Estaba realmente indeciso sobre cuál adaptación elegir. Por una parte, disfruté mucho con Knuckles y la comedia en la carretera que ofreció a los fans de Sonic the Hedgehog de todas las edades. Al mismo tiempo, Arcane sigue siendo un claro ejemplo del máximo esplendor al que puede llegar una adaptación. La serie animada de Riot Games ha conseguido ser preciosa, emotiva, auténtica y entretenida sin siquiera intentarlo. Entonces, si así están las cosas, ¿por qué me he quedado con Fallout en vez de con Arcane o Knuckles? En verdad, el motivo es bastante simple y es en el que me suelo basar a la hora de preguntarme qué es lo mejor de lo mejor dentro del calendario de un año, y es que Fallout es algo nuevo. Knuckles es un spin-off de un producto cinematográfico que ya estaba consolidado y tenía un gran éxito; mientras que Arcane es una segunda temporada de una serie de televisión ya querida en todo el mundo y extremadamente aclamada. Pero Fallout no tiene nada que ver con eso.
En realidad, fui bastante escéptico al escuchar que Bethesda y Prime Video se estaban uniendo para hacer una serie basada en Fallout, en parte porque me siguen surgiendo dudas cuando cualquier videojuego se adapta, y más aún cuando se trata de uno que en el pasado destacó por su diverso e increíble mundo y por sus complejos elementos dentro del sistema de juego. A mucha gente le gusta jugar a los títulos de Fallout, pero ¿sus narrativas de verdad son tan atemporales e inolvidables como las pintan? Desde mi punto de vista, no lo son y por eso pensé que esta serie tenía todo en su contra desde el principio.
Pero, aun así, mirad hasta donde ha llegado. Después de unos ocho meses todavía sigo pensando en el yermo radioactivo que nos ofrecieron. Esta es una adaptación que, hasta el día de hoy, nos hace querer un nuevo juego de Fallout, aunque sabemos que seguramente esto no entre en los planes de Bethesda para los próximos cinco, seis, siete o más años. Esta serie es divertida, desternillante, inolvidable, de gran calidad y está llena de referencias. Por supuesto, todo esto se debe en parte a algunas elecciones increíbles en el reparto, con un Walton Goggins que lo ha clavado como el Ghoul y ha inspirado al Vault Boy, y con una Ella Purnell que ha hecho que vivir en un refugio parezca realmente interesante. Claro está, todo el arco relacionado con la Hermandad de Acero se podría haber trabajado un poco más, pero nunca ha hecho que la serie cojeara, simplemente es una parte que no está tan pulida como el resto.
Tal y como lo veo, Fallout merece el título de Mejor Adaptación del Año porque, francamente, es lo mejor que la franquicia de Fallout nos ha dado desde 2015, cuando se lanzó Fallout 4. Teníamos un hambre de lobo por recibir más entregas de la franquicia y Bethesda no piensa saciar ese hambre por ahora. Así que ahora la gran pregunta y el gran desafío son si Fallout podrá continuar y seguir construyendo sobre este éxito. ¿La segunda temporada estará a la altura de las expectativas o se hundirá ante las dificultades? Sea cual sea la respuesta, Fallout ha sido todo un éxito para 2024 y para este artículo, eso es lo único que importa.