Las cinco mejores interpretaciones de Jack Nicholson

No cabe la menor duda de que Jack Nicholson pertenece a la élite absoluta de Hollywood. Un auténtico viejo zorro cuya carrera abarca más de seis décadas y cuya gran oportunidad llegó con Easy Rider como el alcohólico George Hanson, una interpretación que le consagró como una de las mayores estrellas de la industria, y un éxito que le cimentó en los libros de historia y le convirtió en un icono atemporal.

Con tres Oscar en su haber, pocos pueden discutir su increíble versatilidad y capacidad para interpretar personajes complejos y, a menudo, oscuros y problemáticos. Desde Alguien voló sobre el nido del cuco hasta Batman y más tarde Frank Costello en Infiltrados, Nicholson ha demostrado una y otra vez lo fenomenal actor que es con su presencia carismática y su encanto patentados, y ahora enumeramos las que consideramos sus cinco mejores interpretaciones.

5. Infiltrados (2006)

Como el despiadado jefe de la mafia Frank Costello, Nicholson regaló al mundo un personaje tan escalofriante como carismático, equilibrando con exquisita destreza la intensidad amenazadora con el encanto siniestro. Es una interpretación magistral, llena de incomodidad, en la que Nicholson aprovecha su característica sonrisa para crear un personaje atrapado en una dualidad de tensión e imprevisibilidad, tan peligroso como divertido.

4. Algunos hombres buenos (1992)

Como el severo y arrogante comandante, Nicholson nos ofreció una de sus interpretaciones más intensamente aterradoras, así como posiblemente su mejor papel de toda la década de los 90. Su capacidad para transmitir con naturalidad la autoridad y la implacable creencia de Jessup en su rectitud moral, junto con un lenguaje corporal que domina sutil, pero eficazmente todo y a todos los que están en su presencia, hacen que el personaje sea tan hipnotizante como repugnante. La rabia y frialdad subyacentes que Nicholson transmite hacen de Jessup una de las personalidades más fuertes que hemos visto en pantalla. Una actuación absolutamente brillante.

3. Batman (1989)

La icónica película de Tim Burton abrió las puertas al género de los superhéroes y también nos dio uno de los villanos más emblemáticos de la historia del cine. Nicholson combina su carismática interpretación con una energía oscura y maníaca que capta perfectamente la esencia de Joker; aterrador, impredecible y constantemente fascinante. Pronuncia sus líneas con una mezcla de encanto y locura que hace que el Joker sea a la vez risible y amenazador, lo que también se ve potenciado por la expresividad de Nicholson. Nicholson, una representación escalofriantemente perfecta del placer que se obtiene del caos y la anarquía, es totalmente inolvidable en su interpretación de esta figura compleja y atractiva.

2. Alguien voló sobre el nido del cuco (1975)

Una de las interpretaciones más electrizantes y llenas de matices de Nicholson es, con diferencia, la de "Alguien voló sobre el nido del cuco", donde interpretó brillantemente al carismático y rebelde preso que intenta escapar del estricto y controlado entorno del psiquiátrico actuando como un loco. Aquí, Nicholson combina a la perfección la seriedad con el humor y la profundidad, mezclándolo con una presencia expresiva y unas expresiones faciales que captan perfectamente la frustración, la alegría y la tristeza de McMurphy a un nivel muy personal. No solo es una de las mejores interpretaciones de Nicholson con diferencia, sino una de las más conmovedoras e impactantes de la historia del cine.

1. El resplandor (1980)

Pocas interpretaciones en la larga historia de Hollywood pueden igualar la magnífica interpretación de Nicholson de Jack Torrance en la adaptación de Kubrick de The Shining. Un viaje cautivador en el que seguimos el declive de Torrance a medida que fuerzas oscuras y sobrenaturales le vuelven loco. De hombre de familia a asesino brutal y demente. Una interpretación que es tan emocionantemente intensa como profundamente inquietante y llena del encanto y la personalidad únicos de Nicholson, todo, desde su sonrisa patentada hasta sus maníacas expresiones faciales, ayuda a captar tan perfectamente la desagradable imprevisibilidad del personaje, así como sus lados simpáticos. Hay algo francamente extraño en la forma aparentemente natural en que Nicholson transmite a Torrance, y su lento deterioro psicológico y su lucha con los demonios internos no se parecen a nada. Un papel oscuramente intenso en el que cada momento resulta auténtico y aterrador, y que consideramos el mejor de Nicholson.