5. Star Wars Battlefront: Estrella de la Muerte (Análisis)
Desde que DICE lanzara al mercado Star Wars: Battlefront, el estudio no ha dejado de ofrecer actualizaciones de contenido con expansiones de peso como Bespin y Borde Exterior. Sin embargo, la mención de honor se la lleva el DLC Estrella de la Muerte por lo impresionante que resulta. Como su propio nombre indica, la expansión lleva las batallas de la serie a la Estrella de la Muerte, una de las localizaciones más emblemáticas y que viene acompañada de nuevos mapas, héroes y un modo de juego muy espacial.
Estación Espacial es la modalidad que replica el sueño de todos los que aman la épica batalla del Episodio VI (¿hay alguien que no?). Una vez empiezas a jugar es fácil sentirte como Luke Skywalker haciendo frente a los enemigos en la Estrella de la Muerte y en batallas espaciales espectaculares. Es una sensación indescriptible volar junto a los TIE Fighters viendo pasar disparos láseres en la inmensidad del espacio.
El Wookiee favorito de todos, Chewbacca, también es parte de este DLC como héroe jugable, al igual que el cazarrecompensas Bossk. Esto no es todo, ya que se añade un nuevo bláster, un vehículo, más cartas y lógicamente escenarios relacionados con la Estrella de la Muerte. Si bien cuando salió el juego uno de los aspectos más criticados fue su falta de contenido y la ausencia de modos de juegos, todos esos problemas hace ya tiempo que quedaron atrás y que se confirma con esta actualización.
Se trata, por tanto, de una expansión que no solo introduce una localización emblemática de las películas, sino que da más significado al juego como conjunto. Como comentamos en nuestro análisis, con Estrella de la Muerte ahora sí se siente completo Star Wars: Battlefront y es la excusa perfecta reengancharse.
4. World of Warcraft: Legion (Análisis)
Es innegable que World of Warcraft es el rey cuando se habla de un género como es el MMORPG. Durante más de una década se ha erigido como el título más popular y aunque en los últimos años el número de jugadores ha disminuido por su obvio desgaste, la expansión Legion ha insuflado de nueva vida al título dando grandes razones a los jugadores para regresar al mundo de Azeroth.
Blizzard sigue ampliando y perfeccionando la fórmula de World of Warcraft con contenidos pensados para contentar a su fiel comunidad. Legion corrige algunas de las cosas que no funcionaron bien en Warlords of Draenor y añade otras que se demandaban desde hace años. Es el proceso de un largo trayecto de aprendizaje de la compañía en el que coge elementos de todas las expansiones anteriores y los adecua a su nuevo contenido. La sensación como jugador ha cambiado en este tiempo y también el propio mundo pudiendo ahora ahondar en los orígenes del mal en Azeroth y su caída.
Todas las clases de personajes han sufrido modificaciones y Legion da las facilidades suficientes para que cualquiera pueda explorar cada una de ellas. La gran novedad en cualquier caso es el Cazador de Demonios, una clase tremendamente divertida de jugar, poderosa, ágil, con mucha movilidad sobre el terreno y, ante todo, con uno de los trasfondos más profundos y emocionantes de todo World of Warcraft.
Legion demuestra que nunca hay que dejar de lado los títulos de Blizzard por las continuas actualizaciones y el apoyo que les da durante años. Si Warlords of Draenor no estuvo a la altura de las expectativas y nos hizo preguntarnos si el fin del veterano MMORPG estaba cerca, con esta expansión ya sabemos la respuesta: hay WoW para rato. La sensación de revisitar lugares ya conocidos ahora bajo otro prisma, la heroicidad que desprenden personajes como Kahgdar o Jaina, bucear en todo lo que rodea a la figura de Sargeras... Es imposible no tener ganas de subir a la montura voladora y ponerse a hacer raids.
3. Dark Souls III: Ashes of Ariandel (Análisis)
From Software cerró este año la trilogía que tantas alegrías le ha dado. Dark Souls III ha supuesto el fin de un viaje en el que Hidetaka Miyazaki y su equipo han volcado todos los conocimientos aprendidos con los títulos anteriores. Un juego desafiante e inmersivo que ampliaba aún más su lore con la expansión Ashes of Ariandel.
El gran lastre de esta actualización es su escasa duración, pero si pasamos ese defecto por alto, es el broche de oro que los fans de Dark Souls pedían tras terminar la aventura. Un mundo de juego nevado (ideal para estas fechas) infestado de nuevas criaturas, la inclusión de las arenas multijugador y la banda sonora de infarto son aspectos que no pasan desapercibidos.
