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In Other Waters

Análisis de In Other Waters

En esta aventura, nos sumergimos en aguas extrañas para descubrir la verdad oculta de un mundo deshabitado.

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In Other Waters

Un vasto océano se expone ante nosotros, en un planeta donde no queda una sola vida humana excepto una mujer con un traje futurista. Tras probar varias veces, se da cuenta que el viejo traje sigue funcionando, y éste se activa con una inteligencia artificial que lo controla. Vemos una interfaz tecnológica con múltiples opciones para investigar, y cuando oímos a la mujer hablar, nos damos cuenta que nosotros somos en realidad la IA que debe guiarla para sobrevivir.

Con esta premisa empieza In Other Waters, un juego en el que debemos ayudar a la exobióloga Ellery Vas a encontrar a su compañera perdida Minae en el planeta Gliese 677Cc, donde la única vida existente es la marina, y tenemos que ir explorando y recopilando análisis para cumplir nuestro cometido. Por supuesto, como somos una interfaz, vemos la vida a través de nuestros sistemas tecnológicos complejos, y solo mediante lo que nos explica Ellery podemos formar una imagen 'humana' de aquello que nos rodea.

Por ello, lo primero que hay decir de In Other Waters es que es un juego sencillo, pero a la vez goza de una metafísica como pocos. Sencillo en el sentido de que todo lo que vemos en la pantalla es esa interfaz como si de un ordenador científico se tratara, pero a la vez hay un sinfín de posibilidades que nos muestran que estamos ante un juego profundo, con una relación máquina/humano preciosa y digna de reflexión. Todo esto está apoyado correctamente por una buena música y una narrativa misteriosa en la que poco a poco vamos encajando las piezas de la historia mediante lo que encontramos y lo que Ellery nos cuenta, por lo que hay que tomarlo con calma, explorar y recopilar.

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En este panel que dispone la IA tenemos un mapa topográfico, herramientas para almacenar recursos o criaturas microscópicas, control de la energía y oxígeno y un comunicador, con posibilidad de ir mejorando nuestras utilidades hasta poder desarrollar un propulsor, por ejemplo.

Puesto que no somos capaces de discernir ninguna forma, más allá de ver motas minúsculas que sabemos que son vida, conocemos el mundo a través de Ellery, y tenemos que ir cumpliendo las distintas misiones que ella nos indica. Se basan principalmente en recolectar y para hacerlo hay que ir desplazándose por el extenso mapa con la dificultad de que nuestras reservas de energía pueden terminar. La mecánica es básicamente ir de un lado a otro para recolectar lo que necesitamos, que suelen seres vivos como bacterias o algas. A través de su estudio podemos aprender nueva información que nos acerca a ir resolviendo la historia. Si bien es entretenido avanzar por nuevas zonas e ir tomando muestras, es una mecánica algo repetitiva que queda algo corta en cuanto a jugabilidad se refiere.

Así, donde verdaderamente brilla In Other Waters es en su narrativa. El ejercicio de verlo todo a través de lo que nos cuenta una persona es toda una experiencia, el hecho de ir a ciegas por un planeta desconocido. Además, poco a poco vamos forjando una relación especial con Ellery, quien se da cuenta que no somos una IA corriente, sino que podemos formar nuestras propias opiniones y tenemos pensamiento independiente, lo que se traduce en que, en muchas ocasiones, la exobióloga nos hace responder "Sí" o "No" a varias cuestiones, traspasando la barrera de lo que sería una simple máquina. Como jugadores, por otro lado, tenemos la intriga de aprender qué ocurrió con su compañera, qué es lo que verdaderamente hacemos en ese planeta, y de qué trata todo esto, por lo que el misterio se va desenvolviendo lentamente. Con la paciencia en que lo haría una IA sin, aparentemente, sentimientos.

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In Other Waters

Nos encontramos, pues, ante un juego máquina-humano en el que se nota el detalle y el esfuerzo que hay detrás; un juego en el que el vínculo entre ambos destaca por encima de las posibilidades del gameplay, limitadas de forma obvia por su propia composición a pesar de que el mapa sea extenso y gocemos de libertad para movernos. Si bien la aventura no es demasiado extensa (se completa en menos de 10 horas), In Other Waters destaca también por la belleza y una idea distinta, siendo más una narrativa interactiva que un videojuego en sí mismo.

Por todo esto, los que quieran disfrutar del argumento y busquen un juego tranquilo, están ante una pequeña joya, un proyecto maduro que se cuece a fuego lento. Este thriller apocalíptico cumple sobradamente, aunque podría haber incluido algunos puzles o mecánicas que variasen un poco la repetición de búsqueda constante, así como tal vez dar más sentido a la recolección, que a veces se antoja algo innecesaria y corta el hilo con el misterio que el jugador realmente quiere resolver (aunque estemos a las órdenes de Ellery).

In Other Waters es un juego tan extraño como especial, haciéndose un hueco entre los títulos de ciencia ficción, que a la vez esconde una historia que nos empuja a seguir explorando y saber más. Al igual que la IA tiene más personalidad de la que Ellery creía, acabamos descubriendo que con el juego ocurre lo mismo, aunque en un inicio sea tan simple como una exobióloga que lleva un traje; a veces, para llegar hondo no hace falta nadar tanto, sino dejarse llevar.

In Other Waters
07 Gamereactor España
7 / 10
+
La conexión entre máquina-humano en un planeta deshabitado funciona y logra un gran vínculo. La historia engancha y la música se adapta a la perfección.
-
La jugabilidad se hace repetitiva. Hay poca variedad en general. No está traducido a otros idiomas.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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