Introvision, el pequeño estudio que ha creado Prison Architect, así como otro buen número de compañías de videojuegos, lleva décadas violando los Convenios de Ginebra, los acuerdos internacionales que regulan el derecho internacional humanitario. Porque el empleo de una cruz roja sobre fondo blanco, comúnmente un signo de salud, no es algo que se pueda utilizar a la ligera.
Por esa razón, la compañía ha recibido una carta de Cruz Roja del Reino Unido para señalar el uso de ese símbolo en los vehículos del videojuego y recordar que su uso está restringido por los Convenios de Ginebra de Protección de las Víctimas de Guerra del 12 de agosto de 1949. La carta concluye que "el uso sin autorización de este símbolo en el Reino Unido es una ofensa bajo la Ley 1959 de los Convenios de Ginebra".
Un asunto más serio de lo que parece, al que Introvision ha respondido con rapidez sustituyendo las cruces rojas por otras de color verde. Se puede comprender su fallo dado que es tan común que no es fácil saber que tiene esta protección, más bien podría parecer de dominio público. Por ejemplo, en los juegos viejos de Halo también aparecía en los paquetes de vida, aunque en los nuevos ya no se da el caso.
Se podría abrir un debate sobre la importancia de mantener la integridad de este signo que tantas vidas puede haber salvado en conflictos en todo el mundo, aunque también se podría pensar qué hace una gran organización como esa enviando sus abogados a un minúsculo equipo por un dibujo de cinco píxeles en un título indie.
Agradecimientos a PCGamer.
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