En Gamereactor ya conocíamos OXO Museo Videojuego de Málaga mejor que nadie mediante una serie de artículos y recursos exclusivos obtenidos dando paseos guiados por el edificio de la Plaza del Siglo en primera persona. Ahora, conforme se anunció en verano, tocaba la inauguración de la filial madrileña, también en una plaza céntrica, en la calle Postigo de San Martín (anterior librería La Central), junto a Callao. El acto se celebró anteayer y hoy, 4 de diciembre, el local ha abierto sus puertas al gran público, justo a tiempo para el puente de La Constitución y en plenas fechas navideñas.
Gamereactor tuvo la oportunidad de hacer una primera visita a la nueva muestra, pero antes sorprendió la capacidad de convocatoria de la productora Kaiju Group en cuanto a agentes del sector se refiere. No recordamos eventos recientes que reunieran a asociaciones en aparente competencia como DEV y AEVI, a administraciones de distintos colores como el Ministerio de Cultura junto al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid o la Diputación de Málaga, así como al cluster del videojuego Madrid in Game, también de la alcaldía local. El mensaje era unánime: quieren que el nuevo OXO en la capital impulse el sector para todos los actores involucrados, desde los desarrolladores y publicadoras, hasta las entidades públicas en busca de empleo e incentivos, por no hablar de alimentar el disfrute y la curiosidad de los jugadores.
La presentación fue conducida por Santiago Bustamante, director cultural de OXO Museo Videojuego, que dio paso a los representantes de los distintos actores mencionados, y concluida por Javier Ramos, CEO de Kaiju.
Aún con el olor a pintura fresca, el museo acogió a los primeros invitados entre las estrechas paredes del palacio isabelino que antes era el hogar de la librería La Central. Con algunos espacios y servicios aún por finalizar, la muestra tiene una lectura bien distinta dependiendo de si los visitantes conocen la original de Málaga o no. Naturalmente, el factor sorpresa se difumina para los primeros como el que empieza una Nueva Partida+, pero es cierto que el nuevo entorno arropa la colección con una elegancia más romántica.
Lo que en Málaga son tres más una plantas, aquí son por ahora dos más una. Además, OXO Madrid sustituye el restaurante de la azotea por una cueva subterránea que bien podría estar sacada de La Abadía del Crimen, y no se espera que haya un espacio de restauración per se.
La narrativa museográfica es similar, si bien más comprimida en el nuevo espacio menos diáfano. Una gran zona dedicada a la historia del videojuego, desde OXO hasta nuestros días (incluyendo ordenadores, consolas retro y arcade destacando los mayores clásicos e hitos); otra zona para las exposiciones temporales (en este caso celebrando los 30 años de PlayStation); y una porción final para VR, videojuegos experimentales y conceptos futuristas.
Todo esto, amén de la tienda pertinente y del espacio para charlas y eventos donde se cortó la cinta de apertura, un espacio que, al igual que en Málaga, debería llenarse periódicamente de actos y actividades que refuercen la misión más altruista y divulgadora del museo como tal, y que por tanto deben complementar su oferta más comercial y/o patrocinada a la larga.
Hablando de esto último, el precio de la entrada a OXO Museo Videojuego Madrid sube de los 17 euros malagueños hasta los 21 euros en la capital, sin duda una de las decisiones más comentadas en la previa.
Pronto actualizaremos esta entrada con una galería de fotografías exclusivas desde dentro del nuevo museo del videojuego OXO de Madrid.