Ayer informamos sobre las proyecciones de que Intel despediría pronto a miles de empleados para intentar reducir costes. Ahora tenemos la confirmación, gracias al informe financiero del segundo trimestre de Intel, podemos ver el alcance de sus planes de reducción de costes. Y es peor incluso de lo que se pensaba.
Se perderán más de 15.000 puestos de trabajo para intentar reducir los costes en 10.000 millones de dólares. Cifras asombrosas para una de las compañías tecnológicas más importantes del mundo. Intel afirma que detendrá "el trabajo no esencial" durante todo este proceso, centrándose, en cambio, en lo que considere importante.
Que probablemente consista en fabricar chips que no funcionen correctamente. Tanto la 13ª como la 14ª generación de procesadores Intel han sido muy criticadas por ser defectuosas, pero la empresa no se echa atrás en fabricar más y además no promete arreglar ni retirar las series que están defectuosas. En resumen, las cosas no pintan bien para Intel en estos momentos.