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Análisis de MediEvil

Conforme se acerca Halloween, ha llegado la hora de que un fantasma de nuestro pasado videojueguil vuelva de entre los muertos...

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Con los gráficos y refinamientos de los juegos actuales, y con las facilidades de la distribución digital, está claro que vivimos en la era de los remakes y los remásters, porque hay muchos clásicos -sobre todo de los 90- que se pueden ver y jugar mejor hoy en día, ya sea con las gafas de la nostalgia o si te los perdiste en su día. Originales de PlayStation como Spyro, Crash Bandicoot o Resident Evil 2 resucitan ahora para reencontrarse con viejas y nuevas audiencias. Y aunque todavía nos quedan muchos juegos de palabras sobre aquello de volver de entre los muertos tras el brillante remake de Resident Evil 2, hemos decidido ahorrarnos todos los chistes sobre reencarnación, rejuvenecimiento y regeneración para centrarnos en cómo ha quedado el último remáster exclusivo para PS4, MediEvil.

El original salió hace dos décadas y por eso quizá convenga analizar este MediEvil moderno por sus propios méritos, pero es evidente que los desarrolladores -el 80% españoles- estudiaron el clásico a fondo. De hecho, se llegaron a reunir con el equipo original y echaron un ojo al código que crearon a finales de los 90, con la intención de meterse en su cabeza para transmitir el mismo sabor veinte años después. Este nivel de atención y esmero queda patente en un resultado final genial para los fans del original y recomendable para los amantes del género en su formato de entonces.

Para los que no conozcáis aún la historia de Sir Daniel Fortesque, tiempo ha que el caballero lideraba las tropas del rey en la guerra contra el malvado hechicero Zarok. Todo muy heroico y victorioso en lo que podía convertirse en una épica leyenda, ¿verdad? Pero Sir Daniel se llevó un recado en forma de flechazo y su ejército siguió adelante para proteger al reino de Gallowmere del ejército de muertos vivientes, pese al traspiés del caballero.

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Y ahora, 100 años después, Zarok ha vuelto, por supuesto tras levantar su ejército de no-muertos, para amenazar a las gentes de Gallowmere con su magia oscura. Lo que no sabe es que también los malos tienen sus traspiés, y al resucitar a sus tropas también ha despertado a Sir Daniel de su sueño letal, de modo que nosotros, jugadores, tenemos una segunda oportunidad para aprovechar la heroicidad del caballero.

Pero claro, el paso de 100 años no se disimula ni con el mejor tratamiento de bótox, y nuestro caballero aparece literalmente en los huesos, en forma de esqueleto. Ah, y sin el ojo que se llevó aquella flecha perdida. Tuerto y esquelético, pero contando con nuestra ayuda, Sir Daniel quiere aprovechar esta ocasión para convertirse en el héroe que se esperaba de él, derrotando a Zarok, salvando a las gentes de Gallowmere y garantizándose la presencia en el Salón de los Héroes.

Un argumento simple y de estilo cuento infantil, pero bien narrado y con un gran sentido del humor. Nos hemos reído en más de dos ocasiones, y aunque se nos nublen los recuerdos 21 años después del original, también podemos percibir cierto sentimiento de nostalgia.

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Conforme batallas para atravesar el mapa de Gallowmere, enfrentándote a una amalgama de monstruos, te vas encontrando con una serie de armas tan distintas como útiles. Hay espadas y bastones para el combate cuerpo a cuerpo, mientras que las dagas arrojadizas o las flechas se pueden aprovechar a distancia. Casi todas las armas cuentan con una función de carga para liberar un ataque mucho más poderoso, y todo esto conforma un sistema de combate sencillo pero gratificante. De hecho, nos lo hemos pasado bastante bien repartiendo entre los monstruos: es diversión arcade con sabor clásico.

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Luego está el detalle de que ciertas armas se pueden emplear para acceder a nuevas zonas. Uno de los garrotes, por ejemplo, puede reventar los pedruscos que bloqueen el acceso a otra sección del nivel. Algo que nos ha encantado es aquello de sacarte el brazo y usarlo como arma, en línea con el sentido del humor general.

Combate y plataformeo están bastante bien terminados, en la línea de otras restauraciones de este tipo (no esperes mecánicas modernas). Pasarás mucho tiempo pegando brincos o despedazando, e incluso hay un sistema de bloqueo con un escudo que cuenta con varios golpes antes de romperse y dejarte indefenso hasta que encuentres otro. De nuevo, no hablamos del combate de Sekiro o Dark Souls, pero es entretenido y efectivo.

Conforme atraviesas la variedad de niveles, te vas encontrando con unas gárgolas hilarantes que te ofrecen recargar munición o algo de información. Los cálices, por su parte, se recogen en cada nivel para luego conseguir las armas que emplearon tus camaradas caídos, en el Salón de los Héroes. Casi todas estas copas se consiguen cuando matas suficientes monstruos, al liberar sus almas.

MediEvil tiene un acabado visual muy apañado, teniendo en cuenta el material original. Las escenas de la historia están coloreadas y animadas con mucho acierto, mientras que las sensaciones de juego parecen bien pulidas, iluminadas y texturizadas. No le podemos poner demasiadas pegas a los gráficos de MediEvil pensando en su concepto, y además viene con una cámara especial para disfrutar de las vistas por encima del hombro de Sir Daniel.

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Lo que sí nos ha dado problemas es la cámara. En casi todos los aspectos, el baño de tecnología moderna le ha venido muy bien al juego, pero en ocasiones parecía que la cámara huía de nuestra posición, por lo que teníamos que corregirla demasiado. Puede que ya estemos más acostumbrados a cámaras fijas o automáticas, pero a veces ni siquiera podíamos moverla en escenarios cerrados.

Quitando esta pega, controles y experiencia de juego están a la altura. La versión que hemos analizado venía con un cómic, ilustraciones de la historia y una banda sonora. Tanto estos documentos como los detalles durante la aventura transmiten la pasión y el amor con la que el nuevo MediEvil ha sido concebido.

Lo que sí nos habría gustado es encontrar más desafío. La IA de los enemigos no siempre responde como cabe esperar. Es verdad que lo hemos pasado bien, pero un poco de exigencia aumentaría la recompensa. Pasas un montón de tiempo correteando y dando vueltas para encontrar una piedra de alma que abre una puerta y luego dándote mamporros con los enemigos. La dificultad aumenta, sí, pero una vez te haces con las armas a distancia, algunos rivales se quedan ahí pasmados hasta que los derribas. En este sentido, quizá sea un juego más indicado para los chavalines y los que busquen esa partida arcade nostálgica de la que hablábamos.

Por último queremos mencionar el sonido, porque es un trabajo destacable para mantener la atmósfera pretendida. Y sin duda mejora aún más con la fantástica y cómica actuación vocal, esencial para darle a este clásico el carácter y la personalidad del original.

Entonces, MediEvil es simpático, luce bastante bien y supone una de esas raciones de nostalgia que tanto se agradecen estos días, sobre todo para los fans que quieren recordar las peripecias del original. Y en general, los amantes de las plataformas de siempre también deberían echarle un ojo (¡pero no literalmente!), porque queda genial al lado de los remásters de Spyro y Crash.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
Acertado diseño respetando el original, buena actuación, nostálgico hasta los huesos.
-
La cámara no está a la altura en ocasiones. Puede hacerse demasiado fácil.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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