Los juegos de estrategia 4X tradicionales resultan a veces un poco monótonos. ¿Cómo se puede mantener la frescura y el atractivo de un juego cuando, tras las primeras cien horas, más o menos, se sabe exactamente qué camino hay que seguir para lograr la victoria? Pues bien, si le preguntamos a Paradox y al equipo de Millennia, la respuesta es darle la vuelta a la historia y ofrecernos tantos escenarios alternativos como sea posible.
A simple vista, Millennia parece el típico juego de estrategia 4X basado en una cuadrícula. Debéis asentar vuestra ciudad, reunir recursos y esperar que vuestros oponentes no os lleven demasiada ventaja antes de que llegue el momento de luchar. Pero todo cambia cuando quieres avanzar hacia una nueva época. Millennia es un juego construido en torno a sus épocas, que engloban un amplio período de la historia de la humanidad. Siempre y cuando sigáis la línea convencional, por supuesto, pero al otrextremo del espectro tenéis algunas épocas que toman una dirección completamente distinta para el mundo. ¿Qué pasaría si la humanidad se quedase con la máquina de vapor, por ejemplo? ¿Y si el mundo se viese asolado por las plagas? Estas son las opciones que podéis explorar junto a vuestros compañeros, para desviar la historia de la humanidad de su curso normal y tomar nuevos caminos.
Algunos de estos caminos supondrán un tipo de historia diferente, mientras que otros se denominan épocas catastróficas. Aunque suenen mal, no es necesario evitarlas a toda costa. Por ejemplo, las granjas que puedes construir durante la época de la peste pueden proporcionarte una considerable cantidad de comida durante un buen periodo de tiempo. Vale la pena mencionar también que quien llegue primero a una época decidirá el transcurso de la historia para los demás jugadores, así que si realmente queréis arruinar los planes de alguien, o queréis avanzar en los vuestros, lo mejor es pensar con antelación para poder aprovechar la época a la que os encaminéis. Una partida está compuesta por unas 10 épocas, lo que significa que tendréis muchas oportunidades para explorar otras opciones en la historia.
Lo único que no me gustó de este concepto es que se puede convertir en un problema a lo largo de la partida, ya que cuando un jugador ha conseguido una determinada época con una condición de victoria establecida, todos los demás tendrán que cumplirla; si no, tendrán que usar el viejo y eficaz método de tomar las ciudades de los demás. Naturalmente, no he tenido la oportunidad de jugar hasta ese punto del juego, por lo que no puedo hablar de cómo resultará, pero parece que recompensa al jugador por crecer de manera constante y conseguir la época que busca, en vez de convertir el final del juego en un campo de batalla en el que cualquiera puede alzarse con la victoria.
No quiero decir que no me gustara la idea de las épocas. Millennia me ha parecido un juego de estrategia increíblemente innovador. La experiencia que ofrece dejará satisfechos a todos los seguidores del género, pero sin abrumarnos con tantas opciones. Si preferís que vuestro imperio funcione sin tener que microgestionar cada detalle, también podéis hacerlo. Insisto en que las épocas son la novedad con respecto a otros pilares del género, y suponen una gran ayuda para mantener la originalidad del juego y acabar con la monotonía de otros juegos de gran calibre. No tenéis que seguir necesariamente un único camino en cuanto a tecnología, así que no tendréis guerras en las que todo el mundo tenga la misma estructura militar. Los ejércitos y las unidades también son muy variados y pueden cumplir múltiples funciones. En lugar de que mi cazador fuera un arquero más para mi ejército, por ejemplo, lo envié a levantar un campamento dentro de mis fronteras, lo que me ayudó a conseguir comida y pieles.
También hay muchas opciones de diplomacia. Por supuesto, cuando juegas con amigos puedes usar tu lengua de plata y convencer a un rival para que ataque a otro, pero con la inteligencia artificial Millennia permite enviar emisarios, para crear alianzas sin necesidad de simplemente ofrecerle oro a un estado más pequeño. Esto no es más que un ejemplo de cómo puedes mantener la paz en el extranjero y dentro de tu propio territorio. Pero cuando llega el momento de ir a la guerra, hay formas de sacarle ventaja al enemigo. Montad un puesto de avanzada junto a sus fronteras y conseguid un buen punto para comenzar vuestra invasión. Eso sí, tendréis que ser cautos, ya que si descubren vuestros planes, podríais tener que lidiar con un contraataque muy pronto.
Paradox nos tendrá que mostrar algo más de Millennia antes de que pueda comenzar a juzgarlo, pero por lo poco que he podido jugar en la Gamescom (y no os he podido contar hasta ahora), puedo decir que es la experiencia de estrategia 4X más renovadora que he tenido en mucho tiempo. Las épocas permitirán que no haya dos partidas iguales, lo que creará algunos momentos inolvidables cuando tanto vosotros como un rival os dirijáis hacia dos épocas diferentes al mismo tiempo. Por otra parte, contiene toda la complejidad y personalización que se puede esperar de un juego de fantasía 4X, con un cuidado por los detalles que sobresale desde el primer momento en que se echa un primer vistazo al mapa.