Impresiones de Lies of P: Una bella marioneta que debe liberarse de sus hilos para brillar

Durante la presentación en el evento del Summer Game Fest de Geoff Keighley el estudio ha publicado una demo para que todo el mundo se sume al sombrío ARPG basado en el cuento de Pinocho escrito por Carlo Collodi, autor al que precisamente Round 8 ha dedicado su próximo título: Lies of P. Sin embargo, aunque para la gran mayoría este será el primer contacto con el juego, nosotros ya hemos tenido la oportunidad de probar esta demo y hemos extraído algunas ideas importantes, nos hemos maravillado con algunos aspectos, y también hemos lamentado algunas pegas.

Si has seguido este desarrollo de forma más o menos regular, recordarás que el año pasado ya pudimos probar una versión muy temprana del juego en la Gamescom 2022, donde exploramos sus mecánicas y sobre todo nos maravillamos con su estética, pero es que Lies of P puede presumir no solo de ser uno de los mejores ARPG soulsborne nacidos fuera de From Software, sino que además supera en belleza a su padre espiritual.

La ciudad ficticia de Krat puede que no sea tan opresiva y recargada como lo era Yharnam, pero sus estrechos callejones, sus farolas de gas iluminando en la noche lluviosa, sus reflejos en los charcos mientras el agua se entremezcla con la sangre de los innumerables cuerpos que llenan sus empedradas calles, las sombras en las escasas ventanas en las que aún queda gente viva... puede que no tengamos una versión HD a 60 FPS de Bloodborne, pero con Lies of P tampoco la echamos ya tanto de menos.

Pero volviendo a Lies of P, hay que hablar de nuestro personaje, Pinocho. Aquí el pequeño juguete de madera se ha convertido en un espadachín con aspecto de Eduardo Manostijeras (otra historia basada en Pinocho, claro) que va en busca de Geppetto, su "padre" y gran benefactor de la ciudad al crear las marionetas y autómatas que la convirtieron en un faro de progreso, al menos hasta esa misma noche cuando se volvieron contra los humanos y masacraron a casi todos. Salvo algunas figuras en las ventanas (otro guiño a las misiones secundarias de Bloodborne, que aquí son similares), los escasos mercaderes y los NPCs del Hotel Krat, solo hay marionetas por las calles y algún loco con cara de burro. Sobre el hotel, por cierto, diremos que actúa como nuestra base de operaciones, el equivalente al Sueño del Cazador, aunque aquí hay que reconocer que es más como el Santuario de Enlace de Fuego en Dark Souls 3: un lugar seguro donde interactuar con otros NPC y obtener misiones e información, comprar materiales, mejorar las armas, subir de nivel y descansar de la acción.

Al comienzo de la partida nos pedirán elegir entre tres posturas de combate, una centrada en la agilidad, otra en la fuerza bruta y una postura media más equilibrada. Decidimos probar el camino central por ver cómo podemos después decantarnos por uno u otro estilo, aunque esta decisión inicial luego puede ser modificada en un lugar concreto. Despertamos en un vagón de tren descarrilado y oímos una extraña voz cercana, que se trata nada menos que Géminis, una especie de conciencia en forma de jaula de grillos y lámpara que de cuando en cuando nos dará ciertas pistas o nos recordará el objetivo actual de nuestro paseo. No suele hablar con frecuencia, lo cual se agradece para poder sentir la presión de enfrentarse a lo desconocido), pero conviene escucharle cuando te pide que prestes atención al entorno o a algún objeto del inventario, porque de otro modo las cosas serán mucho más complicadas.

Y ya que hablamos de dificultad, tenemos que reconocer que Lies of P va a ser un desafío a la altura de las expectativas de los fans de los soulsborne. Hasta el menor de los enemigos puede ponerte en un aprieto si no dominas bien las habilidades de Pinocho, y en los primeros compases del juego te recomendamos que te tomes tu tiempo para familiarizarte tanto con los menús de acceso como con los movimientos y golpes especiales de nuestro protagonista. Contamos con un par de ataques (básico y fuerte) y luego tenemos el poder de la fábula (un ataque cargado con el que liberar el poder del arma o un combo de ataque especial) y el brazo de legión. Aunque este último parece prometedor, en esta prueba apenas hemos encontrado un uso práctico para él, puesto que al comienzo de la partida solo cuenta con un ataque poderoso aunque de rango bajísimo que obliga a estar pegado al enemigo, y que luego podemos modificar para colocarle un gancho con el que atraer a enemigos lejanos para golpearles.

De nuevo tenemos que volver a la obra gótica de Miyazaki, porque en muchos aspectos vas a encontrarte con sistemas de juego heredados directamente de allí. Las células de pulsos con los que curar a Pinocho se cargan o bien en las Stargazers (hogueras) como golpeando a los enemigos, aunque tardan bastante en generar un uso. El bloqueo es poco recomendable aquí, puesto que no absorbe el daño por completo y genera una fracción de tiempo inmovilizado que suele pagarse muy caro. Como en Bloodborne, la estrategia en Lies of P suele ser la agresividad y una esquiva en el momento adecuado, aunque no siempre será fácil, ni justo.

Este es el mayor problema que he encontrado hasta ahora en Lies of P. Pese a que encuentro el combate bien equilibrado, con enemigos con set de movimientos elaborados (aunque por el momento no mucha variedad de adversarios, eso también hay que decirlo), Pinocho muchas veces no responde con la misma agilidad que tienen sus contrarios. Para empezar, no puede correr (o al menos no en la demo), y ni siquiera con una configuración de piezas de equipo para llevar poco peso (y, por tanto, ser más ágil) se sintió suficiente para equilibrar la balanza. Se siente como una marioneta de verdad, un poco torpe y con movimientos algo toscos.

Tampoco parece que la IA de las invocaciones (solo accesibles en puntos concretos y contra determinados jefes) merezca la pena gastar recursos para invocarlas, salvo para entretener brevemente al jefe mientras le damos algunos golpes de gracia por la espalda. Y ya puestos, quizá la tasa de aparición de objetos debería equilibrarse, puesto que algunos arrojadizos apenas aparecieron un par de veces, mientras que los fragmentos de estrella para invocar espectros en los jefes salían por todas partes.

Pese a que algunos aspectos del movimiento de Pinocho no han terminado de convencernos, estamos seguros de que los fans de los ARPG se van a quedar maravillados cuando prueben esta demo que acaba de lanzar Round 8. Lies of P es uno de los mejores exponentes del género, y posee un trasfondo tan rico (el tema de mentir no está en el título por casualidad, pero no queremos estropear la sorpresa a nadie) y suficiente complejidad como para volver a jugarlo de buena gana cuando elaboremos el análisis del juego completo.