Como parece que va a ser la norma hasta que llegue la sucesora de Nintendo Switch con bombazos de verdad, los juegos que le quedan anunciados a la consola híbrida para su séptimo cumpleaños son, o de menor calibre, o remakes y remásters de clásicos de máquinas anteriores. Mario vs. Donkey Kong se enmarca en lo segundo, al igual que el reciente Another Code: Recollection, que como remake ha salido flojo.
Para los que no lo conozcan, MvsDK es un juego de puzles de plataformas bastante relajado e ingenioso que se inspira en las mecánicas originales de los primeros juegos de Mario Jumpman... contra Donkey Kong, es decir, en la trilogía de DK previa a Super Mario Bros. a primeros de los 80. Esto implica escaleras, barriles, fuego, lianas, el martillo de la musiquita... y otro puñado de elementos y enemigos más modernos. En la nueva versión, además de bonitos gráficos 3D, encontraréis más niveles (ahora hay más de 130 con otros mundos), nuevos sistemas, modo cooperativo a dobles, modo de dificultad relajado y otros extras.
Llevo un tiempo jugando a este remake del clásico de Game Boy Advance que cumple ¡20 añazos! y, antes de mi review de Mario vs. Donkey Kong (pensad que el juego sale el 16 de febrero de 2024), quería compartir unas cuantas opiniones iniciales, para bien y para no tan bien. Dicho esto, solo puedo hablaros de los cuatro primeros mundos, mientras que mi veredicto completo se basará en una partida entera.
Las gafas de la nostalgia me hacen recordar el original como un juego superdefinido, pero honestamente hoy en día parecería un amasijo de píxeles, y no de esos juegos de sprites que envejecían tan bien. El título de Switch es muy, muy fino, colorido y bonito, así que va a ser un gustazo para la vista ir pasando entre mundos tan variados y fondos preciosos, encima con novedades.
Que sepáis que esto iba a ir a la impresión "no me convence", básicamente por el hecho de que jugar a dobles a los primeros niveles la mayoría de las veces "rompe" el diseño original del puzle, arruinando el acertijo para un jugador y el orden de resolución. Sin embargo, con el tiempo esa sensación se va perdiendo y los niveles empiezan a resultar más interesantes en cooperativo, sobre todo porque la existencia de dos llaves (una para Mario y otra para Toad, por ejemplo) puede hacer más divertida la partida a pachas. Además, posibilita ciertas piruetas bastante espectaculares...
Recuerdo que el original se ponía bastante puñetero hacia el final. No puedo hablar más allá del Mundo 4 pero he de decir que, para cualquiera que haya jugado algo similar, el reto hasta ahí es bastante bajo, y si encima te ayudas de un segundo jugador o del Estilo Relajado, será un paseo por el parque. Veremos cómo va subiendo la curva con otros mundos y retos...
Cuando las cosas se pongan más difíciles, me fijaré en cuántas veces muero "por culpa" del control. Porque quiero desafío, pero ingenioso. A ver si me entendéis, no es un juego injusto y la culpa siempre es mía, pero sí es verdad que, al respetar la física, el esquema de control y los tiempos de reacción del original (sobre todo en cuanto a la inercia y cuándo se considera que Mario lleva impulso), me da la sensación de que muchos fallos se van a dar de forma involuntaria, esperando una respuesta más ágil a los mandos. Si esto llega a frustrar, puede ser un problema a la larga.
En cada uno de los seis niveles de un mundo recoges una bola o cápsula de la fábrica de juguetes de Mario. Donkey Kong las ha robado para quedarse con lo que contienen: un Minimario a cuerda. Estos seis juguetes te acompañan en el nivel final previo al enfrentamiento, en el que Mario y los pequeñines autómatas completan un último reto antes de vérselas con el mono. Pues bien, ni lo uno, ni lo otro, me parece especialmente estimulante por ahora.
¡Quién me lo iba a decir! Los arreglos y las nuevas piezas musicales añadidas en esta versión son, de lejos, lo que más me está gustando de este juego. Hay algunos temazos de jazz que serán mi banda sonora en el trabajo, y la verdad es que en este sentido parece que han echado el resto en calidad y talento, algo que aporta mucho valor a un remake. ¡Sorpresón!
Como veis, todo depende de cómo evolucione la aventura en los siguientes mundos. Si el reto aumenta y las expectativas del control no lo estropean, y si el contenido es suficiente, estaremos ante un puzle muy interesante para completar el catálogo de Nintendo Switch en un género algo desatendido.
PD: ¿De verdad van a dejar pasar la oportunidad de lanzar los Minimarios de cuerda como muñecos metálicos para acompañar a la edición física?