Forzar tarjetas amarillas para que sus amigos se beneficiaran de las apuestas. Esa es la gravísima acusación que pesa sobre el jugador del Sevilla Kike Salas, detenido hoy y puesto en libertad después de que su teléfono fuera clonado. El jugador de 23 años ha sido uno de los mejores jugadores del equipo español en los últimos tiempos, pero la policía sospechó de él después de que le sacaran 7 tarjetas amarillas en los últimos 9 partidos de la Liga 2023-24 (y sólo 3 en los 28 partidos anteriores de LaLiga).
La mayoría de las tarjetas amarillas llegaron tras acciones "cuestionables", dice El Confidencial, el medio que ha sacado a la luz esta información, y se produjeron en un periodo en el que el equipo realmente no arriesgaba nada, lo que hace que las tarjetas sean más extrañas.
Y la investigación policial ha descubierto que Salas podría haber estado forzando esas faltas con tarjeta amarilla para que los allegados apostaran, sabiendo exactamente lo que ocurriría, y así conseguir grandes sumas de dinero.
La investigación sigue su curso, y si fuera declarado culpable, podría recibir una severa pena, no sólo legal (entre seis meses y tres años de cárcel), sino también una larga inhabilitación. Mientras tanto, se rumorea que el jugador será traspasado al Lazio, club de la Serie A...