El PvP (jugador contra jugador) es una parte importante de Dark Souls III y aparecer en las partidas de otras personas sin invitación es siempre muy divertido. En Dark Souls: Ashes of Ariandel ahora puedes acceder a arenas de batalla en las que hay un montón de modos diferentes para elegir. Hay duelos clásicos, uno contra uno, combates en grupo dos contra dos o tres contra tres, y una modalidad muy loca de todos contra todos donde seis personas se reúnen en una zona pequeña durante 300 segundos en la que pegarse tanto como quieran.
Ashes of Ariandel es un gran añadido al ya espectacular Dark Souls III. Y aunque es demasiado corto y la arena podría haberse trabajado más, el mundo del juego es como un lienzo sobre el que se dibujan las historias y funciona de forma soberbia. Es un espectáculo cuando se trata de transmitir esa atmósfera tan especial y hay batallas con jefes finales muy épicas que permanecerán en el recuerdo.
2. The Witcher 3: Blood & Wine (Análisis)
Geralt de Rivia nos ha regalado grandes momentos en un viaje que parece que llega a su fin. Blood and Wine es la despedida a un título que ya de por sí era tan inmenso que nos dejó asombrados cuando se lanzó. La expansión es todo lo que se le podría pedir a un juego en el que las historias de sus personajes se entrelazan para aportar riqueza y contexto a su universo.
Blood and Wine añade una nueva región para explorar con un argumento consistente, con contenido secundario para invertir más de una vida, así como una inteligente revisión del sistema de mutaciones. Esto último se traduce en que mediante una misión secundaria puedes desbloquear nuevas habilidades que te dan más opciones en la batalla. Además de todo lo anterior, hay un montón de monstruos nuevos a los que enfrentarse, objetos coleccionables repartidos por todo el mapa e incluso nuevas cartas de Gwent o Gwynt si eres de los que están enganchados a este gran minijuego.
CD Projekt Red ha puesto el listón muy alto respecto a cómo se deben hacer expansiones de calidad a juegos ya de por sí sobresalientes. Esta expansión incluye mucho más contenido que algunos juegos AAA por los que tienes que pagar un precio de lanzamiento completo y el peso de dicho contenido es tan grande como el que hemos visto en el juego base.
Mientras que Hearts of Stone nos ofrecía nuevos personajes y un conjunto de misiones interesantes, Blood and Wine es más y mejor en todos los aspectos. Tras terminarlo el sabor que deja es agridulce, no por altibajos en el viaje, sino por saber que es el final del camino y no podremos volver a deleitarnos con las historias del brujo.
1. Hearthstone: Susurros de los Dioses Antiguos (Análisis y guía inicial)
No es casual que Blizzard aparezca con dos juegos en esta lista de mejores DLC o expansiones. Si con World of Warcraft ha sabido mantener igual de fresca y atractiva la fórmula gracias a Legion, Hearthstone no se queda atrás. Cuando Hearthstone: Heroes of Warcraft salió por primera vez para PC en 2014, el título tuvo una muy buena recepción, tanto por parte de los usuarios como de los críticos. Sin embargo, el juego ha ido evolucionando y Blizzard ha intentado en todo momento mejorarlo y mantenerlo fresco.
Susurros de los Dioses Antiguos es un contenido que rebosa personalidad y horas de diversión. Sin embargo, su gran logro es el cambio que proporciona en la experiencia de juego el modo Estándar y Salvaje. El primero aplica límites en el uso de las cartas en las partidas. De esta forma, solo se pueden utilizar aquellas del año actual o del año anterior, además de las cartas originales. Esto es útil para mantener el equilibrio y, obviamente, incita a los jugadores a comprar más cartas entre las que se han añadido 134 nuevas. El modo Salvaje, por el contrario, elimina esta restricción.
Como decimos, uno de los puntos fuertes de Hearthstone: Heroes of Warcraft es cómo se han balanceado personajes y cartas (con alguna que otra excepción). Blizzard suele solucionar con presteza aquellos aspectos que no están a la altura y es una garantía para seguir jugando. No nos engañemos, ya era un gran título en el lanzamiento por su accesibilidad para los principiantes y al mismo tiempo la profundidad que esconde. Es ahora con esta expansión cuando Hearthstone se ha convertido en un juego todavía mejor y con alrededor de 50 millones de jugadores registrados. Se trata del ejemplo perfecto del modelo free-to-play, una experiencia gratificante disponible para todo el que esté dispuesto a probarlo.
Nunca un juego de cartas había sido tan adictivo y carismático. Si tienes un móvil, una tablet o un ordenador que pueda hacer funcionar el juego te recomendamos encarecidamente que lo pruebes. Eso sí, échale un vistazo al reloj porque puede quitarte muchas horas de vida.