Impresiones con Battle Aces: Un auténtico rival de StarCraft

El rey de la experiencia multijugador de estrategia en tiempo real tiene nombre: StarCraft. La interpretación del género de Blizzard ha regentado con mano de hierro durante 25 años, a pesar de que solo existen dos juegos, el último de los cuales presentó su última expansión hace casi una década. Claramente, Blizzard no tiene mucho interés en continuar alimentando y expandiendo esta franquicia, aun cuando sigue siendo el juego de referencia en su puesto del mundo de los videojuegos, algo que se refleja en el mundo competitivo donde, anualmente, los eSports de StarCraft continúan prosperando.

Huelga decir que ya era hora de que alguien llegase para probar el trono y eso es precisamente lo que Uncapped Games está intentando con su próximo Battle Aces. Es un RTS de acción multijugador donde construir bases, crecer y crear un ejército para después llevarlos al combate con el único afán de destruir la base principal del jugador rival. En muchos aspectos es StarCraft, solo que es un StarCraft sin toda la chicha adicional, por lo que es mucho más fácil de entender, aprender y jugar.

Juegas desde una perspectiva cenital y la intención es que utilices constantemente recursos generados para elegir qué tipo de unidades crear para ajustarse a cómo tienes pensado atacar en los próximos escenarios de combate. Crabs son unidades terrestres diseñadas para liderar la vanguardia y absorber el daño para proteger a los más flojos, unidades como los Ballistas, normalmente menos capaces, pero con mayor daño. Si añades a estas, unidades aéreas como las Butterfly, y otros tipos que están diseñados para destruir enemigos terrestres y aéreos, u objetivos, verás que hay numerosas formas de modelar y crear el ejército que más se ajuste a tu estilo de juego.

Pero poseer el ejército perfecto es solo la mitad del desafío, ya que tendrás que ponerlos a prueba. Te tocará decidir cómo aplastar y vencer a tu oponente mientras proteges tus infraestructuras.

Esencialmente, el mapa posee muchos puntos en los que tanto tú como tu rival podéis construir más infraestructuras para aumentar la generación de recursos, que si se dejan sin proteger pueden ser destruidos. Perder una de estas infraestructuras adicionales no tiene un coste de progresión, solo ganarás o perderás cuando se destruya la base principal de alguien, pero si eres de demostrar tu dominio y hacerte con el control del mapa, machacando continuamente cualquier infraestructura y después dirigiendo un gran ataque a la ya desprotegida base, tendrás una gran oportunidad de vencer.

La estrategia principal de Battle Aces no tiene complicaciones, pero hay muchos elementos menores y sistemas de juego que le otorgan gran profundidad. Este título es como un juego de ajedrez, el planeamiento principal es muy fácil de aprender, pero convertirte en un experto exige mucha práctica y anticipación y la dificultad del reto que encaramos, a menudo, está relacionado con el rival contra el que te estás preparando.

Como solo he tenido la oportunidad de catar una prueba muy básica de Battle Aces durante su beta en curso cerrada, todavía no puedo hablar del papel que interpretarán los tipos de unidades más avanzadas y los constructores en el sistema de juego y la estrategia. Pero lo que sí diré es que el estudio Uncapped ha hecho un fantástico trabajo para que este juego se sienta intuitivo de jugar y muy definido visualmente. A pesar de la acción frenética y caos por doquier, nunca es un desafío decir cómo funciona tu ejército frente al opositor, además de que es muy sencillo utilizar los atajos del teclado para crear nuevas unidades reforzadas y llevarlas al fragor de la batalla lo antes posible.

Sin duda, observé en ocasiones que las unidades se comportaban de manera un tanto peculiar y batallaban por moverse unas alrededor de otras, lo que las llevaba a bloquearse el paso entre ellas. Pero en general, Uncapped parece que ha creado un ganador con este RTS de acción, que es perfecto para cualquiera que busque probar el género y que se haya sentido desmoralizado y un poco agobiado por la naturaleza hipercompetitiva de StarCraft.