar con otros usuarios. Una vez empecéis a jugar, el juego os mostrará una serie de facciones con su emblema y motivos históricos, y tendréis que elegir una. Después de hacerlo, cada acción que llevéis a cabo dentro del juego beneficiará a vuestra facción, aunque también hay retos específicos a los que podéis enfrentaros. Si vuestra facción consigue vencer una vez se acabe el período de tiempo, todos los miembros de la misma recibirán objetos exclusivos, incluyendo fatalities. Bien jugado.
Y luego está el multijugador online.
Si sois fans del género de lucha, lo más seguro es que este modo os apasione. En el online de Mortal Kombat X encontraréis diferentes opciones, como partidas normales, batallas clasificatorias e incluso un modo Rey de la Colina, en el que os enfrentaréis a varios oponentes de forma consecutiva. Por otro lado, iréis subiendo de nivel a medida que juguéis e iréis desbloqueando opciones para cambiar vuestro perfil, incluyendo banderas y cosas así. Si queréis añadirle un poco más de diversión, incluso podréis jugar a las versiones online de Test Your Luck y de las Torres; y, por supuesto, también podréis daros unos buenos sopapos con vuestros colegas en el multijugador local.
Es cierto que nosotros, hasta ahora, no hemos sufrido ningún problema de latencia en el online, pero a veces hemos tenido que esperar un ratillo para encontrar un rival y los menús son un pelín más lentos en este modo que en el resto del título. Aun así, Mortal Kombat X cumple de sobra con la mayor parte de requisitos en lo que a juego en línea se refiere. Por otro lado, podríamos comentar que el sistema de partidas nos colocó con rivales que estaban varios niveles por encima de nosotros, pero nos imaginamos que eso se irá equilibrando con el tiempo, pues el juego realmente salió ayer mismo.
Está claro queMortal Kombat X tiene un montón de contenido de calidad y u na producción de primera al estilo 'triple-A', pero incluso eso sería bastante inútil si no tuviese un sistema de combate que lo superase y que supusiera una alternativa única en un género donde mandan los japoneses. Gracias a los dioses antiguos, Mortal Kombat X también cumple con creces este requisito esencial.
El sistema de juego sigue por la misma línea que siempre ha seguido la serie y opta por un sistema más pesado e impactante que lo que solemos ver en los títulos de lucha nipones. Si venís de franquicias como Street Fighter, Tekken o incluso Dead or Alive, puede que tengáis que pasaros un tiempo jugando para adaptaros al ritmo de MK. Con esta entrega, por otro lado, Netherrealm sacrifica un poco de fluidez de movimiento a cambio de unas buenas animaciones con un peso muy real (exagerando lógicamente las señas de identidad de la serie). De esta manera, en Mortal Kombat X, sentiréis cada puñetazo y cada patada como si os la diesen a vosotros ahí mismo.
Así, hay varias combinaciones, movimientos especiales y Fatalities que tendréis que memorizar para cada personaje de los 24 que componen la plantilla (también podéis comprar más con un DLC). No obstante, las buenas noticias y la gran noverdad son los tres diferentes estilos de lucha o variaciones que tiene cada personaje.
Cada luchador tiene sus ataques básicos y sus técnicas especiales, pero los estilos os permitirán especializaros en varias áreas. Cojamos Sub-Zero como ejemplo: podéis escoger entre Grandmaster, que os permitirá invocar una estatua de hielo y lanzarla; Cryomancer, que os dará el poder de crear armas de hielo; y Unbreakable, que conjurará un aura protectora y un barrera de hielo para protegeros. Todo ello implica que podréis escoger entre un estilo ofensivo, defensivo y un mixto de ambos. A nosotros nos parece que se trata de una incorporación fantástica para la serie, si bien habrá que estudiar qué tal está equilibrada tanta combinación posible y cómo lo van ajustando con el tiempo.
Para los veteranos y más hábiles con los dedos, en MKX también vuelven los Brutalities, que sólo se pueden activar y ejecutar en ciertas condiciones específicas durante el combate (por ejemplo, usando un golpe en particular varias veces). Puede que no sean tan interesantes o accesibles como los famosos fatalities, pero suponen una forma adicional de humillar al rival una vez te has hecho con el juego.
Además, también están los ataques de rayos X, es decir, ataques devastadores que podréis lanzar cuando tengáis tres barras de energía cargadas (que también sirven para realizar otros movimientos especiales y contrataques guapísimos, y por tanto forman parte de los recursos estratégicos según vaya la pelea). Desde el puntos de vista visual (e incluso sádico), estos ataques de rayos X son geniales, pero en el modo online puede llegar a ser un poco injustos, por culpa de la descomunal cantidad de daño absurdo que hacen. Por otro lado, estas secuencias suelen durar varios segundos y, en ocasiones, se hace un poco frustrante ver cómo te revientan sin darte una oportunidad a defenderte o a contraatacar. Ahora bien, esto cambia si sois vosotros los que estáis pegando, claro...
También querríamos mencionar la grandísima calidad visual del título (en nuestro caso, el juego analizado es la versión para PS4). Los modelos de los personajes están muy detallados, aunque no tanto en las secuencias historia y su sincronización labial es pésima, si bien donde importan es en combate y lucen realmente genial. Pero lo que de verdad nos ganó fueron los escenarios, que son sencillamente excepcionales; y no solo son impresionantes, sino que, además, son interactivos. Es decir, podréis saltar encima de los coches, aplastarle la cabeza a vuestro rival contra una estatua o incluso convertir a una pobre ancianita que contempla el combate en un arma arrojadiza que podréis lanzar a vuestro oponente. Otro recurso para sorprender al rival.
En suma, Mortal Kombat X es un juego de lucha fabuloso. El sistema de combate es excelente y respeta y potencia el legado de esta serie tan mítica. Además, el reparto es amplio y muy variado y está plagado de contenido que parece no tener fin. Ya sea para jugar a solas o para desafiaros los unos a los otros, tenéis mucho que hacer en Mortal Kombat X. Lo cierto es que esta nueva entrega es, sin duda alguna, un gran paso adelante para el género de lucha, que consigue transmitir confianza a los fans, sin olvidar las raíces de la franquicia.