Análisis de Megaquarium

Hay algo embriagador en Megaquarium que nos recuerda a algunos clásicos de antaño. No teníamos ni la más remota idea de lo que nos esperaba cuando cogimos nuestra tableta, pero como cualquier pez, acabamos mordiendo el cebo.

En resumidas cuentas, Megaquarium es un juego de simulación y gestión en el que tendrás que construir un acuario, rellenarlo de tanques, peces y, por supuesto, clientes que quieran visitar tus instalaciones. En teoría, su premisa es bastante sencilla, pero la han ejecutado de una manera impecable.

Lo más probable es que vayas a pasar la mayor parte de tu tiempo en el Modo sandbox, pero también tienes la posibilidad de jugar al Modo historia en el que hay 10 niveles para completar. En cada nivel te enfrentarás a diversos desafíos como el de aumentar tu reputación o conseguir que ciertos ejemplares formen un banco de peces y naden juntos. Si completas todos estos retos, pasarás al siguiente nivel. Tenemos que decir que en alguna fase hay retos específicos, como, por ejemplo, uno en el que solo podrás conservar un pez de cada especie u otro en el que los calentadores nos funcionan bien.

Hay una variedad grande de especies y objetos a la venta que podrás comprar y utilizar para decorar tus tanques, desde cangrejos y estrellas de mar hasta peces ángel o tiburones. No sabemos mucho sobre peces o sus especies, pero a nosotros nos parecía que su aspecto era muy realista, por lo que no tienes que ser un friki de la fauna marina para disfrutar de este juego.

Una de las cosas que más nos ha gustado es que cada pez tiene necesidades diferentes. A algunos les gusta nadar muy rápido mientras que otros necesitan tanques circulares para evitar que se hagan daño o, por ejemplo, que los corales y las anémonas necesitan mucha luz. Aviso, cuidado con juntar en el mismo tanque a peces con diferentes personalidades, es decir, no os recomendamos juntar peces que son más «débiles» con otros que sean más macarras. No querrás que tu querido Nemo acabe siendo la merienda de un tiburón.

Para tener una premisa tan simple, la experiencia de juego tiene una profundidad insólita. Cuando juegas a Megaquarium tienes que tener en cuenta cada detalle. Por ejemplo, algunos peces prefieren esconderse dentro de cuevas o detrás de rocas mientras que otros prefieren plantas. Lo de decorar nuestros tanques fue mucho más entretenido de lo que esperábamos y ayudó a que nuestro negocio pareciese mucho más presentable.

Como nos ofrecen la posibilidad de comprar peces de agua fría y agua caliente, cuidado de no equivocarte al elegir el tanque para cada de tus ejemplares. Por esto, necesitas tener calentadores y enfriadores en cada acuario, además de filtros, para atender las necesidades de tus peces. Personalmente, seguimos llorando la pérdida de uno de nuestro peces de agua fría cuando lo metimos accidentalmente en el tanque de agua caliente, a lo Tenacitas, pero de todo error se aprende.

Junto con la variedad de especies, también puedes añadir a tu catálogo aparatos como filtros, tanques, y regalos para que tus clientes compren todo lo que necesiten. Cada uno de estos elementos puede mejorarse a través de la investigación y descubrir una nueva característica de la que podrás sacar provecho, aunque solo puedes investigar un ejemplar de pez y un aparato a la vez.

Cuando investigas algunos peces ganas puntos de investigación y al pasar de nivel se desbloquearán nuevas especies y nuevos aparatos. Forjar una buena reputación y ganar puntos te ayudará a subir en el ranking, pero para poder hacerlo necesitas que tus peces estén sanos y que tus clientes tengan cosas con las que entretenerse (comprarse un sombrero de tiburón) o saciar sus necesidades básicas (ir al baño).

El mayor problema al que nos enfrentamos fue limpiar el desperdicio que dejaban los clientes. Necesitas contratar personal para que alimenten a los animales (según parece, que tus peces se mueran de hombre es «publicidad negativa») y que limpien toda la basura que los visitantes dejan detrás de sí. Tus empleados también te ayudan a arreglar equipamiento averiado, ya que si no le pones remedio rápido, tendrás un cementerio acuático en menos de lo que canta un gallo. Después de jugar cierto tiempo, tu personal aumentará de nivel y podrás asignar puntos a sus habilidades.

Todo esto nos recordó a juegos que ya hemos disfrutado en el pasado. En el sentido en el que tienes que cuidar de tus clientes es como Theme Park y Rollercoaster Tycoon, mientras que en lo visual, comparte cierto parecido con Theme Hospital. Nuestra perspectiva es a vista de pájaro y su diseño evoca unos dibujos animados llenos de color.

No se puede negar que posee el encanto especial de los juegos de antaño que nos da de pleno en el corazón. En el buen sentido, parece que llevamos jugando con este juego meses y sus controles son muy intuitivos, aunque también funciona a las mil maravillas con un mando de la consola. Su interfaz es simple y hasta un niño pequeño puede manejarse por ella. Incluso la cámara va como la seda y te permite planear por todo tu imperio acuático.

Cabe mencionar una cosa que no nos ha gustado y es que, en ciertas ocasiones, escuchábamos un sonido unas cuantas octavas más altas que el ruido de fondo y por el que interpretábamos que algo se había roto. Quizá sea un error que necesite un parche, pero era como si un cristal se estrellase contra algo metálico. Nos ha dado más de un susto y seguro que nos ha salido alguna que otra cana por su culpa. Dicho esto, la música y el sonido en general es relajante y ambienta la temática como anillo al dedo.

Aunque nos encantaría que hubiese más mapas y niveles para jugar en el Modo historia, nos hemos divertido como niños. Si guardas un cariño especial por Theme Park o por Theme Hospital, no te puedes perder este juego. Megaquarium está muy bien pensado y te cautiva, pasarás horas y horas construyendo acuarios sin darte ni cuenta. No sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar cuando pulsamos el botón de «Nueva partida», pero ni soñando nos hubiésemos imaginado que fuese algo tan especial.