5. Ratchet & Clank (Análisis)
Ratchet & Clank es una reconstrucción completa del primer juego de la serie lanzado para PlayStation 2 en el año 2002. Insomniac ha viajado en el tiempo 14 años y ha vuelto a las raíces de la franquicia con una aventura que en ocasiones parece una película de Pixar. Los colores son brillantes e ideales (con una paleta conjugada a la perfección a nivel artístico), las animaciones son alegres y de película, y los distintos planetas rebosan calidad y valores de producción.
El regreso de Ratchet & Clank es todo un ejemplo a seguir de cómo devolver al primer plano un clásico de PS2 con mucha fuerza y confianza, empujados por unos gráficos que se confunden con la cinta de animación. Si a eso añades los geniales chistes y las divertidísimas armas que se pueden mejorar, tendrás una experiencia que se siente tan divertida como en su día, pero con el control y el aspecto de los mejores juegos modernos. Un título hermoso, ideal tanto para fans como para cualquiera interesado en el género o en este dúo dinámico de héroes.
4. Doom (Análisis)
En Doom te dan armas, te mandan demonios y ya todo lo demás depende de ti. Bajo esa premisa, destaca la fluidez en la tasa de imágenes a la hora de representar a hordas de criaturas en pantalla por escenarios infernales donde predominan las tonalidades rojas y marrones. Marte se siente un lugar hostil en el que cada enemigo es aún más aterrador que el anterior, un mérito por parte del equipo artístico a la hora de elaborar diseños que conjugan con acierto con la estética que transmite.
Podemos decir y celebrar que el nuevo Doom es Doom en estado puro. Si alguien nos hubiese preguntado previamente qué aspecto tendría el primer Doom si se hubiese desarrollado en la actualidad, probablemente esto se pareciese bastante a lo que podríamos haber respondido: es rápido, intenso, con estilo y lleno de sangre. Nos da la sensación de que es añejo pero sin estar pasado y el ritmo de combate va a hacernos jugar durante mucho más tiempo.
3. Firewatch (Análisis)
Uno de los fundadores más prominentes de Campo Santo es el artista Olly Moss, al que algunos conocerán como el autor de muchos de los pósteres de películas de estilo pop art que han arrasado últimamente en Internet o quizás como el artífice de la ilustración de portada de Resistance 3.
El arte de Moss es realmente bello y de una sensibilidad cautivadora que se manifiesta en una gran soltura combinando colores y motivos. Su labor consigue que Firewatch se presente en pantalla como una enorme pintura conmovedora y cambiante. Todo queda como si estuviera pintado a mano, y la cálida luz anaranjada que atraviesa los árboles del bosque conforma una experiencia visual increíble.
Sus colores saturados al extremo hacen que en determinadas situaciones estemos ante una postal en movimiento. Sus tonos anaranjados producen melancolía e incluso cierta tristeza, pero también hay ecos de películas independientes de festivales como Sundance. Es innegable que tras Firewatch no solo hay magistral lección de narrativa, sino una dirección artística al más alto nivel.
2. Final Fantasy XV (Análisis)
Ha sido un parto complicado, pero Final Fantasy XV llegaba a las tiendas el pasado 29 de noviembre tras años en los que la dirección del proyecto pasaba por momentos complicados. El resultado es un mundo abierto en el que el jugador puede explorar con libertad y perderse en su universo sin limitaciones impuestas por el guión, o en otras palabras, la interpretación moderna de lo que en su día fue el mapamundi de las primeras entregas.
La variedad de los entornos es absolutamente imponente, abarcando desde amplios desiertos a bosques húmedos, pasando por playas con turistas donde Noctis puede pescar. Si Final Fantasy es magia y fantasía, no hay duda de que todo eso queda patente en esta entrega. Pasear por el mundo de Eos es una de las mejores experiencias vistas este año por su bello diseño artístico que derrocha calidad por los cuatro costados. De la misma forma, el diseño de los enemigos es una reinvención de algunos habituales de la serie que vuelven a hacer aparición pero adaptados a esta fantasía basada en realidad que propone Square Enix. Mención especial en este sentido para las invocaciones, por cierto, que nunca han destacado tanto como ahora.
Si bien hay pocas ciudades y todas las texturas no están al mismo nivel, descubrir por primera vez Lestallum o Altissia es una sensación abrumadora. Si a esto añades una estética japonesa muy marcada, el resultado es unos personajes de peinados complicados, sí, pero en una comunión con el mundo que presenta casi mística y con quienes es imposible no llegar a empatizar.
Final Fantasy XV apuesta por la modernidad, por la épica y por la armonía entre situaciones cotidianas con la fantasía clásica de la franquicia. Un título tan hermoso que explica por sí mismo que Prompto, uno de los personajes principales, se pase todo el viaje tomando fotos a cada cosa que ve. ¿Quién no lo haría?
1. Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón (Análisis)
Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón es el cierre de una serie que le ha dado éxitos y reconocimientos más que merecidos a Naughty Dog. No es para menos y la última entrega protagonizada por Nathan Drake pone el broche de oro a una propuesta que podría catalogarse como entretenimiento a raudales.
En ciertas ocasiones, cuando te paras al lado del coche para observar el paisaje que atraviesas en busca de tesoros y gloria, casi te convences de que realmente hay un mundo ahí fuera esperando a que lo exploremos. Los personajes están muy bien renderizados; los entornos son increíbles, y los efectos visuales sencillamente impresionantes. Además, los fps se mantienen perfectamente estables y la actuación general de los actores rebosa calidad. La evolución de la serie desde su primera entrega hasta Uncharted 4 se refleja en un diseño del entorno muy inteligente que hace que viajar por su mundo sea un placer. De hecho, si tienes vértigo digital sufrirás con algunos momentos muy interesantes que te agobiarán y te pondrán los pelos de punta.
Si algo define la aventura de un explorador o arqueólogo es la riqueza de los lugares que visita en busca de tesoros. Es una delicia comprobar el mimo que el equipo artístico ha puesto en el diseño arquitectónico de los edificios, en la frondosa vegetación de sus bosques y en general en cada pequeño elementos que aparece en pantalla. Todo tiene coherencia interna y es lo más parecido que existe hoy día a estar dentro de una película y seguir conservando la esencia de lo que es un videojuego.
Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón sabe involucrar al jugador, sumergirlo en un relato apasionante que nunca baja de ritmo hasta su conmovedor final. Si buscas sacar partido a tu flamante PlayStation 4 Pro o a tu recién comprado televisor con HDR no te arrepentirás de hacerlo junto a Nate en este título rebosante de calidad.